Te Odio (Luke Hemmings)

20. Soy Peligrosa (Parte III)

LUKE

-Bienvenido a tu nuevo hogar, mi amor.- Me dijo Bonnie, cuando finalmente sacó la bolsa de mi cabeza. Estaba atado de pies y manos.

-¿Qué mierda crees que estás haciendo, Bonnie?

-Shhh... No quieres hablarme en ese tono. No comencemos con el pie izquierdo, Lukey. Tú quédate ahí sentado, y ahora te traeré de comer, ¿Ok?

-¿Por lo menos puedes decirme qué está pasando?

-Mira, Hemmings. Hace algunas horas tuvimos una discusión en la que corrí el riesgo de perderte, y dejaste de confiar en mí, y eso me...

-Me mentiste e inculpaste a mi amiga de algo tan grave como robar, por supuesto que dejé de confiar en ti.-La interrumpí.

-Como sea, déjame terminar. Eso me molestó, y simplemente estoy asegurándome de que no pueda perderte.

-Estás jodidamente loca, Bonnie. Libérame de una vez. Estoy seguro de que hay gente buscándome en estos momentos, te conviene dejarme ir.

Rió cínicamente.-Que te busquen todo lo que quieran, no te encontrarán.

-¿Y cómo estás tan segura?

-Se nota que eres una persona muy confiada.-Dijo, sonriendo de lado.- ¿Tienes idea de quién soy yo? Mi padre es Jack Millar, uno de los principales jefes narcotraficantes de la ciudad. Pedirle que me ayude en un secuestro enviando gente para que te capture y llevándonos fuera de la ciudad fue fácil.

-¿Estamos fuera de la ciudad?

-Eres más tonto de lo que esperaba, Luke. Qué decepción.

Fruncí el ceño.-Seas quién seas, no permitiré que me pongas un solo dedo encima.

-Oh, mi amor, tranquilo. No planeo hacerte daño. Solo quiero esperar a que te den por desaparecido, y así poder ser yo la única que tenga la posibilidad de disfrutar de ti.

-Estás enferma, Millar ¡Libérame de una maldita vez!

-No te pongas loco, que no quiero tener que hacerte pagar haciéndole daño a tus amigos.

-¿Qué? Escúchame bien, Bonnie. Si llegas a hacerle daño a Clara te juro que...

-¿Clara? Nunca la mencioné a Clara. Pero, ¿Sabes qué? Es una gran idea ¡Tráiganla, muchachos!

Dos hombres entraron a la sala con una chica atada en una silla de ruedas con una bolsa en la cabeza, como habían hecho conmigo. Bonnie le quitó la bolsa.

-¡CLARA!-Grité, y dirigí mi mirada hacia Bonnie.-Escúchame, Bonnie. El problema es conmigo, no con ella. Libérala.

-Por desgracia, ella fue la que arruinó mis planes de seguir teniendo la pinta de niña buena. Además, estoy 100% segura de que sigue gustando de ti, y no puedo permitir que haya competencia. Eres mío y solo mío.-Me dijo, con una expresión de placer.- Por lo tanto, planeo deshacerme de ella.

-¿A q-qué te refieres?-Dijo Clara, con una voz temblorosa.

Bonnie se acercó hacia ella y la sujetó del cuello.-Disfruta de estos minutos, Scottfield. Porque son los últimos que te quedan de vida.

-¡¿QUÉ?! ¡BONNIE, NO TE ATREVAS A TOCARLA!-Le dije a gritos.

-Tú cállate, mi cielo. En un rato te traigo tu comida, ¿Ok? Utiliza este tiempo para despedirte de tu amiga, si quieres.

Bonnie salió de la habitación.

-Escúchame, C. No te van a hacer daño, ¿Me oíste?-Fue lo primero que le dije apenas salió.