Vendido.

Capítulo 19. Yuu-chan...

-¡Yuu-kun, relájate! -Dijo Ferid entre carcajadas.

-¡No me voy a calmar, ni de mierda! -Volvió a gritar.

-¡Yuu-chan, perdóname! -Lloriqueó el rubio- ¡Debí contarte, pero no me resistí!

-"No me resistí" -Imitó su voz en burla- ¡¡De seguro tampoco controlaste la rubioconda en Francia!!

-¡Sí lo hice!

-¡Exijo pruebas!

-¡Yuu-chan! 

Necesitaba relajarlo, o algo muy malo pasaría.

-¡¿Qué quieres?!

-¡¡¿De dónde sacas que me he liado con alguna francesa?!! -Ferid volvió a aguantar otra risa en cuanto el azabache alzó una ceja.

-¿Me estás diciendo que es un francés? De joda, ¿y qué? ¿Son más sumisos o qué?

-¡Escucha lo que te están diciendo! 

-¡¡No pretendo relajarme hasta que me des un certificado de que no has tenido relaciones sexuales desde hace 3 meses!! -Mikaela se dio un manotazo en la frente.

-¿De dónde sacas eso? Yuu-chan, no podría hacerte eso.

-¿Qué cosa? ¿Embarazarme? Ya lo hiciste. -Ferid estalló en risas- ¡¿Tú de qué te ríes?! ¡Tienes la culpa de todo esto!

-¡A mí no me metas en tus problemas hormonales!

-¡Exijo la prueba! Ferid, ¿hay alguna manera? -Ferid se detuvo a pensar un poco.

-Dicen que es determinando el tiempo en que se da una erección, si es rápido, no lo ha tenido, y si lo ha tenido, tarda un poco más. -Explicó.

-Mikaela, bájate los pantalones. 

-¡¿Ehhhhh?! 

-¡Oigan, no quiero nada de esas cosas en mi auto! 

-¡¡¿Dónde anda la francesa?!!

-¡No existe ninguna francesa!

-¡¡¿Con que es un francés?!!

-¡¡Controla tus hormonas!!

-¡¡Tú debiste controlar tu mikaconda y no lo hiciste!!

-¡¡Tú me provocaste!!

-¡¡Tú me diste chocolates con alcohol!!

-¡¿Uh?! ¡¡Tú los agarraste!!

-¡¡Y tú me agarraste a mí!! ¡Idiota!

-¡¡Tú te dejaste!! -Yuu le miró aún más mal que antes, buscando qué decir ante la mirada expectante del mayor.

-¡¡Al menos mi nombre no es de chica!! -Ferid soltó un "uhhhh". Amaba verlos arder, o bueno, ver al azabache arder.

-¡¿Huh?! ¡Con nombre de chica y todo soy el seme! -El menor se puso colorado. 

-¡Vete a la mierda, Mika! -Gritó por última vez, y salió del auto, habían llegado a la casa de los Ichinose.

-Ne, ¡Yuu-chan, vuelve aquí! -Dijo saliendo del auto.

-¡No voy a tener sexo contigo! -Y dio un portazo a la puerta de la casa.

-¡Yuu-chan!

Ferid se paró justo a su lado, y apenas se percató que aquella no era su casa.

-¿Dónde estamos? -Preguntó el rubio.