Mikaela no era el único quien contenía ganas de asesinar. Yuichiro las tenía, tenía ganas de aventar al rubio por un séptimo piso. Joder, su única oportunidad de acercarse a su amor imposible se habían ido. Faltaba minutos para el descanso, y ahí lo volvería a ver, pero también al rubio. Suspiró enojado al recordar que debía pasar hoy al comité para discutir sus notas, y ayudar con Yoichi.
Joder, podía romper el libro a la mitad con tanta rabia que tenía.
Y a parte, ¡¿cómo se había enterado?!
-Fui yo. -Le susurró Shinoa.
-¿Qué? -Le susurró devuelta.
-¿No te dijo nada?
-¿De qué?
-Joder, yo le dije en un momento de desesperación que te gustaba. -Se mordió la lengua, ya tenía su respuesta.
-Hyakuya, Higari, ¿algo que compartir? -Habló el profesor.
-Al ejercicio le falta un signo. -Habló Yuu.
El profesor miró.
-Ya te extrañaba, Hyakuya. -Le dijo, corrigiendo. Sintió el suspiro aliviado de Shinoa.
No iba a reprocharle, le había hecho un favor, ¿no? A quien debía asesinar era al rubio. ¿Por qué estaba tan confundido? Iba a matarlo.
Al sonar el timbre se dio cuenta que ni dinero ni desayuno tenía, puesto que salieron rápidamente de casa del rubio. Eso le completaba su día, ¡genial! Iría a reclamarle que por su culpa ni comida tenía.
-¿Yuu-san? ¿A dónde vas? -Le preguntó su amiga rubia. Sólo agitó su mano y siguió su camino hasta la clase 5-A, pero ya habían salido, así que le tocaba seguir buscándolo.
Le había rugido el estómago. Tch.
Lo había encontrado, sí, claro, al fin. Y el hambre se le había ido con sólo verlo siendo abrazado por alguna chica que parecía de un grado menor. Joder, eso lo completaba. Si a Yuu se le acercaba alguien, el rubio ardía en llamas, ¡ah! Pero, ¿él sí podía?
Ni de coña.
-Oye, Mikaela. -Dijo entre dientes. El rubio pareció sorprenderse de la presencia del azabache, por lo que se alejó de la chica.
-¿Yuu-chan? ¿Qué haces aquí?
Estaba lo suficientemente irritado.
-Ya te dije que no me dijeras "Yuu-chan", joder, no soy una chica. -Le dijo sin ganas de ser amable, miró a la chica que tenía un tanto de sorpresa, y le dieron ganas de pagarle un viaje a la América, porque la China estaba en su mismo continente.
Chispo la lengua, y tomó al rubio del brazo, arrastrándolo con él. Se sintió bien en sus adentros, le estaba pagando con la misma moneda.
-¡Eh! ¿Qué te pasa? -Le dijo el rubio. Ah, bien, ¿ahora podía Yuichiro comportarse como se comportó Mikaela con él en la mañana? No, él no caería tan bajo.
-Nada, a parte de que estoy a punto de matarte. Por tu culpa tengo hambre, ni dinero, ni desayuno, ¡no sirves para tener mascotas! -Empezó a quejarse. Pero había algo en su interior...
El rubio se quedó pasmado un poco, pero reaccionó al instante.
-Cierto. Lamento eso, es que salimos rápido.
-Tch, eso me vale mierda. -Miró a otro lado. Estaba demasiado irritado.
-¿Por qué tanto enojo? -Se burló un poco el rubio, sacando su billetera. Cuando le extendió un par de billetes se sintió un tanto pesado.
![](https://img.wattpad.com/cover/59183321-288-k23416.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Vendido.
De TodoYuichiro Hyakuya es un chico totalmente normal, con una vida donde su única preocupación es que está cercano a sus 18 y debe independizarse... Y que se siente extrañamente atraído por un chico de su mismo sexo, hasta que se encuentra envuelto en una...