Después de que William cruzó la puerta, yo me quede inmóvil por un lapso de tiempo indefinido, debieron ser unos cuantos minutos por la mirada de Helga y por la ausencia del cliente, que seguramente paso al lado mio,aunque yo no me di ni cuenta.
Unas insistentes cosquillas pasearon por mis manos,donde mi capitán las había tomado,por algo así como una semana,o por lo menos por unos días.
Unos 10 días después,una visita que no era el,me dejo bastante perpleja.
-Buen día-saludo Samantha,si,la Samantha de William.
-Buen día...Señorita Fielding-respondí acentuando el Señorita,no por mala,pero...
-¿Annia,no?-volvio a decir dudando.
-Si,aunque mi nombre completo es Annika-respondí. Era Annia solo para mis amigos.
-Annika entonces,vengo a traerte una invitación-dijo ella.
-¿Una invitación?-respondí con sorpresa-¿Que tipo de invitación?.
-Para un cumpleaños-respondio con falsa simpatía-El de William.Voy a hacerle un pequeño agasajo en casa de mi madre.Es bueno tener a los amigos cerca...
Y a los enemigos mas cerca-
Pensé terminando la famosa frase y suponiendo que era algo así para ella.
-Oh Que bien,seguramente iré-respondí sonriendole, aunque la verdad no me caía muy bien.
-Te preguntaras como llegue hasta aquí-me dijo Samantha-William me dio la dirección,él me comento que vino a visitar tu tienda.
Entendí la el significado indirecto de esas palabras.
Él me lo dijo, no creas que tienen algún secreto.
-Si,el visito la tienda hace unos días, creo que le gusto mucho mi mermelada-dije desentendidamente. Aunque lo que decían mis palabras era.
Ni probó la mermelada, estaba mas interesado en volver a verme.
-Oh que bien,bueno ya tengo que irme-dijo ella-Espero verte en la fiesta.
Lo que significaba.
Mis ojos estarán puestos en ti durante toda la fiesta.-Claro que me veras ahí, gracias por invitarme-conteste.
Pero quise decir.No perderé la oportunidad de verlo otra vez. Aunque se que vas a vigilarme.
Mire la invitación que Samantha me dejó sobre el mostrador. Por supuesto, tenia pensado ir, aunque tuviera que volver a enfrentarme con ella a otro duelo de palabras.
La mañana de la fiesta de cumpleaños me encontró muy inquieta. Me probé un centenar(bueno, no tantos)de vestidos y al final me decidí por uno negro delicado,y muy bello.
Me hacia sentir un poco culpable vestirme para él, cuando él ya tenia novia,y para peor había sido ella quien me había invitado.
Con los días me convencí de que sus manos en las mías no habian significado nada, solo una demostración cariñosa de su amistad.No fue fácil, pero como ya dije, tuve que convencerme.
A las siete en punto estaba en la puerta de la casa. Toque la campanilla y luego espere.
La misma Samantha me atendió,lucia un delicado vestido rosa con flecos en la falda y un cabello recogido al estilo francés.
-Annika,¡Que bueno que hayas podido venir!-me saludó al verme.
-Buenas noches Samantha-la salude también.
-Ven-siguió diciendo ella-Pasea por ahí, hay mucha gente interesante.
Yo entre sin saber bien adonde ir ya que no conocía a nadie.
El"pequeño agasajo"era una reunión de unas treinta personas, pero mi mirada buscaba desde que entre, a una sola.
-Annia-escuché detrás mio y supe que lo había encontrado. Se veía muy apuesto vestido de negro con un traje muy fino.
-William...¡Feliz Cumpleaños!-le desee sonriendo.
-Gracias, aunque en verdad la fiesta fue idea de Samantha-me dijo él.
- No quiero acaparar tu atención-dije despues-Tienes muchos invitados.
-No te preocupes por eso, ya tendré tiempo de saludarlos a todos-me dijo William.
Conversamos animadamente un rato más, luego Samantha vino y se lo llevo para presentarle a un pariente de ella que recién había llegado.
El resto de la fiesta no pude volver a intercambiar una palabra con él, pues su novia lo llevaba de aquí para allá.
Igualmente cuando él me veía de lejos, siempre me dedicaba una sonrisa.
Ya era tarde cuando decidí que era hora de irme. Faltaba el brindis, pero realmente me sentía cansada.
Pensé en buscar mi abrigo, que le di a un valet en la entrada,pero buscando donde estaba me perdí, y por lo que vi termine en la cocina.
Me estaba por ir cuando de improviso entró William.
-Annia ¿Que haces por aquí?-me preguntó.
-Me perdí- fue mi respuesta- ¿y tú?.
-Uhmm, creo que me estoy tomando un descanso-respondió, él tambien parecia cansado.
Me apoye mientras hablábamos en una bandeja con canapés y por estar tan concentrada en William la tire de la mesa.
Los dos nos estiramos para sujetarla antes de que tocara el piso, pero solo logramos terminar uno frente al otro arrodillados en el piso, con los canapés desparramados alrededor.
Nos miramos riendo por lo gracioso de la situación. Pero un segundo después la risa se convirtió en algo mas, vi que William miraba mis labios y que de pronto empezamos a acercarnos cada vez mas, hasta estar a la distancia de un respiro. Cerré mis ojos casi sintiendo ese beso, cuando una voz de mujer nos interrumpió.
-Seño¿ ya llevamos todo para el brindis?Ohhh-dijo una mujer mayor del personal de servidumbre.
El ohhh ,supuse, fue por encontrarnos tan cerca de darnos un beso.
-Si Nora. Ya puedes llevar todo-dijo William muy incomodo-.
La mujer nos echó una mirada desaprobatoria y salió apurada y algo rígida de la cocina. Seguro iría en busca de ayuda para preparar el brindis.
Rápidamente nos levantamos, y sin decirnos nada volvimos a la sala.
Poco después todo fue dispuesto en su lugar para llevar a cabo el brindis.
Aunque nadie lo notó ,William y yo, uno en cada lado del salón, intercambiamos una mirada culpable.
ESTÁS LEYENDO
CAPITÁN NICHOLLS: ENAMORADA DE MI ENEMIGO
FanfictionGanadora en los Premios Thorn, en categoría adicional, mejor escena de Protección. Anika es una joven alemana que trata de sobrevivir en tiempos de guerra. El dolor y sufrimiento que ha visto y ha experimentado han quebrado su joven espíritu. Pero...