Embarazada de un vampiro

Capítulo 33

Era un hombre, alto y con el rostro cortado en la mitad su cicatriz era tan grande que cubría la mitad de su rostro, este era diferente su semblante era distinto, me observaba con curiosidad, cuando dio un paso hacia adelante una corriente de temor recorrió mi cuerpo advirtiéndome que tenía que retroceder.

_ tienes que venir conmigo. Dijo con voz ronca.

Negué con la cabeza, y con los ojos bien abiertos ante cualquier reacción, no había estado en una situación tan peligrosa desde aquella vez, con aquel tipo; no sabía si salir corriendo o esperar a Jack, pero el tiempo se agotaba.

Trate de echarle un vistazo a Jack pero no estaba por ninguna parte.

Sentí un brusco apretón en mi brazo, era aquel tipo estaba tan cerca que me repugnaba su presencia.

_ ¡vienes con migo!

_ ¡SUELTAME! Grite e intentando soltarme.

_ ¡CÁLLATE! Rugió.

El pánico y la adrenalina invadieron mi cuerpo, sabía que no podía seguir así o iba a ser mi perdición.

No era una buena opción demostrar que tenía miedo, le sostuve la mirada con ira, no ser de dónde pero saque fuerzas desde donde no las tenía para liberarme de aquel agarre.

La única opción que veía en ese momento era salir corriendo hacia la casa y pedir ayuda, no había tiempo de pensar en riesgos, solo era actuar o nada, así que le pegue un puntapié en la entrepierna haciéndolo encobar, de dolor, entonces fue mi momento, de salir corriendo, mientras corría trate de ver a Jack pero no lo veía por ningún lado, me preocupaba pero primero tenía que pedir ayuda así que corrí lo que más rápido que pude no podía creer lo lejos que me encontraba, estaba tan concentrada en huir que no me di cuenta de cuantas piedras habían a mi alrededor, me tropecé y caí al suelo, golpeándome el vientre, me preocupe de inmediato "tienes que ser fuerte mi pequeño" pensé para mis adentros, y como sentí que no pasó nada, me levante sacudí mis manos me sobe un poco y seguí en mi huida, sin mirar atrás tenia tanto miedo en ese momento, lo único que pensaba era en llegar a la casa y encontrar a Carl.

Cuando estaba aproximadamente a unos veinte metros de llegar a la casa un amarre fuerte en el brazo me hizo perder el equilibrio y caer nuevamente de espaldas, lo primero que hice fue proteger mi panza, pero me fue inútil sostenerme, un dolor agudo y escandaloso en mi mano derecha me hizo gritar, sentía que no la conseguía mover, así que no pude incorporarme, alguien se hizo arriba de mi colocando ambos pies a mi costado, a la vez haciéndome sentir acorralada, la luz del día cegaba mis ojos, aun no podía ver su cara estaba muy lejos, luego sentí que no estaba sola habían más personas a mi rededor, aun no podía mover mi mano derecha, me fue imposible incorporarme, un sonido fuerte y agudo se escuchó detrás de la persona que estaba arriba, haciendo caer encima, cuando estaba casi a un milímetro de que su cuerpo chocara con el mío cubrí mi rostro y mi vientre con el antebrazo, haciendo una barrera de protección, pero Gracias a un magia divina, ese momento doloroso que se avecinaba no llego, tenía los ojos bien cerrados y solo logre escuchar muy lejos de mí un golpe ensordecedor de un cuerpo que desplomaba.

Tenía mucho miedo las piernas y los brazos me temblaban tenía la mano totalmente dormida.

_ ¿Puedes levantarte? Pregunto una voz masculina.

Moví la mano levemente para poder ver, Omar era quien estaba a un lado, y Richard estaba aproximadamente a unos diez metros, mirándome fijamente.

_ S-si gracias. Respondí intentando incorporarme nuevamente y agradeciendo que llegaran en ese justo momento.

_ Que paso, que hacías tan lejos. Pregunto preocupado.