El Arrebato

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Se detuvo el tiempo en pleno día,
el momento más brillante en mi sendero,
sepultando al asombro se abría el cielo,
un escenario espiral, paz y alegría.

Lentamente una inmaculada nieve se desliza
al contacto con tu cuerpo en flores se iluminan,
te perfuman, te besan, te acarician,
mi cuerpo se dilata, mi alma ya no es mía.

La razón de mi existencia estaba distraída,
rebosada de inocencia e infinita dulzura,
recogiendo tréboles en la inmensa llanura,
cubierta de rocío, de perlas cristalinas.

no sabía que estaba dentro de su misterioso reflejo
en el que desnuda en alas de un ángel partía,
llevándose mi mente, mi corazón tan lejos,
al espacio donde despierto, jamás la alcanzaría.

Y me quedé mirando, perderse en el espejo,
sin poder evitarlo sabiendo que nunca la vería
en tinieblas, ciego, absolutamente perplejo,
oculto entre unos versos mi dolor escribía.

Adornados de esperanzas y de sueños
los matices que dieron sentido a mi vida,
la fe en Dios, que vi en ti desde pequeño
el milagro del amor que en mi crecía.

Resignarme puedo mientras tenga el consuelo,
el arrullo del recuerdo venerándote en mi pecho,
tu nombre ferviente palpitando como eco,
esperando una señal, el contacto con el cielo.

Es posible que llegue la aurora y no despierte,
que lloren los ojos donde mi imagen difusa duerme,
es igual el sueño, a la lenitiva muerte
que me llevará a ti si no vienes a verme.

El contacto con tu alma me es urgente,
acortando la distancia llegaré a tu mente,
entraré en tu corazón si me consientes
y estaré dentro de ti eternamente.

Bitácora Preludio Al Sonido De La Última TrompetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora