La familia

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Esa mañana todos murmuraban en el palacio. Las sirvientas elfas se juntaban en sus habitaciones para esparcir el chisme. Inmediatamente Meredid sintió curiosidad de lo que hablaban.
Su amiga Dalia le dijo que un puñado de sirvientas y cocineras se reunirían en unos minutos en el establo para compartir las ideas.
Meredid no pudo aguantar más, sabía que era incorrecto hablar a espaldas de su mayor pero la naturaleza curiosa elfica pudo más que su voluntad.
Término de picar las zanahorias y se escabulló por la puerta y corrió al establo donde una bola de elfas susurraban.
-Meredid! Te habías tardado. Pensé que no vendrías. Me alegra verte- dijo Dalia.
-Vamos, ¿de que hablaban? - quiso saber Meredid.
Las chicas la miraron sorprendidas.
-¿No te has enterado verdad? El rey tiene a una nueva pareja-
-Thranduil? -Dijo Meredid casi riéndose -es imposible-
-Eso pensábamos todas. Creímos que la joven humana Heloize sólo era una tonta mascota del Rey. Un experimento nuevo.- dijo Dalia antes de ser cortada por Meredid -Espera... se trata de Heloize?! Entonces esto es una mentira-
-Escucha! Ayer ambos salieron de la habitación del rey tomados de la mano riendo. Luego una jardinera esta segura de haberlos visto besandose entre los arbustos y la sirvienta de Heloize dice que ya casi nunca esta encerrada en su habitación como antes- dijo Dalia
Meredid sentía que le faltaba la respiración. Le costaba creerlo y aunque muchas veces los elfos inventaban chismes para perjudicar a alguien, jamás se atreverían a retar al Rey de esa forma. Tenía que ser cierto.
-Si esto es cierto, pronto todos en el reino lo sabrán y el congreso vendrá pronto- dijo Meredid
-Si- dijo Dalia -Seguramente Heloize será condenada a muerte por embrujar al rey-
-¿embrujar? pregunto Meredid sorprendida.
-Claro! Es obvio que usa un hechizo para que el Rey la quiera- dijo Dalia.
Meredid negó con la cabeza. Heloize no sería capaz de hacer algo así, además ella no sabía usar la magia. No espero ni un segundo más y corrió de vuelta a la castillo para buscar a Heloize y escucharlo de sus propias palabras.
En eso paró es seco frente a la puerta. Pues un alto elfo ya había llegado primero.
Era tan Rubio, fuerte y alto para ser un elfo cualquiera. Además llevaba escudo y una corona que le parecía familiar. El elfo tocaba la puerta. Parecía algo desesperado. Le pareció por un segundo que era Thranduil.
Se aproximo al elfo quien se dio vuelta y la miro con unos ojos verdes tan intensos que la congelaron.
-Disculpa, soy el Príncipe Kainduil, he venido a ver al Rey- declaro el elfo.
Meredid adivino inmediatamente de quien se trataba y sin decir ni una palabra abrió la puerta.
El elfo paso con la cabeza en alto e ignoro completamente a los guardias quienes inmediatamente le abrieron el paso.
Meredid respiro hondo y corrió a la cocina mientras pensaba en un plan.
-Maldición - dijo mientras veía desde la cocina como el elfo se habría el paso entre la multitud.
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Thranduil paseaba en las almenas del palacio. La vista era realmente bella. Respiro y logro sentir los aromas florales que rodeaban el palacio. Pero percibió un aroma que se le hacía extrañamente adictivo.
-Se que estas ahí-dijo y se volteó para saludar a Heloize con una sonrisa.
Ella le devolvió la sonrisa y con paso ligero se acerco a él.
Thranduil la abrazo mientras la besaba con lentitud.
-Thranduil...- dijo Heloize
-Si?-
-Creo que todo el palacio ya lo sabe y no se sí lo tomaran bien...todo el día se han pasado chismeando- dijo Heloize algo incómoda.
-No me interesa lo que ellos piensen-
-Hablé con Meredid... me dijo que El Consejo vendrá y creen que te estoy hechizando-
Thranduil rió un poco
-Ya sabía que vendrían. Era sólo cuestión de tiempo.-
Heloize le molesto su actitud de sabelo todo y le dio una mirada sería.
-Thranduil! Esto es serio, ellos me quieren muerta-
-No exageres-
-Yo no estoy...!- antes de que terminara una sirvienta abrió la puerta interrumpiendo de manera vergonzosa la conversación.
-Lo siento mi señor... es que el Príncipe Kainduil quiere verlo mi señor- dijo.
-¿Que?! ¿Kainduil?! Qué hace él aquí?-casi grito Thranduil
-¿Quienes es?- pregunto Heloize alarmada por la reacción de Thranduil.
Thranduil la miro de reojo y con la mandíbula notablemente apretada se dirigió a la puerta mientras dijo con un gruñido
-Mi hermanito
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Kainduil ya lo esperaba en el salón de la juntas reales. Se había sentado en un buen sofá mientras bebía el buen vino que había mandado pedir.
Thranduil entro sin tocar bruscamente y azoto la puerta tras de si.
-¿Que haces aquí?!- pregunto Thranduil notablemente molesto.
-También me da gusto verte hermano- dijo Kainduil con una sonrisa burlona.
Kainduil se paró y dejo la copa en la mesa.
-Creo que sabes muy bien a que vine- dijo Kainduil.
Thranduil le miro fríamente a los ojos.
Realmente eran muy parecidos.
Thranduil era el mayor de los 3 hijos de Oropher. Después de él le seguía Kainduil y después su dulce hermana TN (tu nombre 😊). Siempre hubo mucha rivalidad entre Thranduil y Kainduil.
Físicamente eran casi idénticos. Kainduil tenía los ojos tan verdes como esmeraldas como los de su padre y ambos hermanos compartían el pelo lacio y Rubio de su padre. Pero a Thranduil siempre lo habían elogiado por su fuerte apariencia varonil y sus hermosos ojos azules de su abuelo. Thranduil era más alto por unos centímetros y había dominado a la perfección todas las artes del combate; lo que Kainduil nunca logro.
-Me han llegado noticias de que tu pequeña "mascota humana" te ha puesto un hechizo muy fuerte de amor y venido a verlo con mis propios ojos-
Dijo Kainduil con una tranquilidad alarmante.
-No me hechizo. Me enamoré de ella. ¿que tan difícil es de creerlo?- pregunto Thranduil tratando de calmarse.
Kainduil lo miro desafiante
-No me hagas reír Thranduil, ya déjate de tonterías y comportate como rey- dijo Kainduil apretando los dientes.
-¿Acaso mi Reino esta en crisis? Heloize no me ha causado nada malo-
Declaro Thranduil.
-Ya veo, me parece que el hechizo de amor es más fuerte de lo que creí-
-!Basta¡ No estoy bajo ningún hechizo-
Kainduil rió y se dirigió a la puerta
-Nuestro padre estaría muy decepcionado de ti, Thranduil- Eso fue como una flecha directa al orgullo del Rey. Entonces Thranduil sonrió.
-Como si tu esposa enorgullecerá mucho a nuestro padre..- se burló Thranduil ya que sabía que su padre siempre se quejó de la pareja de su hermano.
-Ya veté, no tienes nada que hacer aquí- dijo Thranduil
-No me puedo ir hermano. TN viene en camino. Se quedará a vivir una temporada contigo-
-¿Por qué?- dijo Thranduil. Thranduil adoraba a su hermanita menor❤. Al principio Thranduil era muy inseguro y temeroso y su padre deseaba que fuera Rey. Entonces fue cuando TN le daba su apoyo y relajaba la tensión de su querido hermano.
-Ha estado mal estos días... esta siendo muy imprudente y quiere escaparse y tener una vida normal. Solo a ti te escucha. Aunque no se sí sea lo mejor que este contigo....después de todo también tu estas loco- dijo Kainduil burlón mientras salía de la habitación.
Thranduil se quedo sólo y así se quedo por un rato más. Se quedo pensando en TN.
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Heloize estaba en los jardines mientras recolectaba algunas flores. Entonces sintió una presencia detrás de si misma. Sonrió al notar la sombra alta y elfica.
-Me alegra que regresaras, he estado buscando a Loremi.... no la encuentro por ninguna parte ¿la has visto?- pregunto Heloize sin voltearse.
No hubo respuesta.
-Thranduil no me ignores yo.....- se quedo de piedra cuando se volteó para descubrir a Kainduil mirándola fríamente.
-Yo... lo siento- dijo Heloize aún petrificada.
Kainduil se acercó un paso más a la joven quien se quedo inmóvil.
Heloize vio lo mucho que Kainduil se parecía a Thranduil. Entonces se dio cuenta que lo estaba mirando por demasiado tiempo a los ojos.
De repente Kainduil acercó peligrosamente más su rostro al de Heloize.
-¿que estas hacie....- antes de que Heloize pudiera terminar la frase Kain la empujo fuertemente contra un árbol y le coloco ambas manos en el cuello levantándola del suelo. Heloize no comprendía lo que sucedía. Repentinamente Kainduil se volvió en una bestia asesina y ahora Heloize luchaba por una bocanada de aire.
-Se que no eres hechicera, se te nota en la mirada. Maldita seas humana! Alejate de Thranduil o te juro que yo mismo te matare- Dijo Kainduil sonriendo mientras sus ojos esmeraldas disfrutaban ver como la joven empezaba a desmayarse.
Entonces cuando el cuerpo de Heloize dejo de moverse en busca de aire Kainduil la soltó y dejo su cuerpo caer contra el suelo.
