Sentí como el mundo se caía a mis pies.
—¿¡Qué!? —grité parándome del asiento—, no me puedo ir, no por favor, Stanford es mi hogar, los chicos son como mi familia, no pueden permitir eso...
—No lo comprendes—habló el señor—, deben hacerlo, han de cometer un grave error al negarlo.
—Ash, entiéndelo, nos pueden poner un juicio muy grave, mi imagen tiene que estar limpia —respondió Brooke, mi madre—, y la de tu padre también.
Empecé a respirar con dificultad. ¿Irme de Stanford y no volver a ver a los chicos? ¿Volver a el Instituto y empezar de nuevo? ¿Ver a mis mejores amigos? Quizá eso era lo que había deseado por mucho tiempo, antes, ahora no sabía si mis amigos seguían siendo los mismos, si no habían cambiado.
Porque tarde o temprano las personas cambian... ¿no?
¿Y si ni Aaron, ni Chad, Madison o Chelsea les importaba? ¿Y si ellos habían cambiado?
—Patrick, director —me corregí—, haga algo, por favor.
El director suspiró y me miró con tristeza, él no podía hacer nada, simplemente trabajaba aquí, no era dueño ni nada por el estilo, era el director y nada más... no podía corregir los errores de mis padres.
—Ashley, me encantaría y con gusto haría algo al respecto, pero si dejo que esta situación pase, los estudiantes podrían llegar a revelarse, ¿entiende?
Asentí, mientras sentía como mis ojos picaban, mis piernas flaqueaban y en cualquier momento me desmayaría.
Se rompió el contrato y eso significaba irme... dejando todo atrás, volviendo a las bromas de la vieja escuela y posiblemente, expulsándome de los institutos...
La vieja rutina...
Amaba a estos chicos, muchísimo, pero ¿qué pasaría cuando me fuera? Ellos ya no me iban a recordar, se olvidarían de mí, ni les importaría, volverían a hacer las mejores fiestas de Stanford y posiblemente de Alto Palo...
El día que acabara todo ya no me iban ni siquiera a recordar, de todas formas la Universidad no era para siempre, no podía vivir toda mi vida aquí.
Volvería al Instituto, sí, más que obvio está, pero... ellos seguirán, seguirán con su vida y yo me quedaré estancada sin aprobar, posiblemente.
De tan sólo pensar eso, no me daba la cara para decirles a ellos que me iría, me sentía tan mal... o simplemente me iría sin despedirme ¿me extrañarían? ¿Me odiarían? ¿Ni les importaría? ¿O me buscarían?
Estaba envuelta en un dilema del cual se me hacía totalmente difícil salir... por mi culpa Keegan y yo nos tendríamos que ir.
O quizá era más culpa de mis padres que de la mía misma, pero no me podía enojar, sabiendo que era peor para mí y para él, Jake, ellos, todos.
En un instante, se me vinieron a la cabeza, pequeños Flashback de los mejores momentos en los cuales los Delta y yo habíamos pasado, Ashton y yo... lo odiaba y amaba al mismo tiempo, las pocas veces que hablábamos nos peleábamos y luego nos abrazábamos, la peor relación de todas.
¿Y de Tyler y Alex? Ty lloraría a mares sabiendo que me iría, no me dejaría ir y si fuera por él estaría haciendo sus maletas para irse conmigo o Alex me encerraría en el baño sabiendo que así no me podría ir...
¿Jayden? Amaba a ese inútil con toda mi vida, era la persona más buena y sentimental que tenía, Jayden podía hacerme reír y odiar al mismo tiempo, sabía las palabras justas que decir, era un hermano mayor perfecto.
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¿Quieres guerra? Tendrás guerra © #1 [ BORRADOR ]
Genç KurguGANADORA DE LOS WATTYS 2016 EN "EN BOCA DE TODOS". PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ❝GUERRA❞. ❝-Ustedes -dijo el director señalándonos a todos los de la sala-, vivirán juntos.❞ Ahora sí que mi vida está arruinada. ---- Advertencia: No apto para cardíacos...