Capítulo 7. ¿Yandere y Tsundere?

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Mikaela no mentía cuando le dijo a Yuu que lo adoptaría. Estuvo alrededor de una semana en eso, dejándolo solo en su habitación, y usando las ropas del mayor, las cuales eran algo grandes para su cuerpo. Sintió un golpe en su orgullo cuando vio lo formado que era el rubio, y él, bueno. Yuu, a parte de que no veía a su dueño, lo trataba de mierda cuando le dirigían la palabra, siendo seco como un desierto y frío como un hielo. La verdad no le interesaba hablar con él.

Pero por dentro se moría de soledad, su mente se volvía un lío cuando le veía. Y lo dejaba confundido, ¿acaso era gay el rubio? Porque él se había definido en una de las frías noches en la enorme cama de Mika. No sabía si este llegaba, no lo sentía ni tampoco lo veía por las mañanas. No había un teléfono cerca ni tampoco sabía en qué parte de la ciudad estaba. No era que quería huir puesto que ya se había hecho pública la información de que uno de los secuestrados había aparecido, entonces la prensa y la policía acabarían con él.

Incluso había paseado la enorme casa del rubio, y se sintió peor al ver que estaba desolada. Sin nadie habitada en ella, bajaba por comida, pero tampoco era que su hambre fuese tanta. Y cuando había alguien cerca, corría a esconderse en la habitación del rubio, por vergüenza, ¿qué diría? ¿Que era el esclavo del rubio? 

No.

-¿Yuu-chan? -Habló la voz del rubio. En el fondo se sintió feliz, sin saber por qué. 

-¿Mika? ¡Neee, te acordaste de que tu esclavo existía! -Se quejó.

-No eres mi esclavo. -Aclaró.

-Ah, ¿tu hijo? Porque me adoptaste. -Dijo en tono odioso. Además se había fijado en los papeles que tenía el rubio en la mano, y los reconocía, eran cuando adoptaban a alguien, y cuando el rubio los alzó pudo ver su nombre, más un sello que decía: ADOPCIÓN APROBADA.

-No precisamente serás mi hijo. -Dijo dejando caer las cosas del menor en una maleta.

Alzó una ceja.

-¿Y entonces? ¿Qué seré para ti? -Vio pensar al rubio- Aclaro que soy una mierda en la cocina, así que si planeas ponerme de amo de casa estaremos mal. 

El rubio sonrió en una forma... ¿macabra? ¿Misteriosa? No lo pudo determinar.

-Aún no he pensado en qué serás para mí.

Eso alivió a Yuu, al menos no lo iba a violar. 

Se dio cuenta de lo que pensó, y se ruborizó en el acto.

-¿Qué ocurre? Te has puesto rojo de la nada. -Se burló el rubio.

¡Era gay, pero no le gustaba el rubio!

-Nada. -Masculló.

El rubio le había dicho que se alistara para ir al colegio. A regañadientes se fue al baño, pero no se había dado cuenta que él era el único que faltaba, pues el rubio ya estaba listo. Y el camino fue tremendamente callado, y si el azabache respondía, era de forma altanera. Estaba sumido en la pena al ver que todos lo verían como:

1.- El secuestrado.

2.- Quien Mikaela salvó, pues en la información que se dio, jamás se mencionó la subasta. Claramente se lo habían advertido al rubio si quería que Yuu viviera. Por lo que él declaró fue que lo había salvado en un accidente de auto mientras se los llevaban a quien sabe dónde, siendo Yuu el único que pudo salvar. Todo siendo una mentira por el rubio, no permitió que el menor declarara.

3.- Raro, pudo haber sido "salvado" por Mika, pero, ¿qué mierdas hacía en su auto? ¿Ahora sería el rubio su padre?

Bueno, precisamente no. Ni tampoco deseaba saber qué quería el rubio con él. 

Vendido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora