Capítulo dieciocho.

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"No puedo dormir. Tenemos que hablar."

Basta esas simples palabras para que tome mis llaves y entre en el ascensor. Presiono el número del piso de Aaron y cuando salgo, lo veo sentado en el pasillo con la espalda recargada en la fría pared.

- Aaron. - murmuro mientras me acerco a él para ayudarlo a ponerse en pie.
- ¿Por qué harías algo como eso? - escucho que me pregunta en voz baja. - ¿Por qué? - vuelve a hablar, pero esta vez con la mirada perdida.
- Entremos a tu apartamento, allí podremos hablar.

Extiendo la mano para que me de sus llaves y lo dejo un segundo para abrir su puerta. Me pongo en cuclillas para estar a su altura y cuando me dirige la mirada, tengo el impulso de abrazarlo fuertemente.

- Lo lamento. - le digo al oído y solo entonces sus brazos reaccionan y me rodean. - No  me odies, por favor, no lo soportaría.
- Summer, no podría odiarte aunque lo quisiera. - cuando escucho eso, mis ojos se llenan de lágrimas. - Pero eso no quiere decir que este de acuerdo con lo que pasó esta noche.
- Lo sé, lo entiendo. Fue una tontería haber desaparecido.
- ¿Tienes idea de todo lo que cruzó por mi mente? Summer, sentí que te había perdido, que jamás volvería a verte o a escuchar tu risa.
- Lo lamento, lo lamento tanto. - me alejo de él unos centímetros para ver su rostro y veo reflejado en sus ojos mi tristeza. - No volverá a pasar.
- Entremos. - pide él y no dudó en acceder.

Aaron se levanta primero y luego me extiende la mano para ayudarme. Se hace a un lado para que yo pase primero y él cierra la puerta con cuidado.
He estado muchas veces en el apartamento de Aaron, pero esta es la primera vez que siento como si perteneciera aquí.

- Entonces, ¿retomaron su relación? - es lo primero que me pregunta cuando nos sentamos en el sofá.
- Eso fue lo que Matthew dijo.
- Por eso te lo pregunto a ti.
- Bueno, no hubo una propuesta formal, pero ahora no somos enemigos. - respondo, evitando verlo a los ojos mientras hablo.
- Nunca fuiste su enemiga.
- A lo que me refiero es que ya no le guardo rencor por lo que pasó. - espero algún reacción de Aaron, algo que me diga que está en contra de todo esto, pero él solo parpadea un par de veces. - Pero, para contestar tu pregunta, no he regresado con él. Solo estamos viendo a donde podemos llegar.
- Él tiene novia ante los ojos de todo el mundo. - asiento, eso es lo que todavía no he conversado con él.
- Yo no regresaré con Matthew si no aclara que no está involucrado con Felicite.
- Me parece justo. - dice con una expresión neutral. - ¿Qué pasará con nosotros?
- ¿Con nosotros? - repito, sin poder entender a qué se refiere.
- Con ambos. - responde él. - Hemos sido mejores amigos por dos años, Summer. Nos vemos todos los días, te recojo de casa de los Collins y de la universidad, pasó días enteros contigo y Lee, y, de no ser porque trabajas cada tarde, estaríamos todo el día juntos. ¿Qué va a pasar con todo eso ahora que Matthew ha entrado a tu vida de nuevo? ¿Dónde quedo yo?

No había pensado en eso.
¿Dónde queda Aaron?
Matthew no quiere verlo no en pintura y yo desearía verlo más seguido. ¿Cómo solucionar eso?

- Eres mi mejor amigo, Aaron, eso no va a cambiar.
- Pero Matthew no está a gusto con eso.
- Lo sé, pero tendrá que acostumbrarse. Él es quien estuvo ausente por dos años, el mismo tiempo en el que tú me apoyaste y te mantuviste a mi lado. - Aaron suspira.
- Bien.

¿Bien? Bueno, me merezco un "bien". Mi respuesta no ha sido la mejor de todas. No le estoy dando la seguridad que necesita en este momento.
Aaron sabe que cuando se trataba de Matthew, nadie más existía para mí. Pero ahora el tiempo ha pasado y no estoy segura de querer volver a ser la misma Summer novia de Matthew.

Cuando te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora