El Guardian -[Justin Bieber] [Christian Collins]

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Prepare algo de cafe para que Justin pudiera ganar algo de energía.
Su plan era quedarse despierto toda la noche, quise objetar pero no.
Justin era mi guardián ahora, con él estaba segura.

-Bebe un poco Justin no has comido nada desde la mañana. -Puse el vaso de café sobre la mesa esperando que el la tomase.
-Gracias Zoe, la verdad es que lo necesito y mucho.
No voy a fallarte pequeña, te protegere te lo aseguro. -Dejó el vaso en la mesa y se acercó para fundirme en sus brazos.

-Nunca pensé que podrias llegar a ser mi guardian, no se como sentirme ante eso.-Escondí mi cabeza en su pecho. El envolvió sus brazos alrededor en un gesto firme y tierno.

-En cambio yo sí, siempre te he querido brindar mi protección, ahora es mi deber. Lastimosamente no podrás salir de casa por unos días.
Luego se te habilitará unas horas diarias para que te despejes un poco. Siento que esto parezca un encierro pero es más que necesario.
-Te quiero Justin-Bese su mejilla y escuché su profundo suspiro.
-Te quiero Zoe, no sabes cuanto.-Ladeo su cabeza y nos miramos por un rato sin decir nada, batallando nuestros pensamientos sobre saber que decir.
Su mirada se poso en mis labios y imagine como se sentiria besarlo, era inevitable.
Este era el momento o quizás no.
El maldito teléfono comenzó a sonar y tuve que contestar.
-¿Zoe? Cuando piensas venir, me caso en unos días. Prometiste estar aqui para ayudarme. Di algo no me dejes hablando sola.
-Mamá no podre ir; papá esta arrestado y yo no puedo irme de Texas. No puedo mamá. Lo siento.