Capitulo 46

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_ por favor no me entregues... - le susurre, y sin mirar a atrás salió.

No sabía qué hacer, tampoco sabía cuál iba a ser su decisión, y eso me impacientaba así que decidí calmarme, contar hasta diez y esperar, nuevamente intente contactar a Jack o a mi madre a cualquiera que me contestara, pero todo era inútil, y eso me ponía aún más nerviosa, mis opciones se terminaban, lo más extraño era no poder utilizar mi telepatía con ellos pues era el lapso más fuerte que tenía.

Después de un rato entro nuevamente Adán con una mujer, alta que por cierto era muy elegante, al entrar solo se quedaron callados sin decir palabra alguna, y observando me de arriba abajo. Levante los hombros como queriendo decir que pasaba.

_ Ella te acompañara de ahora en adelante lo que necesites díselo a ella y ella me ara llegar tu razón, es necesario que tengas a alguien a tu lado mientras solucionamos tu problemita. No puedes quedarte sola, es por eso que ella te acompañara y te ayudara en lo que solicites, no te faltara nada aquí estarás segura.... Y del señor Carl, hablaremos después,

_ oye... necesito hablar con Jack, ellos tienen que saber que estoy aquí.

Se quedó callado, y sin decir nada volvió a salir, esta vez dejándome con la mujer que le acompañaba.

_ quieres algo ¿nena? – pregunto ella con fingida generosidad.

Negué con la cabeza, aunque ya estaba empezando a tener hambre, la preocupación de no estar con los dos seres más importantes en mi vida se me olvidaba todo aquello.

_ así no quieras tendrás que comer algo... mírate no puedes pensar por ti únicamente...así que no me ganare un regaño de Adán y el jefe, tendrás que comer. Preparare algo.- dijo mientras se retiraba.

Las lágrimas salían sin cesar, una y otra vez me repetía mentalmente que vengaría por todo lo que me estaba pasando desde aquella noche con aquel hombre vi lo que vi mi vida había sido un infierno, y mi bebé sufriría las consecuencias, de errores que ni siquiera yo misma había cometido.

Había perdido la noción de tiempo, estaba recostada en la cama con la mirada perdida, al momento sentí que alguien entraba y por supuesto mis sentidos se activaron al sentir el olor de comida, me senté de inmediato, eso era lo único que no cambiaba mi apetito era de casi cuatro personas al mismo tiempo.

_ sabía que te cambiaría el ánimo – susurro.

Sin decir nada recibí lo que me ofrecía, el hambre que tenía no me dejo pensar ni apreciar bien la cena, me comí todo absolutamente todo, sin dejar nada.

_ Muchas gracias...

_ no te preocupes nena para eso estoy aquí, para ayudarte. – dijo con un tono no tan convencedor.

Asentí nuevamente y me recosté nuevamente, tocando mi vientre era lo único que me daba valor de estar viva y luchar por estar libre y sin culpa alguna, me abrace a mi misma y me quede profundamente dormida.

Un golpecito suave en mi vientre me hizo despertar mi bebe se movía notoriamente, _ ¿también extrañas a tu papi verdad mi rey?- dije sobando un poco mi vientre, ademas con unas ganas inmensas de entrar al baño. Ya era casi medio día y para mí ya era una eternidad, antes los días me pasaban volando pero ahora yo solo contaba las horas, minutos y segundos para volver a ver a mi familia.

Ya había pasado casi un me, no había vuelto a ver a Adán, simplemente me pasaba las razones con la señora que había puesto a mi cargo, estaba totalmente prisionera en un pequeño apartamento de cuatro paredes y realmente era desesperante, y más aun no poderme comunicar con mi madre ni con Jack, que era algo angustiante, y frustrante a la vez, no había entablado una comunicación con ella en estos últimos días, no sabía su nombre y tampoco me interesaba, pues en la situación en la que me encontraba no tenía ganas ni siquiera de entablar una frase de conversa, intente salir por lo menos a la puerta pero la vigilante no me lo permitía siempre con la excusa de que no era necesario, y esta situación ya me estaba hartando.

Embarazada de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora