-Háblame de ellas -dice, aunque en realidad no le interesa la vida de ninguna, sólo lo dijo para perder tiempo.
Lola le hablo de las cinco mujeres que estaban ahí. Cada una tenía una lencería de distinto color, dos de las cinco son pelirrojas, obviamente fueron descartadas. Miraba con detalle a las restantes pero ninguna le llamó la atención. Su mirada se posa en otro lugar de la gran habitación y ve a una chica joven maquillándose.
-Ella -la señala con mucha seguridad.
-La nueva... -dice entre dientes-. Su turno recién comienza en unos minutos, ¿quieres esperarla en los sillones? -pregunta amablemente.
Éste asiente y la rubia escotada le señala uno de los sillones, que a decir verdad eran muy de los típicos vídeos pornos. La recepcionista se acerca a la chica de pelo negro, la cuál fue señalada por Rubén, y le dice un par de cosas que él obviamente no puede escuchar. La pelinegra asiente levemente y continúa lo que estaba haciendo.
Pasaron ya los quince minutos, Rubén escuchó de todo; gemidos de chicas, gemidos de hombres (la mayoría parecían camioneros), gritos como "¡Golpeame!", "¡Más duro!", "¿Te gusta esto, putita?", entre otros igual o más peores. Cuando ve a la chica elegida dirigirse hacia él, un escalofrío pasa por su cuerpo.
-¿Vamos? -pregunta sonriendo.
Rubén se levanta y comienzan a caminar hacia un pasillo con muchas puertas. Paran en la puerta número 24, la chica busca una llave en su pequeño bolso y la pone en la cerradura para después abrir la puerta.
Se encontraban en una habitación con una gran cama, la cuál se veía cómoda. Tenía la mayoría de las cosas que tenía una habitación de un hotel pero a diferencia que éste se veía barato.
-¿Cómo te llamas? -pregunta Rubén mientras se sienta en el borde de la cama.
-Lo siento, no puedo decir mi nombre verdadero -ríe simpática.
-Dime uno falso por lo menos -le propone.
-¿Cómo quieres llamarme? -le sonríe coqueta. Pensaba que el chico le gustaba decir el nombre de las que se follaba.
-Te llamaré... Belén -ríe-. Tienes cara de Belén -agrega.
-Bien, soy Belén -le seguía el juego-. Eres nuevo aquí, ¿verdad?
-Sí, nunca vine a estos lugares -susurra-. ¿Tú también eres nueva, no?
-Sí, pronto se van a cumplir dos meses de estar aquí.
-Ajá...
El castaño asiente y se queda mirando a la chica pero no de manera sexual ni nada de eso, se quedo mirando cada detalle de ella. Vestía una lencería de color azul oscuro acompañándola con medias transparentes negras hasta las rodillas con los tirantes. Aunque la luz era muy poca, pudo ver que la chica era extremadamente blanca y le gustaba mucho su lunar donde el cuello y hombro se conectan.
-Y dime, cariño, ¿qué te gustaría hacer? -pregunta acercándose a su lado de manera provocativa, él no sintió nada al respecto.
-Me gustaría que me escuchen y poder hablar con alguien de la gran mierda que estoy pasando -dice rápido.
☀️☀️☀️
"Belén" en multimedia.
no pensé que les iba a gustar tanto :0
gracias♡♡.