Se acercó un poco a ella para notar que aún seguía respirando. Sólo la quería intimidar, no la planeaba matar... aún.
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Thranduil miraba atentamente a Heloize.
La chica seguía sin abrir los ojos.
-Doctor... que le ha pasado?- quiso saber Thranduil.
-Me temo que fue asfixiada-
-¿Cómo dice?- pregunto sorprendido.
Entonces el doctor le alzó la barbilla y señalo la marca de unas manos.
-Aquí- señalo el doctor.
Thranduil frunció el ceño y observo la notoria marca de un anillo muy peculiar en su cuello.
Sin decir ni una palabra se levantó y se fue de la habitación como un animal a punto de estallar.
Kainduil descansaba en su habitación cuando Thranduil entro y antes de que Kainduil pudiera reprochar le dio un fuerte puñetazo en la cara.
-Te irás hoy mismo. Yo recibiré a TN pero tu te vas hoy mismo- le dijo Thranduil con suma elegancia como siempre tratando de ocultar su ira.
Kainduil se levantó un poco mientras tenía una mano en la cara.
-Ada siempre dijo que los golpes no era de caballeros- dijo Kainduil con todo su odio en la mirada.
-¿y acaso asesinar a la novia de tu hermano si?!- dijo Thranduil al borde de su paciencia.
-No la asesine- dijo Kain.
-No, pero no me voy a arriesgar.-
Sin decir nada más Thranduil se retiró y ordeno que los sirvientes recogieran las cosas de Kainduil lo más pronto posible.
Heloize despertó y aunque insistió que no tenía nada en contra de Kainduil, el príncipe se retiró esa misma noche.
A la mañana siguiente una risa peculiar despertó a Heloize. Era una risa de una elfa pero en todo el tiempo que había vivido ahí, nunca le pareció escuchar nada igual.
Se levantó y se dejo llevar por el melodioso sonido hasta una habitación desconocida.
Abrió e inmediatamente un intenso calor salió de la habitación.
Era un invernadero lleno de plantas tropicales y hermosas flores exóticas.
Camino un poco más y encontró a hermosa elfa que reía y jugaba con unos pájaros. La elfa era realmente bella y tenía una sonrisa simplemente encantadora. Tenía puesto solamente un ligero vestido blanco que parecía bastante cómodo.
Cuando la elfa noto que la joven la veía dejo de reír.
-¿Quien eres?- pregunto Heloize.
-Eso depende de quien pregunte- dijo ella.
-Soy ... una invitada del Rey-
-¿A sí? Que raro... no le suelen gustar los humanos a Thranduil-
A Heloize le sorprendió que la elfa desconociera quien era ella.
-Bien y tu quien eres? - volvió a preguntar Heloize.
-Huuummm... tal vez sea mejor que no lo sepas- dijo la elfa.
Heloize noto algo especial en la joven. Si bien tenía todas las características físicas de una elfa, jamás había visto a una tan.... sonriente? que fuera tan ruiseña. En apariencia la elfa era de la edad de Heloize pero era mucho más bajita que las elfas que había conocido.
-Es hermoso no? - dijo la elfa.
-¿que? Ha! el invernadero. Si que lo es- dijo Heloize.
-Adoraba cuando Thrandy y yo éramos sólo unos niños y veníamos aquí y nos ocultábamos de Kain- el sólo oír el nombre de Kain ponía los pelos de punta a Heloize.
Entonces se dio cuenta que la elfa debía ser especial para haber jugado con Thranduil de niños.
-Vaya...-sólo le ocurrió decir a Heloize.
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Thranduil se alegró al saber que su hermano al fin se había ido y entonces recordó que TN vendría esa misma tarde. Entonces Thranduil se acercó a un mayordomo para saber su el cuarto de su hermana estaría listo ya.
-Su majestad... me temo informarle que llego esta misma mañana- dijo el mayordomo.
-¿y por que no estaba enterado?!-se molesto Thranduil.
-La señorita TN nos pidió que no le informáramos. Sólo nos indico que lo esperaría en su lugar secreto-
Thranduil asintió y no pudo evitar sonreír.
Las locas ideas de su hermana siempre le agradaron. Antes de haber perdido a la madre de Legolas Thranduil había perdido a la pequeña TN. La perdió cuando su padre la desterró y prohibió que cualquiera le hablara. Cuando Oropher se enteró que TN no era su hija si no una mitad humana mitad elfa desterró a la chica. No fue culpa de TN que la madre de Thranduil se hubiera embarazado de un hombre, pero Oropher no toleraba que la considerara la gente como su hija. Entonces Thranduil sintió que había perdido a su mejor amiga, a su cómplice. Desde entonces Thranduil se fue volviendo más y más duro conforme olvidaba a TN. Ni aún la madre de Legolas logro recuperar al antes siempre sonriente Thranduil.

Sobre un Nuevo DominioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora