-Yuu-chan, ¿cuándo me mirarás a la cara? -Le preguntó Mika.
-¡El día de las peras! -Se hundió en su libro.
El mayor gruñó, ya bastante tenía con que el menor no quisiera verle a los ojos, sino que le obligó a venir al colegio. Y bueno, su azabache le había pegado un almohadazo por burlarse de él...
-Yuu-chan, no deberíamos ir. -Dijo en voz ronca, y cubriéndose hasta la cabeza.
-¡Deja de holgazanear! Tenemos colegio. -Le removió.
-¿Y te puedes levantar? -Le retó. El menor le dio una mirada fulminante en un fuerte sonrojo.
-Joder, claro que me puedo lev... -Y sólo escuchó el estrellazo del menor- ¡Me duele la cadera! -Golpeteó el piso con sus puños- ¡Mikaaaaaa!
El rubio tuvo que morder la almohada para no reírse, pero no soportó al verlo con las piernas temblorosas y su mano en su espalda baja. Este le miró terriblemente mal, y le lanzó la almohada con fuerza.
-Eh, ¿eso es todo lo que tienes? -Se siguió burlando. Y paró su risa en seco al oír el gruñido de Yuu.
-Vete. A. La. Mierda. -Y volvió a estallar en risas. Se quitó las sábanas y corrió a ayudarlo- ¡No te atrevas a tocarme! ¡No, suéltame! -El menor le había dado un manotazo, pero le abrazó así este forcejeara por libertad- ¡Joder, ve a alistarte! -Le gritó de una vez, y alzó su rodilla con todas las fuerzas que pudo. El rubio cayó derrotado en un quejido de dolor, y como si fuese un abuelo, caminó con su dolor de caderas hasta el baño.
-Yuu-chan, el cariño es el mismo. -Y el menor sólo le sacó el dedo medio sin siquiera voltearse.
Y así fue todo el día, de por sí se estaba acostumbrando a su carácter tan altanero, pero sabía dominarlo cuando lo necesitaba.
-Yuu-chan, mírame a la cara. -Intentó dominarle ahora.
-No. -Dijo rotundamente, al parecer hoy no sería de los días de dominación.
-¿Hoy tenemos comité? -Intentó con otra cosa.
-No, hoy no. -Pero tampoco le funcionó.
-¡Entonces nos vamos temprano!
El azabache asintió, e hizo una mueca de dolor disimulada cuando se removió un poco en el asiento de la cafetería. El rubio tuvo la excusa de hablar sobre el próximo festival escolar, por lo que podían hablar ellos dos solos en todos el almuerzo. Sonrió travieso al verlo con ese dolor, estaba a punto de hacerle lo mismo que ayer en plena cafetería y ponerle un cartel de "mío", porque se veía tan fresco y relajado leyendo los papeles juntos a su jugo de naranja. Generalmente Yuu iba con el primer botón suelto, cosa que le brindaba un aire cool y de buena onda.
-Bien, podemos agregar que las clases de 1ero y 2do hagan los cafés y puestos de comidas que estarán por fuera, 3ero se encarga de las atracciones, 4to de la decoración, organización y espectáculos, y 5to de seguridad, guías, mantenimiento y música. -Propuso- ¿Qué te parece?
-Si me miras a la cara te responderé. -Sobornó, el menor sólo rodó los ojos y le miró con cara enojada- Qué lindo eres.
-¡¿Eh?! -Arrugó los papeles que estaban entre sus manos, seguido de un sonrojo hasta las orejas. El rubio soltó una carcajada.
-Sí, sí, acepto la propuesta. -Yuu le pasó los papeles.
-Tch...
-15 llamadas perdidas. 10 mensajes-
¿Qué quería ahora este?
El rubio abrió su mensajería, ¡¿todos de Ferid?!
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Vendido.
RandomYuichiro Hyakuya es un chico totalmente normal, con una vida donde su única preocupación es que está cercano a sus 18 y debe independizarse... Y que se siente extrañamente atraído por un chico de su mismo sexo, hasta que se encuentra envuelto en una...