33. Hierba mala nunca muere (Parte I)

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CLARA

-¡Pero te he dicho que a partir de hoy volvía a mi casa, Luke!

-No me importa. Hoy quiero que vengas conmigo.

-¿Y para qué?

-Te tengo un regalo.

Me quedé sorprendida un instante, y luego se me dibujó una sonrisa en mi rostro.-Ok, tú ganas. Iré.

Luke hizo un gesto de victoria con la mano, a lo que reí, y comenzamos a caminar hacia allí, luego de salir de nuestro primer dia de escuela.

Esperamos al 135 en la parada, hasta que llegó.

-Espera.-Dijo Luke, impidiendo que suba.

-¿Qué?-Le pregunté.

-Para subir, debes pagar el viaje.

Rodé los ojos.-¿Y cuánto cuesta el viaje?

-Un beso.

Sonreí levemente, y se lo di. Entonces, por fin, me dejó subir.

(...)

-Ok, ya estamos aquí ¿Dónde está mi jodido regalo?

-Shhh. No hables así delante de Helenita.-Me dijo.

-Ups, lo lamento, hija.-Dije, observando mi panza.-¿Dónde esta mi "bendito" regalo?

-Hace poco decidí que no quiero un bebé desnudo.-Comenzó a decir Luke.-Por lo que ayer fui a comprarle ropa.

-¿Qué?-Dije, entre sorprendida y alegre.

Luke abrió una bolsa que estaba tirada por allí, y comenzó a sacar ropa de bebé de ella.

-Yo supuse que Helenita tendrá los ojos de su padre, por lo que me incliné por el color celeste en la mayoría de las cosas que le compré.

-Eres jodidamente tierno cuando te lo propones ¿Lo sabes, no?

-Tienes razón. A veces me sorprendo a mí mismo.

Luke comenzó a mostrarme todas las cosas que había comprado para nuestra futura hijita, y no pude evitar emocionarme al notar lo preocupado que estaba por su bienestar.

Cada vez que me sentía nerviosa, él conseguía relajarme. No podía darme el lujo de sentir miedo por Helenita.

Con un padre así, ¿Qué podría salir mal?

-Awww Luke, gracias por el regalo. Eres un amor.

-Todo sea por ella.-Vino y me besó la panza.-Por Helenita.

Se me escaparon unas cuantas lágrimas de emoción de los ojos, y comencé a besar a Luke.

Pero no fue un beso apasionado, como solían ser los nuestros. Este fue un beso tierno, disfrutando plenamente del momento y del pensamiento de que, tal vez algún día, lleguemos a ser eso que siempre quise tener: Una familia feliz.

Mi móvil vibró, interrumpiendo el beso.

Rodé los ojos.-No lo veas.-Imploró Luke, haciendo puchero.

-Debo leerlo, mi amor. Lo lamento. Dame un segundo.

Me dirigí hasta donde se encontraba mi celular.

Era un mensaje de Kelly.

"Oye, Clara. Debo decirte algo importante. Nos podemos encontrar en algún lado?"

"Claro, K. Dónde y cuándo?"

"Necesito que sea ahora mismo. Estoy en la esquina de mi casa"

"Si es taan importante... Ok, Kelly. Ahí voy" Le dije y, acto seguido, cerré wpp.

-¿Qué pasa?-Me preguntó Luke.

-Es Kelly. Quiere verme para contarme algo.

-Pero... A Kelly no le importan esas cosas. Jamás le pediría a nadie reunirse para contarle algo, cuando puede escribirlo por wpp.

-Tienes razón, pero supongo que esta vez es algo realmente importante.

-Ok. Volverás, ¿No es así?

-Por supuesto. Espérame aquí.-Le dije, dejándole un corto beso en los labios.

-Otra cosa: Ten cuidado, se está haciendo de noche. Vuelve rápido, por favor. Antes de que comience a preocuparme.

-Tranquilo, superpapá.-Dije, sonriendo de lado.

Cerré la puerta de la casa, y me comencé a caminar hacia donde Kelly me dijo.

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LUKE

Clara había salido hace ya 5 minutos, y yo ya estaba planeando jugar un rato al GTA con Tyler. Hace mucho que no lo hacíamos.

Antes de que pudiera hacerlo, alguien golpeó la puerta de casa.

-¿Quién es?-Grité.

-Soy yo, Luke. Kelly.

¿Qué? ¿Qué hace ella aquí?

Le abrí y la saludé.

-¿No deberías estar en el lugar donde Clara y tú quedaron en encontrarse?

Kelly se tomó la frente.-Oh, mierda.

-¿Qué pasa?-Pregunté, y fruncí el ceño.

-De eso mismo venía a hablarte.

-No te entiendo, Kelly ¿De qué me estás hablando?

-Acaban de robarme el celular. Y el/la persona que lo hizo me dejó esta carta.-Me dijo, dejándome inmóvil con lo que acababa de comentar.

Kelly:
Muchas gracias por tu teléfono. Me se muy útil.
Atentamente,
B.M.

-¿B.M.? ¿Y eso qué mierda significa?-Pregunté casi desesperado a Kelly.

-Son unas iniciales, supongo.

Comencé a pensar distintos nombres, hasta que di con uno que coincidía con esas iniciales, dejándome paralizado.

-N-No... No puede s-ser cierto.-Dije.-¡ELLA YA NO DEBERÍA ESTAR!

-¿Qué pasa?-Preguntó Kelly, desconcertada.

-Debo salvar a Clara. Ya mismo.-Dije, y corrí hacia la puerta.

-Déjame ir contig...

-No, Kelly. Quédate aquí.

-Pero quiero ayudar.

-¡No, mierda! ¡Es peligroso!

-¡¿Pero por qué?! ¡¿Quién carajo es B.M. para asustarte tanto?!

Suspiré y, antes de cerrar la puerta y comenzar a correr, susurré.-Bonnie Millar.

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Te Odio (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora