CLARA
Estaré realmente loca, pero me siento cómoda en casa de Luke. En ocasiones, más que en mi propia casa, incluso.
Mi suerte muchas veces me jugaba una mala pasada, pero en esta ocasión, exageró. Pasé toda la semana estudiando con James para que pudiera aprobar todos mis exámenes. Así lo hice, y mi madre fue feliz.
Esa felicidad le duró unas semanas, ya que ayer le dije que estaba embarazada y no dudó en echarme de casa, dejando a su única hija en la calle.
Yo no quería esto. No busqué quedar embarazada. Y mucho menos, de él. No entiendo por qué tuvo que hacerme esto. Mi propia madre.
Sollocé mientras pensaba en eso, antes de dormir.
(...)
-Arriba, bella durmiente.-Me dijo la madre de Luke.-Has dormido por varias horas. Ya es tiempo de levantarse, ¿No lo crees?
-¿Qué? ¿Qué pasa?-Respondí, todavía dormida.
-Tu amigo acaba de salir, tal vez quieras ir y acompañarlo.
-¿Luke? ¿Salió? ¿Para qué?
-No me lo dijo. Me mencionó que tenía que "arreglar un asunto pendiente" y que se dirigía a la calle Independencia y Libertador, por si quería saber.
Abrí los ojos, sorprendida.-¿A qué calle dijiste?
-Indepedencia y Libertador.
Con el ceño fruncido, me levanté de la cama y comencé a vestirme, preparándome para salir.
Independencia y Libertador. Allí quedaba mi casa.
¿Para qué mierda quería Luke ir hacia mi casa?
Lo único que sé con certeza es que no es bueno.
********
LUKE-¿Hola?-Dije al mismo tiempo que golpeaba la puerta de la casa de Clara.
-¿Quién es?-Gritó alguien al cabo de un rato.
-Luke... Luke Hemmings, señora.
-Vete, no recibo visitas.
-Apuesto a que su hija sí lo hacía.
-Ella ya no es bienvenida aquí.
-Podría estar pasando frío y hambre, ¿No le interesa eso?
-Ha deshonrado a nuestra familia al quedar embarazada. Ahora vete.
-No pienso irme sin razonar con usted.
-¡Bien! Morirás aquí, por lo que parece.
-Abrame la puerta. Por favor.
-No lo haré.
Mierda, es más testaruda que su hija.
-Ábrame la maldita puerta. Es por su hija. Es importante.
-No. No lo es. Ya sé que vendrás a regañarme por abandonar a mi hija. Pero yo ya tomé una decisión, y no pienso cambiarla.
-No busco que cambie su decisión. Solo quiero que me escuche.-Se hizo un silencio.
-Y... Si te oigo, ¿Me dejarás en paz?-Me preguntó.
-Es un trato.
(...)
-Entonces, ¿Qué quieres?
-Sólo vine a decirle que no se preocupe, su hija ya está alojada conmigo en mi casa.
-No es necesario. Sácala de ahí cuanto antes.
-¿Qué? No podría hacerlo.
-Lo tendrás que hacer. Esa chica solo trae problemas. Igual que su padre.
-¿Usted está hablando en serio? ¡Es su única hija!
-¡Y me ha defraudado!
-¿A qué se refiere?
-¡Tendrá un puto bebé, a eso me refiero! Yo la eduqué para que sea una dama, no una zorra.
Fruncí el ceño, y elevé la voz.-No. Eso no se lo voy a permitir. Clara será cualquier cosa, pero no es una zorra.
-¡Por supuesto que lo es! ¿Cómo explicas su embarazo?
-¡Porque es una jodida función natural del cuerpo humano, mierda! ¡Algún día tenía que pasar!
-¡Pero no tan pronto!
-¡Luke! ¿Qué mierda haces en mi casa?-Intervino Clara, que entró a la casa, un tanto agitada.
-¿Qué haces aquí? Vuelve a casa, C.-Le aconsejé.
-¡Te prohibí volver aquí, Clara! Realmente eres una zorra.
A Clara se le notaban unas cuantas lágrimas en su rostro.
La observé a su madre con una expresión de asco.-¿Cómo se atreve a decirle eso a su única hija?
-¡Tú no te metas, imbécil! ¡No tienes idea de quién es la persona a la que estás defendiendo.
-¡Claro que lo sé! Es la chica que me ha hecho imposibles los últimos meses. Es la única chica que me ha hecho llorar. Es la chica que me ha preparado una broma y terminó mandándome al hospital. Definitivamente sé quién es. Pero no me importa, porque sus virtudes son tan grandes que no dejan lugar para ver sus defectos. Esta chica me ha hecho volver a sentir el amor. Me ha hecho reír infinidad de veces. Ha aparecido cuando yo creía que ya no había nadie. Me hizo feliz al menos tres veces por cada vez que me hizo sentir triste. Y ahora me dará al objeto más preciado que un hombre puede tener: una hija. La conozco bien. Puedo opinar sobre lo que se me antoje, en lo que a ella se refiere. Y creo que, si es tan desalmada como para arrojar por la borda a la mejor chica que alguna vez pudo tener a su lado, discúlpeme la ofensa, pero la única zorra aquí es usted. Solo quiero que sepa eso.
Se hizo un silencio en la casa. Su madre no se atrevió a contestar. Sé que tengo razón.
-Ahora, si no le molesta, Clara subirá a buscar sus cosas y se irá conmigo, a un lugar donde la tratarán como los ángeles se merecen ser tratados, ¿Ok?
Ella no me respondió, y Clara subió las escaleras, para ir a buscar sus cosas, supongo.
Cuando regresó, me dirigí con ella hacia la puerta.
-Solo quiero que sepa que ha desechado un diamante. Adiós.-Le dije a su madre, antes de salir de su casa por un buen tiempo, probablemente.-Ah, y nos llevamos a Alfred.-Tomé al perro de Clara y salimos.
Apenas dejamos el lugar, Clara se abalanzó sobre mí en un sincero abrazo.
-Gracias, Luke.-Dijo, entre llantos.-Luego de todo lo que te he hecho, tú aún sigues dando la cara por mí. Realmente eres genial.
-Ya lo dije: Me has hecho feliz infinidad de veces. Todas las cosas malas no tienen comparación con eso. Siempre daré la cara por ti. Eres un diamante, Clara. Y no voy a permitir que le hagan daño a mi diamante.-Ella sonrió, y me besó tiernamente.-Vamos, C. Volvamos a casa antes de que Helenita despierte.
********

ESTÁS LEYENDO
Te Odio (Luke Hemmings)
Ficção AdolescenteClara Scottfield y Luke Hemmings algún día fueron una feliz pareja. Pero eso se acabó, e intentarán olvidarse de una u otra forma. ¿Podrán hacerlo? ¿O el destino querrá otra cosa?