Enamorado de mi mejor amigo

Especial Navideño 1: "Shun x Hyoga. noche buena"

Pov Narrador.

En la mansión Kido el espíritu navideño ya se sentía, no había ningún lugar que no estuviese adornado para esta celebración tan importante. Cada caballero estaba ocupado en sus que aceres, todos esperaban con ansias que la noche llegara, puesto que Saori y ellos mismos tenían sorpresas para sus amigos.

Sin duda alguna el más emocionado era Shun y Seiya, que no dejaban de ir de aquí para allá, y de allá para acá; no paraban de revolotear por toda la casa. Parecían dos niños que esperan ansiosamente que la noche llegue para ver sus regalos.

—Shun quedate quieto por un rato, me tienes mareado. —Se quejó el rubio mirando a su novio sentado en la cama de éste.

—Pero no puedo Hyoga... —murmuró haciendo un adorable puchero—. Es que estoy muy emocionado, la época del año que más amo llegó y... —Fue silenciado por los labios de su amado; quien se había levantado de su asiento solo para besarlo.

—Sé que amas la navidad Shun, por eso te quiero dar un regalo antes de que llegue la noche —dicho esto lo comenzó a besar mientras pasaba sus manos por debajo de la playera del peli-verde, acariciando descaradamente toda su espalda y parte de su vientre.

—Mnhg... Hyoga mi hermano nos puede descubrir —balbuceó  entre suspiros.

—No lo hará, acompañó a Saori y a Seiya a no sé donde. Estamos solos en la casa Shun. —Volvió a unir sus labios con los del contrario. En un ágil movimiento se deshizo de la molesta polera que cubría el torso de su novio.

Lo llevó hasta la cama y lo acostó en ella, se subió encima de él y comenzó a besar cada parte de su cuerpo que estaba descubierta.

—Hyo...ga... —balbuceó a penas el nombre de su novio, poco a poco el menor comenzaba a excitarse por el actuar del contrario. En pocos minutos la ropa había desaparecido por completo.

—¿Es necesario que te dilate? —el joven de ojos verdes negó con la cabeza—. Esta bien, voy a entrar —avisó el rubio antes de entrar en el cuerpo del contrario de una sola estocada que hizo que algunas lágrimas brotaran de los ojos del santo de Andromeda.

—No seas tan brusco.

El contrario hizo caso omiso y continuo embistiendo bruscamente haciendo que el peli-verde gimiera más y más alto que antes.

Sin duda para ambos era el mejor regalo de navidad que ambos podrían tener.

Hola, sé que es cortísimo pero no pude escribir nada casi, salimos todo el día y anoche... Bueno anoche ni recuerdo como llegue a mi cuarto... (Eso suena mal, si sé como llegué a mi habitación pero mareada por la copita de vino que me hicieron beber para el brindis)

Emms, el próximo cap. Será mpreg, para poder hacer que el SungJae llore (es lo único que se me ocurrió y porque me encanta ese genero. Sin embargo no alterará el fanfic en absoluto)