Te Odio (Luke Hemmings)

32. Una voz familiar

LUKE

-¡¿WTF?!-Dijo Tyler.

-Eso. Tendré una hija con Clara dentro de unos meses.

-¡Pero ni siquiera están juntos!

-Oye, ese sermón ya me lo han dado varias personas. Fue un error, pero ya lo hemos asumido y decidimos criar al bebé nosotros mismos como dos adultos responsables de sus actos, ¿Ok?

-¡Pero eres demasiado idiota como para criar a un bebé! Seguramente lo cambiarías por una bolsa de caramelos de miel.

-Y tienes razón. Por eso estoy trabajando intensamente en madurar lo más rápido posible.

-¿Y cómo piensas hacerlo?

-No tengo idea. Ya se me ocurrirá algo, espero.

-Wow, todavía no caigo en la noticia que me acabas de dar.-Continuó Tyler.- Y...¿Cómo lo está tomando Clara?

-Mucho mejor de lo que esperaba. Su madre la echó de su casa por el embarazo, pero hace unos días se reconciliaron y ya volvió a vivir allí.

-Me alegro por ella pero...¿Va a poder lidiar con el embarazo y con la escuela?-Me preguntó, mientras giraba su cabeza para observarla.

-Cuando su embarazo crezca lo suficiente, se tomará unas pequeñas "vacaciones" del estudio, supongo.

-Ahh, cierto.-Dijo.- Oye.

-¿Q...? ¡Auch! ¿Por qué me golpeaste, cabrón?

-¡Voy a ser tío! ¡Te felicito, imbécil!

-Gracias, idiota.-Dije mientras sonreía.

Tuve que contarle a Tyler sobre Helena, solo porque era él. Confío plenamente en que no se lo dirá a nadie, al menos por ahora.

Además, si Clara pudo contarle todo a sus amigas, ¿Por qué yo no podría hacer lo mismo?

(...)

Hoy era el primer día de clases escolares. No estaba muy emocionado por el hecho, sinceramente. Pero, aún así, debía asistir.

Apenas entramos al salón, Schwaller ya estaba allí sentada, esperando para darnos nuestra primera clase de contabilidad del año. Realmente esta mujer es un grano en el culo.

-Alumnos. Es un placer ser la primera profesora en recibirlos en su primer día del último año de su ciclo lectivo. También quería comentarles sobre
...-Bla, bla, bla. Realmente no me importaba lo que decía.

Cada 20 segundos debía voltear a observar el rostro de Clara, para motivarme y saber que todo valía la pena. No solo por ella, sino también por Helenita.

Las amo tanto. A ambas.

-Deja de verme, tonto.-Leí los labios de Clara, que se ruborizó al darse cuenta de esto y dibujó en su rostro una sonrisa.

-No puedo. Eres preciosa.

Clara bajó la mirada, completamente apenada por mi respuesta (Aunque no dejaba de sonreír) y oí algunas risas de Tyler, que estaba sentado a mi lado.

-¿Por qué te ríes, idiota?

-Es que... Eres una jodida máquina de generar diabetes, Luke.-Dijo, y estalló en carcajadas.

-Cállate. Tú y Pat son peores.-Ambos reímos ante mi comentario. Tal vez nos excedimos un poco con el volumen de las risas.

-Hemmings y compañia ¿Tienen algo para comentar al resto de la clase?-Nos dijo la profesora.

-No, señora. Continúe con su clase, por favor.-La desafié.

Ella solo me observó con su clásica cara de odio, y siguió con la clase normalmente.

Y así transcurrió el resto de la jornada. Aburrida, como siempre.

Mi única motivación eran mis dos chicas. Mi hija y su madre.

Cada día estaba más entusiasmado mientras pensaba en Helena. El miedo ya no estaba en mí, y solo me limitaba a disfrutar del momento que, por ahora, es fantástico.

Y daría cualquier cosa por que siga así.

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KELLY

Todavía no puedo creerlo. Lo que más me impactó no fue el hecho de que Clara y Luke vayan a ser padres, sino que lo estén llevando tan bien y que, prácticamente, hayan vuelto a estar juntos. Así, de repente.

No era el desenlace que esperaba para su complicada historia de amor/odio, pero me alegra que vaya a ser un final feliz.

Ambos se lo merecían.

Había terminado el primer día de clases, y estaba caminando hasta mi casa.

Normalmente Luke me habría acompañado, para protegerme de los pedófilos de la zona. O Clara, para que charlemos sobre lo guapos que son los chicos de otros cursos.

Pero no, ellos ya habían quedado en salir a pasear juntos a la salida. Y no les molestaba exponer su "reconciliación" al mundo.

Me parecen raros los altibajos que esta pareja tiene. Un día planean matarse, pero al siguiente salen de la escuela saltando y tomados de la mano.

Definitivamente, son raros. Y lo más preocupante de todo, es que ambos son mis mejores amigos.

Ya estaba por llegar a mi casa. Había una chica con un sweater y un gorro que le cubría el rostro apoyada en la puerta de mi hogar.

Debo estar loca, pero esa mujer me resultaba familiar.

-Disculpa. Debo entrar.-Le dije.

-Claro. Pasa.

Su voz también me era conocida.

Abrí la puerta de mi casa, y entré.

Caminé por el pasillo hasta que llegué a mi departamento, al que ingresé, segundos después.

Suelo dejar la puerta sin llave, ya que la puerta principal del PH ya está cerrada, por lo que cerrar otra puerta más me parecía innecesario.

Me dirigí al baño, me quité el uniforme escolar, y me tomé una ducha.

Cuando acabé, me cubrí con una toalla, y salí a buscar algo de ropa para ponerme en mi cuarto.

Habiéndome vestido, procedí a buscar el control remoto de la TV, para ver alguna de esas novelas de la tarde que tanto me gustan.

Un momento.

¿Y mi celular?

Juro haberlo dejado en la mesa, junto al control. Pero ahora ya no estaba allí.

Comencé a buscarlo por toda la casa, pero no hallé nada.

Entonces se me ocurrió revisar si, de casualidad, no se me había caído en el pasillo del PH.

Pero, al observar la puerta, se me heló la sangre.

Allí había una nota escrita a mano, que decía:

Kelly:
Muchas gracias por tu teléfono. Me será muy útil.
Atentamente,
B.M.

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