•Lα cαrtα• ||Alan Navarro •CD9•||

52→ "¡Pelea, pelea!"

Narra _____:

Llegué a la escuela y todos desviaron su vista hacia mí, lo cual me pareció bastante extraño. Que yo sepa, ellos no sabían que yo era la anónima de Alan.

Fruncí el ceño y caminé hasta las chicas.

-¿Qué pasa con todo el mundo hoy?- Les pregunté con el ceño fruncido.

-Están diciendo que América va a pelearse contigo por Alan- Me dijo Marian alzando ambas cejas.

-¿Qué mierda?- Pregunté algo asustada.

-¡Hey _____!- Escuché a América gritar detrás de mí.

Me giré asustada y confundida. ¿Pelearse conmigo por Alan? ¿Qué le pasaba?

-Vas a pagar por quitarme a Alan- Dijo furiosa.

-Yo no te quité a nadie- Fruncí el ceño- Tú te hiciste pasar por su anónima, no yo- Continué diciéndole- Creeme que si querías romperle el corazón, esa fue la mejor manera.

-¡Yo no quería!- Chilló- Yo lo amo.

-Pues pudiste enamorarlo de otra manera, no de esa- Le dije molesta- Tú misma te lo buscaste.

América me miró aún más furiosa. Caminó hacia mí demasiado furiosa y supe que me iba a golpear. Entonces estaba en una gran confusión.

¿La golpeo? ¿O mejor no me rebajo a su nivel? ¿Qué hago? Tampoco quería parecer una tonta.

-¡Pelea! ¡Pelea!- Comenzaron a gritar varios chicos y chicas.

Y entonces me pegó un puñetazo y me sacó sangre del labio, lo que hizo que me molestara bastante. Entonces ni siquiera lo pensé y le pegué un puñetazo también, pero mi muñeca me dolió horrible después de que la golpeé. América me pegó una cachetada y me tenía del cabello, pero cuando yo iba a responderle, Freddy nos apartó y alguien también me detuvo por la cintura.

-¿En qué estaban pensando?- Nos gritó Freddy.

-Ella me quitó a Alan- Sollozó América.

-Yo no te quité a nadie, tu eres una mentirosa- Suspiré frustrada- Y ella me golpeó- Contesté defendiéndome.

-¿Era necesario todo esto?- Preguntó Alan detrás de mí. Y supe en ese momento que él era el que me había apartado de América.

Y lo más curioso es que todavía me tenía agarrada de la cintura.

-Alan, yo te amo- Le dijo América a punto de llorar, pero Alan la ignoró y me soltó, y para cuando me miró abrió mucho los ojos.

-¿América te hizo eso?- Me preguntó y yo asentí tímidamente- Vamos a la enfermería, se ve mal- Me tomó de la mano y me llevó dentro del instituto.

América me había golpeado muy feo, por lo que mi nariz estaba sangrando y mi labio estaba sangrando de igual manera. Pero ese moretón en la mejilla no se le quitaría en un buen tiempo.

Alan tenía cara de preocupación y quise decirle que todo era culpa de América, pero preferí mejor no decirle nada.

Cuando llegamos a la enfermería, la enfermera me miró sorprendida, pero después hizo que me sentara en la camilla y después fue por gasas y agua oxigenada para curarme.

Entonces Alan se acercó a mí y me puse bastante nerviosa.

-¿Enserio se estaban peleando por eso?-Suspiró.

-Yo no quise pelear con ella, pero me golpeó y se la regresé- Alcé ambas manos.

-No lo hagas, por favor- Me miró seriamente- Mientras más atención le prestes, más daño te va a hacer, y no quiero eso- Se pasó una mano por el cabello- Solo... Ignorala, por favor.

-Claro- Me encogí de hombros y la enfermera llegó con las gasas y el agua oxigenada.

Cuando empezó a curarme, Alan me esperó afuera mientras yo hacía muecas de dolor. Enserio me ardía horrible, pero ni me quedaba nada más que hacer.

