Capítulo 5. Dueño.

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Estaba en un sueño tan profundo y relajado, que lo hizo olvidarse de que iba a ser esclavo de algún viejo pedófilo. Apretó con suavidad sus ojos y notó que estaba en la misma habitación de antes, con las sábanas de sedas y miles de almohadas.

Le dolían las muñecas, el cuerpo, todo.

Sintió su garganta seca.

Abrió totalmente sus ojos, y trató de sentarse aunque no lo logró, pudo levantar la cabeza. Y sus jos se expandieron de par en par... Había un rubio de piel pálida, sentado con la cabeza gacha y ojos cerrados, al parecer dormía por su respiración tranquila. 

De algún lugar lo conocía, y ese era su colegio. ¡Claro! ¿Cómo no conocerlo? Si era el actual presidente del comité estudiantil, ¡Yuu era ayudante del comité! Y ahí lo conoció, apenas había hablado con él.

Mikaela Tepes.

Yuu no podía creerlo, ¿qué hacía él ahí? ¿Por qué? ¿Él lo había comprado?

Se subió la sábana hasta el cuello. No tenía ropa alguna.

-No hace falta cubrirte cuando miles de viejos te vieron en la tarima como Dios te trajo al mundo. -Le dijo. Y su voz le revolvió todo, hasta dejarlo sin habla.

¡¿Y estaba despierto?!

-No pensé verte aquí como mercancía, Yuichiro Hyakuya.

La sangre se le subió a la cabeza.

-No pensé verte aquí como comprador, Mikaela Tepes.

-Así que recuerdas mi nombre. 

Claro, si aquel le hizo la vida a cuadritos cuando lo mandaba a revisar pilas de papeles junto a Yoichi en el comité.

-Bien, ¿y qué quieres que haga ahora? ¿Seré tu esclavo? -Y en el fondo el alma le temblaba.

-Siendo así deberías ver a tu dueño a la cara, ¿no? -Apretó la sábana en puños, y sus ojos consigo- Te compré para salvarte, al menos puedes agradecerme.

-Hubieras dejado que otro me comprara, ¿no? -Atacó.

-Uno compra lo que quiere que sea suyo, ¿no? -Pudo imaginarse al chico alzando una ceja, porque ante esas palabras, él lo haría.

Luego lo procesó.

Y quiso golpearlo, Yuu no era un objeto.

-No es mi culpa que hayas querido gastar dinero. -Hubo un corto silencio, y el pelinegro sintió que aquello le había enojado al rubio.

Y efectivamente este le arrancó la sábana.

-Te compré porque quería que fueses mío. -Se encontró con un par de zafiros furiosos sobre él, y sólo se quedó estático, con la boca un tanto abierta y los ojos como huevos fritos.

El aura se había tensado más de lo normal, aunque más que enojado, Mikaela veía a Yuu de forma muy dominante. Dejando al menor estrujarse el corazón de pánico ante su mirada, y tuvo el deseo de huir.

Tenía tanto miedo, de que pudiera golpearlo, de que pudiera hacerle algo como le hicieron antes de comprarlo. Seguía tan débil, tan indefenso, con dolor tanto por dentro como por fuera. No pudo aguantarlo, no pudo retener el que sus ojos esmeralda se cristalizaran bajo Mikaela que lo apresaba ahora de los brazos.

-No... me hagas... daño. -Suplicó en un hilo de voz.

La mirada del rubio cambió a como si le hubiera caído un balde de agua fría encima. Y justo en ese momento se sintió como un verdadero idiota, soltándolo con suavidad.

El mayor se levantó dándole la espalda, y se alejó de la cama. Yuu estaba nervioso aún. La habitación le daba muy malos recuerdos, y su comprador se dirigía a la salida. Con cada paso se sintió más pesado, no quería estar solo, por ahora Mikaela era su salvación. Fue rápido en levantarse, o tratar de levantarse y seguir la espalda del rubio.

-Mika... -Pero se mareó en cuanto sus pies tocaron el suelo, y enredándose en la sábana, casi cae al suelo.

Mikaela sintió cuando Yuu se aferró a su camisa, y por ello lo atrapó en sus brazos antes de que se desplomara en el suelo.

-Tch... aún estás bajo la droga que te dieron esos jodidos. 

Yuu estaba realmente mareado y sin fuerzas, perdido y sin prácticamente nada.

Sólo su dueño.

Se aferró en el rubio, y en su pecho se escondió. Aquello no se lo esperaba, ¿qué era ese sentimiento que le arrugaba el corazón en ver al ojiverde así? 

-Venga, nos iremos a casa. -Lo envolvió en la sábana como un bebé, y lo alzó en sus brazos.

Quiso gritar que lo soltara, pero en Mika había encontrado una calidez dentro del frío que lo estaba matando. Y su fuerza comparada con él, era como una hormiga frente al zapato de un humano.

-¿Ahora mismo? -Preguntó.

-No tengo nada en esa habitación que me pertenezca más que tú. -Inesperadamente sintió vergüenza, y se le manifestó con un leve sonrojo en sus mejillas. 

-¿Tengo que agradecerlo? -Arqueó una ceja. Rezó en que no se notara su sonrojo.

-Deberías. 

Yuu podía oír el corazón de Mika latir, y tomó esa excusa para recostarse a dormir. Admitió que él era cómodo. Al menos podía hablar con Mikaela y lo dejaría libre, podría entablar una amistad con él, volver al colegio y podría olvidar esto.

Con ese sentimiento se quedó dormido. Pensando cómo haría para explicarle esto a sus amigos.


Buenaaaaaaaaaaaaas, ¡nuevo capítulo! La verdad espero que les guste ahora que Mika apareció e.e tampoco sé cómo quedó, ¡me esforcé bastante! D': Pero acá está lo prometido e.e 

Vamos a burlarnos todas de la esperanza de Yuu en ser libre: JAJAJAJA, no, Yuu, sabes que no.

Próximo Capítulo: Eres mío. De nadie más. Sólo mío.

Ya ven el nombre del próximo capítulo, Mika activará su modo yandere e.e

Spoiler: El amorsh que hizo a Yuu dudar de su sexualidad también vendrá a joder la vida :3 ¡oh, sí! ¡Veremos a Mika matar gente! :3

Mañana habrá capítulo :3 Esta semana ha sido relajada así que habrán capítulos :3 ¿apoyan para tener un especial el viernes? Ya que no tendré clases e.e en Venezuela se celebra el día del Educador y pues si desean que les regale un capítulo extra :3

¡Gracias a todas por sus votos y comentarios! *OOOO* Me sacan una sonrisa, por favor, sigan dejándolos, ¿quieren dejar alguna idea para que salga en el fic? ¡Déjenla en los comentarios! :3

Hagamos crecer el reino *O* <3

Nos vemos mañana <3


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