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[Justin]

Recibí una llamada importante en la madrugada, apenas amaneciera debía llevarme a Zoe a una zona de refugiados, ella realmente estaba en peligro, no le dije nada del mensaje que mandaron envuelto en esa piedra. Ella necesitaba descansar y estar tranquila, perturbarla con eso era lo que menos quería. 

Observarla dormir era relajante, cubrí sus hombros con la manta, aún faltaba unas cuantas horas para que nos vayamos. 

Decidí empezar a empacar algunas de sus cosas para ahorrar tiempo, tantas cosas habían pasado y aún no había podido decirle todo lo que siento por ella.

Aún no era el momento, pero de verdad necesita hacerlo. 

Cada vez que la veía el vacío de mi corazón desaparecía, hablar con ella me reconfortaba y alegraba de gran manera. 

El destino me permitió volver a verla, volver a estar con ella, esta oportunidad no la dejaría ir por nada.

Una vez que armé la maleta con lo que yo consideré necesario, bajé a la cocina a buscar algo para desayunar. 

Ya estaba por terminar de preparar todo cuando la escuché bajar.

-¿Justin dónde estás?-Su pelo despeinado la hacía lucir adorable, se frotó los ojos antes de girarse hacía lo cocina y me vió.

Le sonreí y le apunté el desayuno, bajo rápidamente en busca de él. Me abrazó y luego recorrió la silla para empezar a desayunar.

-¿Dormiste bien Zoe?-Apoye mis codos en el borde de la silla mientras la veía comer.Ella asintió solamente pues tenía la boca llena. Me senté a su lado y empecé a comer junto a ella.




[Horas después]

Conducía ya por una hora y media, estábamos a punto de llegar a la zona que me habían pedido mis superiores, Zoe estaba asustada, lo entendía. Ella quería ir a ver a su padre pero ahora el acceso se le restringiría totalmente.

Doblamos una cuadra cuando empecé a sentir algo extraño, mal presentimiento.

Un auto se cruzo en medio de nuestro caminó, no podría desviarlo sólo frenar.

Nos estrellaríamos contra ese auto, Zoe gritó cuando sintió el parabrisas quebrantándose.

Ví  varios autos rodeándonos no había escapatoría, unos hombres corrieron hacia la puerta dónde estaba Zoe, la jalaron hacía afuera mientras ella gritaba. 

Bajé de inmediato, mis manos sangraban pero no me importaba, sólo quería sacarla de ahí.

La zona estaba completamente desolada, nadie podría ayudarnos ahora.

 Corrí hacia ella, se empezaron a intermponer  para detenerme, golpeé  varios y ví que uno de ellos sacó un arma. La mía se había quedado en el auto. 

-Has estado molestándo a mi jefe, sólo cumpliré las órdenes de este.-Me apuntó, el bastardo estaba listo para hacerlo. Traté de arrebatarle el arma pero en lugar de esto recibí un golpe desde atrás dejándome mareado. Escuché a Zoe gritar, rogaba para que se detuvieran. 

Uno de ellos  sujetaba a Zoe desde atrás mientras los otros empezaron a registrar mi auto.

-Vete al infierno Bieber-Preparó su arma  disparó. 

La bala nunca llegó a su destino, Zoe se interpuso. 

El Guardian -[Justin Bieber] [Christian Collins] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora