-¡Te fuiste con ella, Samuel! ¡Me mentiste!-Le grité mientras las lagrimas amenazaban en salir.
-¡Ella es mejor que tú!, me aburriste-y gracias a sus ultimas palabras las gotas de agua salada resbalaban sobre mis mejillas rosadas.
Me iría de esta casa y si, lo habia decidido en menos de 5 minutos. Si el pudo rehacer su vida con Stassie sin mi, yo también podría rehacer la mía cuando finalmente lo supere. Y es que no podía ser más imbécil porque sus mentiras eran mas claras que el agua.
"Voy al estudio con Skate, vuelvo en un par de horas más" Mientras que el pobre de Nate estaba con su novia disfrutando, como todo hombre.
"Fui hasta el super-Mercado, había mucha gente" Cuando en realidad había traído un par de alimentos y en la hora en la que él llegaba ya estaba cerrado el negocio.
Y había miles de mentiras más, mentiras que yo había creído porque estaba cegada por el amor que tenía por Samuel.
Cerré la puerta de la habitacion haciendo que esta golpee, cojí una valija y metí la mayoria de la ropa ahí, despues mandaria a Peyton a recojer el resto.
-Se acabó Wilk, hasta nunca-Sali de esa casa inundada de malditos recuerdos y me marché en mi auto, era medianoche pero no me importaba ni la lluvia ni la oscuridad y no tenía la mínima idea de donde iba a ir.
¿La casa de Skate? No, molestaría mucho a su novia.
¿La casa de Matt? mi dinosaurio sigue conviviendo con su madre.
¿La casa de los Jacks? Bueno, no era mal idea.
Marqué al numero de G.
-¿Hola?¿Maggie?
-Si, soy yo
-Hey! me alegro de que me hayas llamado ¿Cómo estás?-Preguntó desde el otro lado de la línea
-No muy bien-Le respondí mientras comia unos dulces que habia por ahí-¿Tienes tiempo y una cama?
-Tengo lo que quieras, ¿Vienes?
-Allí voy-Colgué la línea y me largué en llanto otra vez, muy difícil de superar lo que me hizo porque cuesta despues de 6 meses de relación.
Despues de llegar a la casa de los Jacks me dormí un rato, no sin antes llorar y ni hablar de cuando le conté a Jack lo sucedido, solo imaginar a esa perra sobre mi bebe me rompía el corazón. Pero él ya no sería más mi bebe, ya no, despues de perdonarlo muchas veces tuvo su límite.