Enamorado de mi mejor amigo

cap. 26: "¿Todo era una mentira?"

Pov Narrador

SungJae vio a Shiryu correr junto a Seiya hacia el centro del bosque lo más rápido que les era posible. Se quedó mirándolos fijamente hasta que se detuvieron frente a él.

-Jae, ¿lograste escapar? -preguntó Shiryu algo emocionado.

-¿Escapar? ¿Y yo para qué lo haría? Digo, no es necesario hacerlo ya que no estoy aquí a la fuerza, sino por voluntad propia -masculló, frío, sin apartar su vista de ellos.

-¿De qué hablas? Tú... No me digas que eres un...

-Así es, soy un guerrero de Hera -afirmó, serio a muerte-. Soy SungJae, el caballero del Gumiho y a la vez la reencarnación del Rey Demonio.

-¿Cómo es eso?

-Qué lento eres Seiya, no soy solo un caballero común como mis demás compañeros, soy la reencarnación del rey demonio y, además, soy el hijo de dos demonios -sonrió, altanero-. Lo siento por ustedes; pero no lograrán derrotarme.

-Es un rey que le vendió su alma, cuerpo y vida a los demonios para poder convertirse en un demonio completo y no en un híbrido como lo era antes del pacto -habló con tono triste mirando a SungJae-. Al principio ese rey era bondadoso y preocupado por sus aldeanos, pero con el pasar del tiempo fue volviéndose frío, sádico y ya no le importaba la vida de los ciudadanos e incluso él mismo acabó con la vida de su mujer y la de sus hijos.

-Shiryu, puedes contarle la historia todas las veces que quieras en el infierno -interrumpió su relato, algo molesto-. Además, no es así.

-No pienso pelear contra ti, bebé.

-¿Es que acaso tu maestro jamás te ha enseñado que no importa quién sea tu contrincante? Tu enemigo es tu enemigo, y no debes fiarte por solo su apariencia -sentenció el menor sin demostrar emoción alguna.

Sin decir más, el de cabellos morados se colocó su armadura que estaba almacenada en un collar como el de un gato; para empezar, su rostro fue cubierto hasta la mitad por una máscara negra, unas hombreras y coraza azul marino con diseños en dorado y morado. El cinturón de color dorado, pantalones ajustados de color negro al igual que la playera que usaba bajo la coraza, y por ultimo unas botas de color azul hasta la rodilla con franjas doradas con más morado. En su espalda había dos espadas distintas, una de ellas era una espada de doble filo, mientras que la otra era la espada del olimpo.

SungJae, en un movimiento ágil, dificultó el accionar de ambos caballeros, usando sus poderes de Gumiho.

-¿Qué pasa? Mi cuerpo está siendo atrapado por las ramas de árboles... -Forcejeó Seiya para liberarse, pero sus intentos eran completamente inútiles.

-Esto es ridículo. ¿Con esta fuerza tan patética le ganaron a Hades? Qué fiasco. Bueno, antes de matarlos jugaré un poco con sus cuerpos -dicho esto, el caballero de Hera hizo que las plantas comenzaran a apretar más y más el cuerpo del santo de Pegaso. No se detuvo hasta que lo vio desmayarse-. Qué débil, no fue capaz de entretenerme ni por un minuto...

-¿Por qué haces esto? -preguntó afligido el santo de dragón.

-Porque es mi deber de caballero. Por mí, jamás les habría hecho esto, pero no tengo opción... -expresó con un poco de melancolía-. Les daré una opción, los dejaré vivir siempre y cuando se larguen de aquí y no vuelvan jamás. Pero si no aceptan morirán... -fijó las condiciones, desenvainando la espada de doble filo.

-Ya dije que no quiero pelear contra ti, pero sino hay opción tendré que hacerlo -exclamó el contrario poniéndose en posición de ataque.

-Deja de alegar de una vez y céntrate en nuestro combate -dicho esto, desenvainó su espada de doble filo.