Arrastrada por un impulso (Segunda parte)

92 10 12
                                    


La madre de MJ me mira, sentada en el sofá, mientras yo me dedico a observar los pósteres enmarcados que decoran las paredes. Todos son de películas. De hecho, esta mujer estaba viendo una antes de que invadiera su salón. Ahora la tiene en pausa y me examina, lo noto. Siento sus ojos clavados en cada uno de mis movimientos, en mi ropa, en la maraña que es mi pelo hoy... Por favor, que salga ya Jane del baño.

-Así que tú eres la novia de mi hija – me dice.

-Sí, eh, bueno... - meto las manos en los bolsillos en cuanto nuestras miradas chocan – No. Su hija todavía no quiere salir conmigo formalmente, por así decirlo.

-¿Por qué me tratas de usted? ¿Crees que tengo setenta años?

-No, es que... - sonrío, nerviosa, y ella achina los ojos. Parece que va a saltar a mi yugular – Su mirada es un poco... amenazante.

-Soy crítica de cine, chica, lo analizo todo.

-Un trabajo muy interesante.

-No es mi trabajo. Tengo un blog. Mi trabajo es mi cafetería – sonríe con maldad y dice – Le hacemos la competencia al Starbucks de enfrente. Hacemos lo mismo que ellos, pero más barato, y sabe mejor.

-¿Es la cafetería en la que trabaja MJ?

-Exacto – su escalofriante sonrisa se amplía – Un salario menos.

-¡En realidad sí me paga! – grita MJ desde el baño.

Asiento, riéndome con tanta incomodidad que al final prefiero fingir una tos. La madre de MJ me invita a sentarme a su lado en el sofá y lo hago para agradarla, aunque me apetecería más, qué sé yo, besar a Roy.

-¿Te gusta el cine? – me pregunta. Me limito a asentir – ¿Cuál es tu peli favorita?

-No lo sé, supongo que e-

-Respuesta incorrecta. No se puede tener una única película favorita, aunque te confieso que la mía... espera, adivínala: una mujer pelirroja mira la televisión. Hay un programa extraño en el que la gente grita "La fuerza d-"

-Mamá, no le hables a Tricia de esa peli, no quiero que salga de aquí espantada – dice entonces Jane a mi espalda. Ha apoyado las manos en el sofá y mira a su madre con una sonrisa en los labios. Me dan ganas de decirle que ya es tarde para eso.

-Siquiera es mi película favorita, ya lo sabes – contesta ella, y me dirige la mirada de nuevo – Lo importante es si la conoce.

-Creo que... ¿no?

-¡Y así estás mucho mejor! – exclama MJ, alejándose el sofá – Venga, vámonos antes de que mi madre te traumatice de por vida.

El primer pensamiento que corre por mi cabeza es decir que ya lo ha hecho, pero por el contrario, le dedico la mejor de mis sonrisas a esta mujer de mirada tan dura y le digo que ha sido un placer conocerla. Ella me responde con un seco "igualmente" que consigue que siga a Jane a su cuarto casi corriendo.

Suspiro en cuanto ha cerrado la puerta, sentándome en su cama, y ella se ríe burlona. Afirma que le he caído bien, pero yo no estoy tan segura. Ese gesto severo, esa mirada analítica, he fallado sus dos preguntas... nada, me odia, ¡me odia!

-Debería cortarme el pelo – dice MJ de pronto. Al mirarla, descubro que tira de su flequillo. La verdad es que ya le llega a los ojos – Podría quitarme esta cosa para variar o algo. Hace años que llevo este peinado.

-Pero te sienta bien.

-Ya, pero mira –. Se aparta el flequillo con la mano – Hola, soy MJ y tengo diecisiete años –. Vuelve a colocarlo y dice – Hola, soy MJ y mañana cumplo trece.

Torpes con estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora