Pov SungJae
Me desperté sintiendo un peso sobre mis caderas, tallé mis ojos con algo de pereza y luego los abrí para poder ver que era lo que estaba cargando su cuerpo. Sin lograr evitar la sonrisa más pura y real que en toda mi vida haya hecho, se plasmó en mis labios.
Con cuidado y cariño, comencé a delinear las facciones del rostro ajeno, detuve las caricias cuando el mayor hizo una mueca amenazando con despertar, sin embargo no lo hizo. Dejé escapar un suave suspiro aliviado.
Deshice el abrazo con cuidado y me comencé a vestir rápidamente; encontré una camisa de mi novio en un sillón y la tomé prestada por un momento, a un lado de la cama encontré mis bóxer y me los coloqué, se veía algo gracioso ya que la camisa de Shiryu me llegaba hasta medio muslo, para luego salir de la habitación de Shiryu y sólo me dirigí a la cocina.
Ya en ella empecé a buscar con la mirada las cosas que necesitaba para preparar el desayuno y no tardé en encontrarlos. Comencé a reunir los productos imprescindibles para lo que prepararía.
Iba a cocinar sopa de miso blanco, arroz cocido, salmón a la parrilla, encurtidos, tortilla, un estofado de algas y una sunomono de judías y umeboshi.
Primero para el estofado de acelga; dejé remojando las algas en agua templada; tendría que dejarlo en remojo por veinte minutos, así que continué con la ensalada de judias y umeboshi, ya que no quería desperdiciar ni siquiera un minuto en realizar cada platillo. Una vez que terminé con ello, continué la preparación del estofado ya que la ensalada me había tomado veinte minutos en prepararla y justo era el tiempo que tenía que estar la acelga remojando, así que tomé las acelgas y les comencé a escurrir el agua; en un cazo coloqué las algas con edamame y aceite. Lo salteé durante un minuto y añadí el agua con el dashi, la soja y el mirin. Lo cociné a fuego medio hasta que el líquido se evaporó casi por completo. Y así continué con la preparación de todo lo demás.
Ya llevaba como una hora preparando todo, estaba realmente concentrado en ello que no me di cuenta de la presencia del mayor en la cocina hasta que sentí unos brazos rodear mis caderas, di un pequeño brinquito sorprendido y me volteé a mirar al dueño de esos brazos.
— ¿Ya despertaste? —pregunté y sólo me maldije por la estúpida pregunta que acababa de hacer, lo estoy viendo despierto y le pregunto esa idiotez.
— Si, me desperté al no sentirte a mi lado y por el olor tan esquisto que había. ¿Qué estás preparando?
— Umm, es un desayuno japonés, creí que sería buena idea... —balbuceé antes de girarme y continuar sirviendo.
— Se ve sabroso —susurró cerca de mi oído lo que me hizo estremecer.
— Ve a lavar tus manos y siéntate... —dije apartándome un poco para poder llevar los platos a la mesa.
No obtuve respuesta alguna, solo oí los pasos del santo de Dragón alejarse de mí. Me volteé un poco para mirarlo de reojo y una vez más me encontré suspirando de alivio. ¿Qué me está ocurriendo? ¿Por qué cada vez que se me acerca Shiryu comienzo a contener el aire? ¿Y qué es esta fatiga que siento?
Una vez más estaba sumido en mis pensamientos que no me percaté de la mirada atenta y preocupada de mi novio, quien al llamarme me trajo literalmente de regreso a este mundo.
— ¿Ya~ya estás listo? —indagué desviando la vista, hasta la comida.
— Sí, sí lo estoy... Bebé, ¿ocurre algo?
— Claro que no, ¿por qué la pregunta?
— Es que te veo muy distraído, ¿algo te preocupa?
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Enamorado de mi mejor amigo
RandomHola mi nombre es Shun,tengo 17 años y vivo en la casa de mis amigos junto a mi hermano mayor Ikki, es un chico frió pero es buena persona, tiene 19 años y me a cuidado desde que era un bebé, ya que nuestros padres murieron poco dedpués de que yo na...