Yuu no podía olvidar lo ocurrido ayer, cuando salió del baño el rubio no estaba en su habitación, y a lo mejor fue a resolver su problema... Bien, el tío Ferid era algo inoportuno, no, bastante...
-Yuu-san, ¿estás bien? -Le preguntó Yoichi- Has estado extraño.
-¡Claro que estoy bien! ¿Por qué no estarlo? Jaja... -Se rascó la nuca en una risa nerviosa. El profesor que estaba frente a ellos les alzó la mirada.
-Sigan con su trabajo. -Les ordenó.
-Bien, haré el ejercicio 3, tú el 4. -Estaban haciendo un trabajo de parejas en Historia.
-¿Ejercicio? -Yoichi le frunció el ceño, era Historia, no Matemáticas.
-¡Te puedo asegurar que estoy bien! -Yoichi negó con la cabeza- ¡Tanto como que la 2da Guerra Mundial fue en 1911! -Yoichi dio una risilla.
-Fue en 1939, tienes el libro en frente, Yuu-san. -Dejó caer su cabeza en el pupitre- No estás bien. -Cantó el castaño.
-¿Cuántas clases quedan? -Le preguntó aún con la cabeza escondida.
-Todas las posibles. -Yuu lloriqueó- Sólo química, pero son 3 horas.
-¿Y preguntas del trabajo?
-No sé si te diste cuenta, pero te concentraste tanto que sólo queda una, y es la mía. -Alzó su cabeza.
-¿En serio?
-Sí, parecía que querías olvidar lo que te pasa.
Justo en el blanco, necesitaba un coma de 50 años.
-Digamos que... sí, necesito una amnesia. -Yoichi dio una pequeña carcajada y siguió con su pregunta.
-¿Me dirás qué te pasa? -Yuu hizo un puchero.
-Es algo tonto, sólo que yo a veces exagero.
Yoichi hizo una mueca, y Yuu hizo silencio al verlo concentrado respondiendo la pregunta. ¿De verdad ya había hecho todo? Bueno, sí quería morirse por un rato, pero no era para tanto.
-Permiso, profesor Lacus. -Dijeron en la puerta.
No puede ser cierto.
-Dígame, Tepes. -Y el rubio pasó con unos papeles en la mano.
Yuu evitó mirarle, pero sintió la mirada del rubio sobre él. Se hundió en el hombro del castaño, sonrojado.
-¿Qué pasa, Yuu-san? -Pero entendió al ver el rubio- Ara, ara, Yuu-san, te han venido a visitar.
-¡¿Huh?! -Yoichi dio otra risita.
Y precisamente estar frente al profesor no era de ayuda. El rubio estaba espalda a él, la verdad que su cabello era largo y de contraste perfecto, ni él se tragaba cuando él decía ser de Japón, era bastante diferente, y eso lo hacía destacar entre el mundo femenino, en el masculino... también.
Y pensar que ayer lo tenía encima, como cazador a su presa...
-¿Yuu-san? Estás rojo, ¿tienes fiebre? -Le preguntó Yoichi, poniéndole una mano en la frente. El rubio llegó a escucharlo, y miró disimuladamente.
Sabía que Yoichi era el mejor amigo de su azabache, pero eso no evitaba que se sintiera molesto de que lo tocase.
-Estoy bien. -Le apartó la mano con suavidad, eso le tranquilizó un poco.
Joder, quería comérselo ahí mismo, se veía tan tierno así de sonrojado. Y sabía que era por él, eso le alegraba, Yuu era suyo ahora.
-Vale, entrega el trabajo. -Le pidió Yoichi.
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Vendido.
RandomYuichiro Hyakuya es un chico totalmente normal, con una vida donde su única preocupación es que está cercano a sus 18 y debe independizarse... Y que se siente extrañamente atraído por un chico de su mismo sexo, hasta que se encuentra envuelto en una...