Capítulo veintidos.

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Matthew Espinosa en persona está frente a mí con las manos en los bolsillos de su saco y la mirada clavada en sus zapatos costosos. Es una imagen muy diferente al Matthew que yo conocí, uno que siempre se vestía casual, con jeans y una camiseta con la que se sintiera cómodo. Ahora está tan cambiado, tan... Famoso.

- No debí haber dicho lo que dije sobre Aaron. - aprieto mi celular con mis manos mientras él habla. - Lo lamento.
- Esta bien, él es mi mejor amigo, no necesito tu opinión para preocuparme por él. - entonces, levanta la vista hacia mi y me ve confundido. - Solo esperaba que hicieras un pequeño esfuerzo por lidiar con ello.
- Siempre lo he odiado.
- Pero no deberías, tampoco debiste. Estaba enamorada de ti, Matthew, tan loca y perdidamente enamorada que no podía ver a Aaron como más que un amigo.
- ¿Estabas?

Solo cuando lo pregunta me doy cuenta de que he usado el tiempo pasado. Quiero a Matthew, claro que si, pero supongo que me aferré al Matthew del pasado, no al nuevo.

La cuestión es que no sé qué tanto pueda soportar al nuevo.

- Amé al Matthew que creció conmigo, pero luego de dos años, no tengo idea de quién eres.
- Claro que lo sabes, eres la que mejor me conoce. - afirma, acercándose a mí y tomando una de mis manos para acercarla a su corazón.
- ¿Enserio? Porque no lo parece.
- S, no hay nadie en este mundo que me complemente mejor que tú. - intento desviar mi mirada de la suya, pero él captura mi mentón y me acerca a su rostro. - Eres lo que necesito.

¿Soy lo que necesita? Un chico que lo tiene todo, ¿necesita a una simple persona como yo?

- Ambos hemos cambiado, Matthew.
- ¿A dónde quieres llegar con eso? - pregunta con evidente dolor.
- No te conozco, no sé quién eres ahora. - respondo, midiendo mis palabras con cautela. - Pero me gustaría hacerlo, me gustaría llegar a conocer al nuevo Matthew Espinosa. El problema es que hasta que eso no pase, no creo estar preparada para ser tú novia.
- ¿Estás segura que no tiene nada que ver con Aaron?

Tranquila, Summer, respira un poco. Él no puede saber de los sentimientos de Aaron, no estaba cuando te lo dijo.

- Segura.
- Bien, entonces se hará como tú lo prefieras. - sentencia con una expresión neutral en el rostro.
- ¿Cómo pretendes hacer eso?
- Visitándote, hablando, saliendo juntos y...

Basta que se le apague la voz para que sepa que piensa lo mismo que yo: no va a ser posible. Todos piensan que tiene como novia a Felicite y que yo soy o la amante o la amiga. He ahí el problema.

- No pienso ocultarme Matthew. - le digo firme al recordar lo que sentí cuando me enteré de que me pintaban como la amante. - Si quieres estar conmigo, tendrás que decir que Felicite no es tu novia.
- Summer, es que... - él suspira y se lleva una mano a la nuca. Esto es complicado para él, pero no voy a permitir que me desplacé a un segundo lugar. - Es complicado.
- Es tu trabajo, lo sé. - sus ojos me miran con esperanza de que pueda entender y aceptar salir a escondidas. - Es una lástima, Matthew.

Me deshago de su mano unida a la mía y giro para regresar a la habitación de Aaron. Me duele, no lo voy a negar, pero por una fracción de segundo pensé que aceptaría. Qué pena.

- Summer, espera. - mi cuerpo se detiene al instante y maldigo por eso. - Voy a hablar con los productores. - me vuelvo hacia él lentamente, sin poder creer todavía lo que está diciendo. Ya lo daba por perdido.
- ¿Qué dijiste? - preguntó en un susurro y Matthew me rodea por la cintura con una sonrisa casi imperceptible.
- Hablare con los productores, les diré que ya no seguiré fingiendo. - no sé bien cuál es mi expresión, pero a Matthew le agrada. - Me importas, Summer, y no puedo perderte.
- Pensé que no...
- ¿Qué me negaría como la última vez que nos vimos hace dos años? - asiento boquiabierta y él ríe. - No volveré a cometer ese error.
- Gracias. - digo antes de abrazarlo fuertemente.

