Aullidos

3.9K 260 18
                                    

Legolas se quedo en shock.
-¿que?!!- pregunto sorprendido.
Thranduil volteo la cabeza para míralo ligeramente y respondió
-Me has oído bien, estoy enamorado de Heloize-
-Me estas mintiendo- dijo Legolas enfurecido.
-Para que habría de mentirte?- dijo Thranduil con una sonrisa siniestra.
-Mis sentimientos son sinceros, la quiero y la deseo- dijo Thranduil .
A Legolas le hervía la sangre de sólo escucharlo.
-Y que te hace pensar que ella te quiere?- dijo muy molesto Legolas.
Thranduil se encogió de hombros.
-No se sí será su mirada o su sonrisa o sus besos- dijo Thranduil.
-¿!Besos?!- se sorprendió Legolas.
El simple hecho de imaginarse a su padre besando a Heloize le revolvía el estómago.
-Era mi amiga...Ada...¿cómo pudiste?-dijo Legolas notablemente herido.
-Y ella seguirá siendo tu amiga. Y esto no fue algo que yo esperaba - dijo Thranduil un poco aturdido.
-¿Por eso la obligaste a que se quedara no es cierto?- ahora los hermosos ojos azules de Legolas se empezaban a poner rojos por las lágrimas que el elfo guardaba con fuerza.
-No la obligue a nada- dijo Thranduil ya un poco molesto por las acusaciones de Legolas.
-!¿CÓMO PUDISTE CAMBIAR A MAMA ASÍ?!-soltó de la nada elfo al borde del llanto. Thranduil lo miro con confusión y encontró en la mirada azulada de su hijo el dolor que le había causado.
-No la cambie. A tu madre la ame y la amare como nunca ha nadie lo he hecho y jamás la dejare de amar. Pero Heloize prende un fuego dentro de mi muy diferente.- Dijo Thranduil acercándose un poco a Legolas.
El chico lo miraba con odio y rencor. Entonces Thranduil hizo algo que Legolas no esperaba.
Lo abrazo.
Thranduil abrazo a Legolas como nunca antes lo había hecho en mil años.
-Jamás podré cambiar a tu madre Legolas, ella era única-
Legolas cerro los ojos y lo abrazo con fuerza. Thranduil aún tenía las flores que había cortado para Heloize en la mano y una espina ya le empezaba a sacar sangre de la mano.
Thranduil comprendió que Legolas aún sufría por la muerte de su madre. Era obvio... la quería mucho.
Thranduil lo despego de su pecho con suavidad y le quitó una lágrimas Legolas con el pulgar.
-Yo te adoro mi pequeña hojita y no era mi intensión lastimarte- dijo Thranduil.
Legolas se quedo pensando sorprendido. Hace unos meses su padre era frío como una roca y nunca hubiera pensado en recordarle que lo quería. Ahora parecía muy sentimental. Tal ves después de todo, Heloize le hacía bien pues iba ablandando su corazón.
-Esta bien Ada- dijo Legolas.
Thranduil sonrió y se dio la vuelta para seguir caminando. Legolas no dijo nada más. También se dio la vuelta y siguió su camino pensativo.
----------------------------------------
Heloize se probaba un hermoso vestido color vino que combinaban con unos tacones de cristal del mismo color. Escucho como tocaban la puerta con delicadeza y sin preguntar quien era abrió la puerta.
Frente a ella estaba Thranduil quien con una sonrisa la abrazo y le recibió con un beso pasional.
Entro tomándola de la cintura y cerrando la puerta con el pie.
La siguió besando hasta llegar a la cama. Ella lo había enganchado sus brazos a su cuello y tenía que ponerse de puntitas para poder alcanzar sus labios.
-Ese vestido se te ve hermoso- dijo entre el beso.
Heloize sonrió de lado a lado. A Thranduil lo volvía loco su sonrisa y sus ojos marrones que tomaban un brillo especial cuando sonreía.
-Por favor, nunca dejes de sonreír- dijo Thranduil con ternura mientras delineaba la cara de ella con su dedo.
Heloize atrapo su mano contra su cara y la beso con ternura. Thranduil sonrió y le entrego las flores. Heloize las coloco en un hermoso jarrón con dibujos hechos a mano. Observo la mano herida del elfo y la tomo para examinarla.
-Las espinas te lastimaron- dijo ella con preocupación.
-No es nada- dijo Thranduil.
-Déjame curarte- dijo Heloize con una pequeña sonrisa picara.
Thranduil asintió y contemplo como la chica le vendaba la mano y le limpiaba la herida.
-Gracias- dijo él tomando su cara entre sus manos y depositando un suave beso en sus labios.
El beso cambió a volverse más profundo. Thranduil se sentó en la cama y ella le se sentó encima de él apresando su cintura con sus piernas. Thranduil la separó un segundo del beso y la miro con admiración. Entonces la atrajo hacia si mismo empezó a bajar el cierre de su vestido. Heloize lo detuvo y Thranduil la miro confundido.
-Ahora no..-le susurro con delicadeza en su oído.
-Me vas a matar Heloize!- dijo el con rabia. Heloize río suavemente.
-Apuesto que hay por lo menos una docena de elfos esperando a que vuelvas a tus asuntos reales- le dijo mientras le besaba la oreja.
-Pueden esperar-dijo el al borde de arrancarle el lujoso vestido.
-Mmm, no lo creo. Además escuche que hoy tendrás una cena ¿no? Debes prepárate- dijo Heloize.
Thranduil le sostuvo la cara entre sus manos y sonrió.
-Esta bien. Pero quiero que me acompañes esta noche-dijo Thranduil. Ella asintió y lo despidió con un beso.
+++++++++++++++++++++++

Faltaban unas horas para la cena y Thranduil ya estaba listo. Traía una túnica blanca con diamantes que brillaba con hermosura. Unas mallas negras que delineaban su buen cuerpo y unas botas más negras y relucientes que nunca. Le peinaron sin mucha dificultad y le pusieron su corona que en esta ocasión era blanca y con gemas azules.
Se disponía a ir a checar que todo para la cena estuviera en orden cuando tocaron a su puerta.
Era un joven elfo sirviente que al parecer tenía pánico de estar ahí.
-Buenas noches mi..mi.mi Rey Thranduil, traigo una carta para usted- dijo el joven mientras extendía la mano con una carta. Thranduil la tomo y agradeció al elfo por traérsela.
Frunció el ceño al ver el tipo de papel de que era, ya que era muy fino de olor a avellanas. Pero lo frunció aún más extrañado de ver que provenía del Bosque Dorado.
Se sentó en su majestuosa cama y abrió el sobré.
En el decía lo siguiente:
"Rey Thranduil
El motivo de esta carta es para informarle que se solicita su presencia en la suprema corte del Bosque Dorado como un testigo del joven Ankris de los Robles.
Al joven se le acusa por asesinato a 16 elfos y licantropia. Agradeceremos si confirma su asistencia lo antes posible.
Atentamente
La Suprema Corte del Bosque Dorado"
Thranduil tuvo que releer la carta una vez más estar seguro de lo que leía. ¿Asesinato? ¿Licántropo? Eso era imposible en su buen centinela Ankris.
Debía haber un error. Ankris no sería capaz de asesinar a un elfo sin ninguna razón. Pero lo que más le extrañaba era lo de la licántropia ya que entre los elfos esa enfermedad no existía. Escribió rápidamente una carta donde confirmaba su asistencia.
El juicio se realizaría en un par de semanas y tenía que preparar todo antes de irse.
Se sobó la frente con frustración y mando llamar a Legolas.
El joven no tardo mucho en llegar ya con sus mejores galas listo para la cena. Sin decir nada el rey le entrego la carta del Bosque Dorado.
-¿Sabías algo de esto?- quiso saber Thranduil.
-No por que esto es una mentira.- Dijo Legolas frustrado.
-Eso mismo pensé yo- dijo Thranduil,
-por eso te pido que me acompañes a su juicio-
Legolas accedió a ir con él, Ankris era su amigo y el sabía que crímenes así se pagaban con la vida.
///:///:///:///:///:///:///:///:///://

Heloize se puso un vestido especialmente hermoso para la ocasión. La maquillaron de una manera angelical y le adornaron sus mechones rizados con gemas y brillantes. Se veía realmente encantadora.
Thranduil se quedo boquiabierta al verla bajar así.
Thranduil se mostró muy caballeroso toda la noche. Pero se veía distante o mejor dicho distraído.
Heloize le tomo de la mano lo cual lo sorprendió mucho y lo hizo sonrojar.
-Todo esta bien?- quiso saber ella.
-Si, no te preocupes- dijo Thranduil dándole una sonrisa reconfortante.
Término la cena y con esta, el día.
Todos ya se habían retirado excepto por Thrandy y Heloize.
-Heloize, te tengo malas noticias. Hay un problema con Ankris y Legolas y yo viajaremos al Bosque Dorado para arreglarlo. Necesito que te quedes aquí- le explico Thranduil.
-Esta bien- dijo Heloize un poco triste, ya que quería al elfo.
-Te escribiré todos los días- le dijo Thranduil sosteniéndole la mano.
Heloize asintió y Thranduil la beso en cuanto pudo. Se hundió en su esencia mientras grababa en su memoria el sabor de sus labios y el sonido de sus gemidos.

Sobre un Nuevo DominioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora