¿Quieres guerra? Tendrás guerra © #1 [ BORRADOR ]

94. Rima Rimón y ¿beso?

En el capítulo anterior:
{ —Si... claro. Pero nos odiamos —contesté.

Jayden soltó una carcajada, maldito Morgan, no nos está ayudando. Y gracias a mi buena suerte, la campaña sonó indicando el almuerzo.

La mayoría de los Delta fueron corriendo a la cafetería para pedir primero en la fila.

—Te salvaste de ésta... —murmuró Jayden en mi oído, reí sarcástica y me guiñó un ojo.

Maldito Jayden. }

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Capítulo noventicuatro

Rima rimón y ¿beso?

Muy y muy maldito Morgan.

Sabía cómo hacerme reír y enojarme al mismo tiempo.

Jayden era un sabio en el dominio de los sentidos, captaba la emoción del momento e intensificaba con una posión mágica que daba frutos en el cuerp... Ok, no. Debo calmarme.

Como toda la Universidad se había dado cuenta de lo sucedido con los Delta, no quería meterme en más problemas y ni siquiera sobresalir en clase.

Necesitaba estar lo más neutra e invisible posible.

Sentí una mano sobre la mía que me giró rápidamente, chocando su aliento con el mío, sus ojos azules me hipnotizaron, tanto que ya sentía que estaba en una película de fantasía o realmente me estaba volviendo loca.

—Ashton... —lo observé—, suéltame.

—No, no puedo... —siseó.

Me revolví como una lombriz, sin embargo, su fuerza era mayor, forzaba, pero no me soltaba, me terminé rindiendo.

—¿Qué quieres?

—Cásate conmigo —respondió sonriendo.

QUÉ.

QUÉ.

—¿¡QUÉ!? —grité.

En cualquier momento me encerrarían en un manicomio.

Ashton me miraba de forma tierna y dulce, lo cual era nuevo de ver, sus pecas resaltaban tanto que cada vez me miraba sentía algo extraño, y un facepalm surgió.

¿¡Por qué Ashton tenía hoyuelos y pequeñas pecas cuando sabía que mi atracción mortal era esas dos cosas!?

Los segundos pasaban y no me calmaba, rimó, otra vez

Oh no, esto no es bueno.

Como si fuera una eternidad, luego, una fuerte carcajada salió de los labios de él, enojándome.

<<¿Cuándo nunca te enojas?>>

¡Tanto tiempo, Elvi!

—Tonto —susurré fastidiada cruzándome de brazos.

—Debiste ver tu cara —gritó carcajeando.

Su risa... hipnotiza, rimó, estoy jodida, algo malo va a pasar.

Bufé aún cruzada de brazos, giré en mis talones y comencé a caminar al otro lado de la cafetería, llamado "FreekZone" o el de los "raros".

Un lugar al fondo, lejos de lo que se llama "popularidad"—o sea los Delta, las Kappas, la fraternidad de al lado, de los cuales no se su nombre—, donde se encontraban los "Geek's" y los "Freaky's", los nerds y los extraños, sí, los anti sociales.

Pero Ashton volvió a tirar de mi muñeca, girándome, caminó hacia adelante, haciéndome caminar hacia atrás hasta chocar con una pared y quedar en el pequeño callejón donde nos encontramos antes.