Capítulo 11. Celos.

7.4K 595 376
                                    

Yuu no podía olvidar lo ocurrido ayer, cuando salió del baño el rubio no estaba en su habitación, y a lo mejor fue a resolver su problema... Bien, el tío Ferid era algo inoportuno, no, bastante...

-Yuu-san, ¿estás bien? -Le preguntó Yoichi- Has estado extraño.

-¡Claro que estoy bien! ¿Por qué no estarlo? Jaja... -Se rascó la nuca en una risa nerviosa. El profesor que estaba frente a ellos les alzó la mirada. 

-Sigan con su trabajo. -Les ordenó.

-Bien, haré el ejercicio 3, tú el 4. -Estaban haciendo un trabajo de parejas en Historia.

-¿Ejercicio? -Yoichi le frunció el ceño, era Historia, no Matemáticas.

-¡Te puedo asegurar que estoy bien! -Yoichi negó con la cabeza- ¡Tanto como que la 2da Guerra Mundial fue en 1911! -Yoichi dio una risilla.

-Fue en 1939, tienes el libro en frente, Yuu-san. -Dejó caer su cabeza en el pupitre- No estás bien. -Cantó el castaño.

-¿Cuántas clases quedan? -Le preguntó aún con la cabeza escondida.

-Todas las posibles. -Yuu lloriqueó- Sólo química, pero son 3 horas.

-¿Y preguntas del trabajo? 

-No sé si te diste cuenta, pero te concentraste tanto que sólo queda una, y es la mía. -Alzó su cabeza.

-¿En serio? 

-Sí, parecía que querías olvidar lo que te pasa. 

Justo en el blanco, necesitaba un coma de 50 años.

-Digamos que... sí, necesito una amnesia. -Yoichi dio una pequeña carcajada y siguió con su pregunta.

-¿Me dirás qué te pasa? -Yuu hizo un puchero.

-Es algo tonto, sólo que yo a veces exagero. 

Yoichi hizo una mueca, y Yuu hizo silencio al verlo concentrado respondiendo la pregunta. ¿De verdad ya había hecho todo? Bueno, sí quería morirse por un rato, pero no era para tanto.

-Permiso, profesor Lacus. -Dijeron en la puerta.

No puede ser cierto. 

-Dígame, Tepes. -Y el rubio pasó con unos papeles en la mano.

Yuu evitó mirarle, pero sintió la mirada del rubio sobre él. Se hundió en el hombro del castaño, sonrojado. 

-¿Qué pasa, Yuu-san? -Pero entendió al ver el rubio- Ara, ara, Yuu-san, te han venido a visitar. 

-¡¿Huh?! -Yoichi dio otra risita.

Y precisamente estar frente al profesor no era de ayuda. El rubio estaba espalda a él, la verdad que su cabello era largo y de contraste perfecto, ni él se tragaba cuando él decía ser de Japón, era bastante diferente, y eso lo hacía destacar entre el mundo femenino, en el masculino... también.

Y pensar que ayer lo tenía encima, como cazador a su presa... 

-¿Yuu-san? Estás rojo, ¿tienes fiebre? -Le preguntó Yoichi, poniéndole una mano en la frente. El rubio llegó a escucharlo, y miró disimuladamente.

Sabía que Yoichi era el mejor amigo de su azabache, pero eso no evitaba que se sintiera molesto de que lo tocase.

-Estoy bien. -Le apartó la mano con suavidad, eso le tranquilizó un poco.

Joder, quería comérselo ahí mismo, se veía tan tierno así de sonrojado. Y sabía que era por él, eso le alegraba, Yuu era suyo ahora.

-Vale, entrega el trabajo. -Le pidió Yoichi.

Vendido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora