Casada Por Obligación |N. H.|

Capítulo 24 - "Nicoletta Horan"

Seguía en los brazos de Niall y éste nos guió hacia nuestra habitación.

Cuando por fin atravesamos aquella puerta, me recostó suavemente en nuestra cama.

– ¿Quieres hablar sobre esto? –Me preguntó.

Posiblemente nunca había estado tan avergonzada hasta el día de hoy. Estamos comprometidos y no pudimos besarnos en público.

Lo que menos deseaba en estos momentos era voltear hacia mi prometido y ser sincera, pero sin duda tendría que dar la cara ahora mismo.

–Uh, sí. Seguro. –Respondí no tan segura.

Estaba analizando exactamente si decirle el por qué o no, hasta que su voz me sacó de mis pensamientos.

–Mira, Lottie, si no quieres hablar de esto lo entiendo y comprendo. No tengo idea de por qué...–Lo corté con la decisión más interesante que he tomado.

Lo besé.

No pregunten por qué, ni cómo. Pero lo besé.

Dios, esto sabía tan bien. Me dejé llevar por lo que eran sus labios. Sólo podía imaginar música en aquel momento y dejarme llevar por el ritmo sonoro que se producía.

Después de unos largos segundos de deleite, me puse a procesar lo que había ocurrido, por lo que paré el beso. No puedo decir que fue un error, como sería un típico cliché, puesto que pronto nos íbamos a casar e íbamos a tener que comportarnos así en cualquier lugar público, pero sin duda este beso no hizo más que confundirme.

–Yo... lo siento. –Me disculpé algo sonrojada.

–No tienes por qué, amor. –Me reprendió algo conmovido por mi respuesta.

–Es que... fue un impulso, te juro que...–Empecé a decir de nuevo.

–No, no importa. Al fin de cuentas de estos habrá muchos y mejores. –Me sonrió coqueto y después abandonó nuestra habitación dejándome un beso plantado en la mejilla y cerrando lentamente la puerta.

Agradecí interiormente que me dejara sola. En estos momentos tendría que poner en claro todos mis pensamientos.

Cuando vi por primera vez a Niall, sin duda lo que cruzó por mi cabeza –y ustedes lo saben– es que era un cretino, egocéntrico, niño mimado. Y no estaba tan mal, la verdad.

Yo no quería tener nada que ver con él, hasta que me dieron la "noticia del año".

Casarme con él me hizo pensar lo peor. Siempre nos íbamos a tratar mal, pelear. Iba a tener una vida de tristeza. Pero hay algo que está cambiándome esa perspectiva. Más bien «alguien».

Aunque no lo quiera admitir, el beso que hace unos instantes provoqué, causó en mi interior algo indescriptible. No será que...

Algo me hizo parar de pensar sobre todo lo que me abrumaba.

Volteé rápidamente en dirección a la puerta y una chica pelirroja se asomó descaradamente.

–Disculpa, ¿sabes dónde está James? –Me preguntó.

– ¿James? –Reprendí.

– ¿No lo sabes? Niall James. –Respondió algo juguetona. «Oh, claro.»

–No sé dónde se encuentra. Seguramente está con aquel chico... –«Vamos, vamos, vamos. Recuerda.» – ¡Charlie!

–Oh, muchas gracias. Pero precisamente vengo de allá y no está. Esto es extraño. –Me sonrió. Después de unos largos segundos de silencio incómodo, volvió a decir. –Eres la princesa Charlotte, ¿no es así?

–Sí, así es. ¿Tú quién eres? –Pregunté algo animada por la simpatía de aquella chica.

–Me llamo Nicoletta Horan, un gusto. –Me sonrió aún más ampliamente. –Soy la prima menor de Niall.

–Oh, un gusto, Nicoletta. –Sonreí ahora yo algo tímida. – Y, ¿cuántos años tienes? Si se puede saber.

–Claro. Tengo 16 años. Casi 17. –Dijo algo emocionada y tirándose a la cama junto a mí. –Mis padres me están organizando una fiesta, ¡wow!, ¡ya quiero que sea mi cumpleaños! Claro que estás invitada, por si eso te preguntabas. Ahora es como si fueras mi prima. –Dijo más sonriente.

–Uh, gracias. –Dije algo tímida.

–Tú tienes 14, ¿verdad? –Preguntó.

–Sí. –Respondí sonriente y acto seguido asentí con la cabeza.

–Entonces somos casi de la misma edad. –Me sonrió. Vaya, a esta chica le va a doler el rostro, pero me ha caído muy bien. –Por fin mis tíos eligieron a una chica como tú.

Ocasión esperada. Cada vez falta menos para la boda. x