Me desperté un poco más tarde del medio día, mis piernas me dolían y la cabeza me quería explotar. Me duche, comí algo y me tome unas pastillas para el dolor de cabeza.
Estuve un rato viendo televisión, cuando tuve una llamada, era mi padre. Me acomode y aclare mi garganta, tengo que ser "fina" ante el. Así era eso.
-¿Padre?
-Querida, ¿estas bien?
-Si. ¿Paso algo?
-Viajare a la empresa del señor Bieber. -¿Qué? Esa empresa era aquí en NY.
-¿Cuándo exactamente?
-Llego en unas horas.
-¿Nos encontramos?
-Claro hija, yo estaré en un hotel.
-Esta bien, me llamas para planificar nuestro encuentro.
-Buendía, te amo. -dijo y colgó.
Suspire, ahora tenia que estar un rato con mi padre; no me molestaba. Pero implicaba ir con el a varios lugares y eso serían paparazzis; los detestaba.
Seguí viendo televisión hasta que recibí la llamada de mi padre para informarme que me recogería en mi departamento.
Como tenía tiempo, me duche con calma y me vestí bien. Al cabo de unos minutos de haber terminado mi padre llego y me monte en su camioneta negra.
-Me da gusto verte. -sonrió manejando.
-A mi también. ¿A dónde iremos?
-A la empresa del señor Bieber.
-Oh. -suspire, conocería al padre de Justin.
Íbamos de camino a su oficina, todo parecía tranquilo. Llegamos a la oficina y allí estaba el padre de Justin, era algo joven.
-¡Amigo! -dijo el.
-¡Tanto tiempo que no nos vemos! -se saludaron ellos.
-¿Ella es ________? -dijo dirigiéndose a mi.
-Si, ______ el es el del que te hable. -sonrió y lo salude.
-Cuando te vi por última vez eras muy pequeña. -sonrió.
-Justin es su mejor amigo. -dijo mi padre.
-Si, Justin me habla mucho de ella. -dijo y me sonroje.
Ellos hablaban de otros temas y me excuse con que estaría abajo en la cafetería. Me dirigí hacia el ascensor. Estuve en la cafetería y en unas horas salimos de allí. Cenamos algo y me dejo en mi departamento.
-¿Segura que estarás bien?
-Si, estaré bien. -nos despedimos con un abrazo y entre en mi departamento.
Todo estaba tirado en el suelo, lámparas rotas, me quede helada viendo todo lo que había pasado. Escuche sollozos en la habitación de Jeryl, pase por mi habitación y todo estaba bien. Y ahí estaba el, Justin abrazando a Jeryl. Se me rompió el alma en mil pedazos. ¿Celos? No podían darme celos cuando mi mejor amiga esta mal.
-¿Qué paso? -dije agachando me a la altura de ellos.
-Su tía murió. -Dijo Justin. Pobre mi amiga.
-Todo estará bien. -dije ayudándola a levantarse y acostándola en la cama; ella no paraba de llorar. Fui a buscar un vaso de agua y se lo lleve. Justin no dejaba de estar con ella y eso me dolía. Lo se, no es un momento adecuado para los celos. Tampoco nunca será el momento adecuado por que sólo seremos eso, mejores amigos que somos. Le di un abrazo de consuelo y salí hacia mi habitación. No podía soportar estar allí. ¿Por qué creí que podía tener una oportunidad con el? Tire un objeto con frustración hacia el espejo y este se rompió en varios cantos. Maldecía y en unos minutos después Justin apareció en mi cuarto.
-¿Qué me miras? -dije al verlo parado observándome.
-¿Qué te pasa?
-Estoy enojada. -dije dándome la vuelta y recogiendo los pedazos de vidrios y echándolos a la basura.
-¿Por qué?
-Por todo, Justin. Por todo. -dije y casi pude comenzar a llorar, pero no. Debía estar fuerte para estar con mi amiga.
-Tranquila. -dijo abrazándome lo cual yo negué y lo empuje suave.
-Déjame. -dije y salí, cogí mis llaves del carro y del apartamento.
No se que me pasa, estoy muy enojada. Si, soy bipolar pero jamás me había sentido así. Esa escena de ver a Jeryl en brazos Justin me hizo sentir rara. Se que no era el momento de dejar a Jeryl sola, pero ella estaba en muy buenas manos. Estaría bien. Comenzó a llover, muy fuerte. Ya había conducido lejos del departamento. Era un lugar un poco solitario. Estacione mi auto en un garaje y eche gasolina, tan pronto como terminara aquí estaría de nuevo en el departamento. Me monte y comencé a guiar otra vez, esta parte de la ciudad de noche no me gustaba mucho y además de que estaba lloviendo. Prostritutas en las esquinas, chicos bebiendo y eso. No se que le paso a mi carro que el motor dejo de funcionar justo en el medio de la carretera mientras pasaban los carros a las millas. Nerviosa porque venía un camión cerca trataba de hacer funcionar el auto. Pero no, era demasiado tarde. Tan pronto como el camión vio que no me moví trato de frenar pero la carretera estaba mojada y aún llovía, no pudo. Solo escuche el patinar del camión acercándose a mi. Cubrí mi cabeza dispuesta a recibir el golpe del camión. Miles de momentos de mi vida aparecieron en mi cabeza y en todos estaba Justin.