Una vez que terminó tanto con mi nariz como con mi labio, le agradecí y salí de la enfermería. Alan estaba en su celular, y cuando me vio salir lo guardó y se levantó.

-Bueno, ya no se ve tan mal- Me sonrió.

-Pero me dolió horrible- Hice una mueca.

-Sí, lo sé- También hizo una mueca- Pero así no se ve tan mal y no te duele tanto.

-Bueno, si- Me encogí de hombros- Bueno, creo que te veo después, tengo clase de español- Le dije mirando al otro pasillo.

-Oh, bueno- Frunció los labios- Nos vemos en la siguiente clase- Sonrió.

-En la siguiente me toca Artes y tampoco estás conmigo- Le dije divertida.

-Agh- Bufó- Bueno, en la que nos toque juntos o en receso- Nos reímos y entonces el timbre tocó- Nos vemos- Me besó la mejilla y se fue.

Me quedé parada como tonta mirando en su dirección y después me toqué la mejilla con una gran sonrisa en el rostro.

Juro que si no hubiera estado tan emocionada, me hubiera desmayado.

Caminé hasta mi casillero, saqué mis libros y después caminé hasta la clase de español con una gran sonrisa en el rostro.

~*~*~

Dulce estuvo insistiendo todo el día con querer saber que había pasado con Alan después de la "pelea" con América, pero la verdad era algo que me gustaría guardar de recuerdo hasta que decida decírselos a todas.

Estábamos en receso y pude ver a Alan entrar y cuando nos vimos, me sonrió ampliamente, a lo que yo lo hice también.

Marian comenzó a golpearme en el hombro pícaramente y me daba mucha risa, porque parecía que ella estaba más emocionada que yo.

América no dejaba de voltear en mi dirección y me miraba con odio, pero no era mi culpa que Alan se haya dado cuenta de que ella era una mentirosa.

Cuando menos lo esperé, los chicos ya estaban con nosotras y Alan se sentó a mi lado. Sentí mis mejillas arder en cuanto me besó la mejilla al sentarse y Jos junto con todos los chicos empezaron a hacer el típico sonidito de"Uuuuuuuh" cuando pasa algo así. Alan solo sonrió y yo bajé la cabeza, muerta de pena y demasiado roja.

-Vaya tórtolos- Dijo Jos con una carcajada.

-¡Jos!- Exclamé demasiado roja.

-¡Es que ya era tiempo de que estuvieran así!- Sonrió ampliamente- No saben cuanto esperaba para que llegara este día.

-Apoyo a Jos- Habló Gus- Y _____, es inútil que sigas aplicándome la ley del hielo, porque sé que en este momento debes estar agradeciéndome infinitamente por dentro- Todos rieron.

-Está bien Gus, te perdono- Reí.

-¿Un abrazo?- Sonrió.

-Claro, ¿por qué no?- Reí y me levanté para abrazarlo.

-¡Hey!- Exclamó Alan mirándonos con el ceño fruncido y me separé de Gus con una risita.

-Tranquilo hermano, es tuya- Le dijo Gus y no pude evitar ponerme roja de nuevo, por lo que Alan sonrió.

-Hay, que bonito es el amor- Dijo Jos en un suspiro y todos reímos.

~*~*~

Salimos del instituto y Alan se ofreció a acompañarme hasta casa. Al principio me negué por no querer molestarlo, pero al final cedí.

Caminamos hasta casa e íbamos hablando animadamente. Enserio que era algo increíble hablar con Alan. Era una excelente persona.

Entonces, en un momento de silencio, Alan fue acercando su mano a la mía y entonces cuando estuvo lo suficientemente cerca, la entrelazó con la mía.

Sentía mi corazón detenerse y sonreí ampliamente. Esta vez no pude ocultarla.

Alan la notó y también sonrió y después besó mi mejilla.

-Esta vida comienza a gustarme- Sonrió.

A mi también comenzaba a gustarme.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~