Vendido.

Capítulo 25. Pedazo de mi Alma.

Quizás el mes 8 fue el peor de todos, Yuichiro casi no lo soportaba, cada día empeoraba su estado. Y Mika no hacía más que sentirse terrible a través de la ventana. La vez pasada los encontró Shinya, no lo reprendió ni nada porque por primera vez en varios meses, el rubio pudo dormir un poco más de dos horas.

Yuichiro, en sus pocos momentos de estabilidad, cuando podía ver al rubio observándolo atrás del gran vidrio, sólo lograba sentir retorcer su pecho. Quería gritarle a Mika que lo perdonara por aquel menudo infierno en el que lo había metido. No era culpa de ninguno, claro estaba.

Pero aún así no controlaba esas manías. Quería gritarle tantas cosas, decirle tantas cosas. Pero estaba atado, y se dejaba atar por el bien de sus bebés. Ellos eran la única razón de que él soportara tanto dolor. Sólo por ellos.

Una ahorcada de dolor que lanzó su vientre le hizo arquear la espalda, sus manos temblaron ante el inesperado acto, y se trató de relajar.

No parecía ser de los típicos dolores, pero intentó relajarse. 

En cambio, Mika no lo hizo. Corrió a buscar a Shinya de donde fuese, una corazonada le decía que algo pasaba, y algo no normal a todo lo pasado. El albino respondió a los desesperados llamados del rubio y fueron a verlo de nuevo.

Y no hubo peor sentimiento que ese. El mismo que ya había experimentado hace meses, cuando casi perdía un pedazo de su alma. Su corazonada se había vuelto real en un par de minutos. Y un aviso que gritó Shinya fue... ¿el inicio del fin?

-Código rojo.

Las enfermeras y otros doctores se asistencia corrieron a la preparación del quirófano, Dios mío... ¿Ya era la hora?

¿Con 8 meses?

Ciertamente hubo una vez que Shinya le mencionó que quizás Yuu no soportaría los 9 meses y los bebés podrían nacer prematuros. Pero no se lo imaginó tan repentino.

No sabía qué emoción tener, si estar feliz, triste, con lástima o todo junto a la vez. Era un revoltijo de sentimientos y emociones, era un vómito que estaba a punto de expulsarle de tanto miedo que empezaba a carcomerle. Incluso pareció ver todo en cámara lenta cuando se llevaron la camilla con Yuu casi listo, el shock que tenía apenas le dio para dar un par de pasos, siguiendo el rastro por donde se llevaron al ojiverde.

Era de vida o muerte si se iba un pedazo de su alma, o llegaban dos más.

En el mismo trance, le avisó a todos con el mismo mensaje:

El momento ha llegado. 

Todo se sentía en segundo por segundo. El sudor y la concentración de Shinya por las vidas que estaban en sus manos. Las manos de Mika que trataban de ocultar su rostro, quizás empapado de lágrimas. O la desesperación de todos en la sala de espera.

Cada momento era crucial, hasta cada gota de sangre que Shinya sentía sobre sus guantes de látex era crucial. Que la frágil vida de Yuichiro resistiera aquello era casi imposible, y algún falso movimiento podría acabar con todo.

Nadie decía nada, no habían palabras qué expresar, realmente. La seca garganta de Guren le impedía decir algo, y así fue igual para todos. Aún si Ferid hubiese estado presente o no, el silencio reinaría como lo estaba haciendo.

Menudo martirio.

Menudo dolor.

Menudo infierno.

Transcurría, y transcurría, y nada lograba calmar a Mika. Estaba por enloquecer, así tratase de encontrar consuelo con pensamientos fantasiosos, todos ellos se basaban en el ojiverde y sus hijos. Lo que convertía a sus ilusiones en arma de doble filo.

Trató de imaginarse otra cosa, quizás recordar su pasado era menos doloroso. Como cuando sus Padres lo dejaban en aquella enorme casa con puros niñeros, algunos de verdad le tuvieron afecto, otros sólo quería el dinero. Y siempre, sin importa sus intenciones, si a Mikaela le caía mal, hacía lo que fuese para desterrarlos de su casa. Recordó una vez que tenía fiebre, y la niñera que le atendió lo dejó abrigado se fue, y se quitó todas las prendas que pudo, cerró las ventanas y puso el acondicionador de aire como si el Polo Norte fuese aquello. Su Madre regresó a altas horas de la noche, y se encontró con menuda escena, la niñera siquiera le dio de cenar, lo cual le dio puntos a favor al rubio travieso. 

Y la despidieron.

O como cuando un niño de su primaria le quitó su Ds y se lo rompió frente a él. Mikaela no reaccionó con llantos o agresividad. Sino con venganza. Armar un escándalo con su maestra, la cual amaba a Mika, no fue suficiente. Al otro día el niño mismo trajo un balón nuevo, y lo estaba presumiendo con los demás. Recordó cómo corrió a propósito con una tijera, y se cayó "accidentalmente" sobre el balón, y espichó la cara pelota nueva. La maestra le dio el punto a Mika, diciendo que fue un accidente y que a la próxima no corriera con ella o se lastimaría. Para rematar, los Padres del niño tuvieron que comprarle un Ds nuevo al rubio.

El niño acabó odiándolo hasta que el año escolar acabó.

Se dio cuenta que nunca había sufrido como ahora, que el haber sido un niño rico no le permitió ver lo que de verdad era sufrir. Y era un calvario, la soledad que había tenido de niño y las faltas de sus Padres no se comparaban con el menudo nudo en su garganta y el peso de su corazón.

En especial, el miedo de perder a alguien que amaba.

Y no era uno, eran tres.

Y su corazón se paralizó ante la alarma. Un par de llantos retumbaron hasta la sala de espera. Sus manos se resbalaron fuera de sus rostro, para unirse a las mismas miradas de todos hacía la puerta del quirófano.

No podía ser cierto. 

-Yuu-chan... -Susurró el rubio, casi inaudible, con el corazón disparado a millón, y con las lágrimas a punto de estallarles- Lo has logrado... 

Próximo Capítulo: ¿Eh?

*Se pone un escudo* IMPLORO PERDÓN PERDÓN PERDÓN T-T SÉ QUE ME TARDÉ MIL AÑOS EN SEGUIR, PERO ESTABA MUY OCUPADA T-T No tenía lapto, entonces todo se me acumuló y lo olvidé por completo D: 

PERDÓN :'c 

ESPERO PUEDAN PERDONARME :'C BENDICIONES PARA TODOS :'C 

Haré lo posible para subir más a menudo:'v si me pusiera a explicar con detalles, tendríamos un capítulo completo sólo para mi mes sin subir capítulo:'v Perdón:'v 

Pasó el verano y este Panda siguió hibernando:'v perdón, perdón, perdón:'v

:'v

Los amo a todos:'v