Una brisa fresca pasa por mi nuca mientras Roy me enseña las fotos que ha sacado hoy. Tengo la melena asquerosa y enredada, por eso la he recogido en un moño, y comento las instantáneas junto a él y Claudia, la mejor amiga de MJ, que ha llegado después de comer con otro buen amigo.
Claudia es bastante introvertida, a veces llegando a resultar seca, pero se ha ido sintiendo más cómoda a lo largo de la tarde y ahora me parece bastante simpática en su silencio casi constante. Antes, cuando no tenía el pelo tan horrible, me ha preguntado si podía hacerme un par de trenzas y le he dicho que me hiciera cuantas quisiera. He acabado con siete u ocho, pero se han deshecho en cuanto he vuelto a nadar un rato.
El otro chico, que se llama Chris, no me gusta demasiado. Ha estado toda la tarde evitándome, incluso me ha dado la sensación de que procuraba que Jane y yo no estuviéramos juntas o a solas, apartándola de mí. Probablemente sean tonterías, al fin y al cabo ellos dos se llevan muy bien y, desde luego, he visto a MJ muy cómoda a su lado. Ahora están tranquilamente charlando, riéndose a ratos, mientras Brendan y Evelyn debaten sobre no sé qué serie.
-Eh, Tricia – me llama entonces MJ. Levanto la cabeza y me dice – Dile a Chris lo que hiciste el otro día.
-Hago muchas cosas – contesto haciéndome la interesante.
-Cuando viniste a mi casa, boba – dice, sonriente.
Tomo aire, apartando con esfuerzo cierta sensación de pesadez. No me gusta pensar en ello. Sé que fue divertido de alguna manera, sé que siquiera es para tanto, pero a veces pensarlo me hace sentir un poco mal. Cierta vergüenza, diría, o como si estuviera presionando a Jane... pero también sus dudas...
Agito la cabeza y esbozo una sonrisa:
-Le pedí salir desde la calle, y ella asomada por la ventana, casi a gritos – digo en tono jocoso, y Jane se ríe con suavidad – Peeero me dijo que no.
-No deberías salir de todos modos – dice Chris de golpe.
El silencio se instaura en el grupo de golpe, incluso Brendan y su novia se callan. La brisa que hasta hace un instante era tan agradable ahora consigue que me recorra un escalofrío. Acerco las piernas a mi torso, buscando calor, y me abrazo las rodillas justo antes de que Jane diga en el tono más triste que le he oído:
-¿Por qué piensas eso, Chris?
-¿Podemos hablarlo a solas? – pregunta él.
-No, venga, dilo aquí – dice Roy, como retándolo. Le miro para descubrir ese gesto duro que tiene cuando se enfada pero intenta ocultarlo - ¿No has sido tan valiente de decir delante de todos que no deberían salir? Pues sé valiente para el resto.
-Cálmate – le susurro, y luego miro a Jane, que coge un puñado de arena para dejarla resbalar luego entre sus dedos. La llamo y nuestras miradas chocan. Parece preocupada – Id a hablar lo que queráis, no pasa nada – digo, esbozando una sonrisa para restar importancia a todo, aunque me cuesta.
-No, tu amigo tiene razón – dice Chris, y le miro. Parece irritado – No creo que debas salir con MJ porque, simplemente, se merece algo mejor.
-¿Qué? – pregunto, frunciendo el ceño.
-Ella es una persona compleja, como te habrás dado cuenta, y tú... tú nunca vas a entenderla bien.
-Apenas me conoces. De hecho, nos hemos conocido hoy.
-Más que suficiente. MJ necesita a alguien que la comprenda y que la quiera incondicionalmente y-
-¿Crees que si no la quisiera así, o me creyera capaz de quererla así más adelante, seguiría aquí a pesar de que me rechazara hace un par de semanas? – pregunto, sintiendo el calor de la ira en mis sienes.
ESTÁS LEYENDO
Torpes con estrella
Teen Fiction"Tricia, te gusta", me dije el otro día mirándome al espejo, llenando mi propia boca del terrible nombre que eligieron mis padres para mí. "Te gusta, admítelo. No pasa nada". Pero sí que pasa, sí. Yo desde siempre he sido gilipollas. De pequeña me d...