Este es el Matthew que recuerdo.

- ¿Hasta qué hora te quedaras? - me pregunta mientras tomamos café en la cafetería del hospital.

Tuve que explicarle a Aaron la razón de mi demora en el pasillo y él entendió. Me dolió ver ese destello de tristeza en sus ojos, pero no había nada que pudiera hacer.

Matthew accedió a entrar a hablar con él e, incluso, le pidió disculpas por la forma en la que había actuado. Ni Aaron, ni yo, nos esperábamos eso.

- Tengo que esperar a los padres de los niños que cuido, los dejare con ellos y luego creo que iré a casa a comer algo. - respondo, revolviendo mi café con una pequeña cuchara plástica. - ¿Qué hay de ti?
- Tenemos que ir a dar una entrevista y luego tengo el día libre. Podría ir a tu casa en la tarde.
- Me encantaría, pero...
- Aaron. - completa mi oración y asiento. - Esta bien, entonces usare ese tiempo para hablar con mis productores.
- Eso está bien. Llámame cuando sepas algo.
- Claro que si, preciosa. - dice, con la mirada fija en su reloj de muñeca.

¿Es eso oro? Santo cielo.

- Debo irme, tengo que prepararme para la entrevista.

¿Prepararte? ¿Qué?

- Oh, por supuesto. - ambos nos levantamos y él se acerca a darme un beso en la mejilla. - Nos vemos luego.
- Dalo por hecho. - su sonrisa parece sincera, todo en él parece sincero. Pero hay algo que no me termina de convencer. - Te amo, Summer. - añade antes de irse.

Regreso arrastrando los pies a la habitación de Aaron, hay algo extraño en mi pecho que me hace sentir mal.

Abro la puerta con suavidad, cuidando de no hacer ruido por si está durmiendo, pero sus ojos brillantes me reciben. Una sonrisa se forma en mi rostro al verlo y él parece estar contento también.

- ¿Cómo te sientes?
- Como si me hubiesen disparado.
- Esa broma ya la usaste. - le digo mientras me acerco a su cama. - Pero, enserio, ¿cómo te sientes?
- Feliz de estar vivo. - tengo tantas ganas de abrazarlo fuertemente cuando dice eso. - Feliz de que estés aquí conmigo. - añade y tengo que tragar algo de saliva para recomponerme. - ¿Y tú?

Es una buena pregunta. ¿Cómo me siento?

- ¿De verdad quieres saberlo? - él asiente. - Siento un nudo en la garganta desde que te deje en la sala de la casa de los Collins. Me siento culpable cuando te veo y desearía cambiar de lugar contigo por... - y las lágrimas no me dejan continuar más.

Aaron toma mi mano y tira de ella para que me siente junto a él en la cama. Entrelaza nuestros dedos y con la mano libre, limpia mis lagrimas. Descanso mi cabeza en su hombro, todavía sollozando y él acaricia mi brazo.

- Lo que hice, lo volvería a hacer mil veces.
- Aaron, pero yo...
- No me importa, Summer, no me importa absolutamente nada. Mientras tú estés segura, voy a seguir creyendo que esta decisión fue la correcta.

Me quedo viendo directo hacia sus ojos por los segundos más largos de mi vida. Siento su respiración en mis labios y comienzo a temblar. Tanta cercanía es demasiado perturbante.

Y entonces, Lay It All On Me de Rudimental y Ed Sheeran comienza a sonar de fondo.

¿Quién podría llamarme en este momento?

- Deberia contestar. - murmuro, desviando mi mirada de las pecas en su rostro a mi celular.

De - Mo - Nios.


Nuevo capítulo luego de un largo descanso. No me odien por demorar, estaba tratando de arreglar todo en mi cabeza para tener listo el capítulo.
Espero que lo disfruten y no me maten.
¿Quién llama? ¿Alguna idea?
No se olviden de que tengo otra novela con Cameron y otra con Shawn. Las encuentran en mi perfil.
Las amo con todo mi corazón.

Cuando te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora