¿Quieres guerra? Tendrás guerra © #1 [ BORRADOR ]

48. ¿Apostamos?

N/A: A las #TeamAshton les gustará esté capítulo :3 ¡¡YA ESTAMOS #17 EN HUMOR, GRACIAS, GRACIAS!! ♥

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En el capítulo anterior:

{—Bueno... —dije apartándome de él, le limpié sus lágrimas—... no quiero que llores, lo superaremos.

Me sonrió y luego me pasó su mano por mi cabello, provocando un remolino.

—Te quiero mucho...

—¡Ahg! Keegan, ¿sabes cuánto tiempo me costó peinarme? —dije hasta que alguien me separó de él lentamente.}

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Capítulo cuarentiocho

¿Apostamos?

—¿Qué rayos haces? —le pregunté.

—¿Nos vas a explicar qué te ha dicho Stefan? —preguntó cruzado de brazos.

Rodé los ojos.

—No seas exagerado, Jayden.

—¿Exagerado? —preguntó Jake abriendo los ojos como platos—, esto es serio, muy serio, Ashley.

Volví a rodar los ojos.

—¡Agh, chicos! No me dijo nada importante... —comenté encogiéndome de hombros, empecé a caminar al auto de Ashton.

—Si no es importante, con más razón nos puedes contar... —dijo Alex tomándome del brazo.

—Si me siguen insistiendo no les contaré nada —contesté cortante.

Todos los Delta se miraron mutuamente y no dijeron nada. Alex me soltó. Me di la vuelta y seguí caminando rumbo al flameante auto de Ashton, con una sonrisa de orgullo en mi rostro.

Ashton desactivó las puertas y cuando iba a entrar, Jake habló.

—Ashley, será mejor que vayas con Jayden, la última vez que mezclamos a los Ash juntos, casi nos matamos —dijo Jake seriamente.

Rodé los ojos.

—Si el machismo de Ashton no coopera, no es mi culpa —dije alzando los brazos en rendición mientras entraba al auto.

Ashton iba a contradecirme pero cerré la puerta antes de que pudiera hablar.

Pude observar a Jayden por la ventana riendo por lo que había dicho Ashton, pero verdaderamente yo no lo había escuchado.

Esta vez, tuve suerte, me senté en el asiento del auto y del lado de la ventana.

Jayden entró seguido de algunos de los chicos.

—Hannah, ¿nos puedes decir qué te ha dicho Stefan? —preguntó seriamente Jayden, mientras que conducía todos los que estaban en el auto se giraron a verme.

—No molesten —dije cortante.

—Está bien —dijeron tristemente todos al unísono.

Volví mi mirada a la ventanilla, estaba empezando a caer gotas, pronto, era una lluvia fuerte.

Las casas a lo lejos, se veían más pequeñas de lo que verdaderamente eran. Había una pareja de enamorados tomados de la mano mientras la lluvia los mojaba, pero ellos ni se inmutaban de que se estaban empapando, estaban concentrados mirándose...

Seguí pensando hasta que una voz me interrumpió.

—Nosotros tenemos algo que hablar... —me susurró.