Capítulo 3.

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"Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama." Miguel de Cervantes.

Octubre 2010.

Papá peinó mi pelo mientras yo observé mi reflejo en el espejo. Pude escuchar, aquel día, cómo mamá gritaba frustrada al no encontrar el maletín.

-Es despistada, ¿eh?

Yo, sin saber por qué papá decía eso, sonreí.

-¿Pero sabes qué, nena? Es la mejor mamá y mujer del mundo, ¿a que sí?

Asentí con rapidez, observando como los ojos de mi padre brillaban al hablar de ella.

-Quiero mucho a mamá.

-Y yo, cielo.

Mamá, a los diez minutos, dejó de gritar y vino hacia el baño para despedirse de mí y de papá.

Cuando se acercó y besó su boca, la angustia y el asco se apoderaron de mí e hice una mueca, causando así que mis padres riesen.

-Suerte en el trabajo, nena.

Ella le sonrió.

-Adiós, chicos.

Papá aquel día me llevó al colegio. Ya iba a cuarto de primaria. Bajé del vehículo negro y tomé su mano mientras nos dirigíamos hacia la entrada del colegio.

Cuando llegamos, papá se puso a mi altura y me sonrió.

-¿Todo bien, nena?

Me mordí mi labio inferior pensativa y asentí.

-¡Sí, papi!

Papá sonrió, me atrajo hacia él para abrazarme y nos quedamos así unos segundos.

-Anda, ves a clase, moquillo.

Reí ante su mote.

-Adiós, papi —me despedí mientras me marchaba agitando la mano.

-Adiós, nena.

Subí las escaleras hacia mi piso y dejé la maleta de la Bratz encima del pupitre para ir corriendo en busca de Sandra y Álvaro, pero no los encontré. Busqué a alguien con la mirada y me topé con Hugo, que acabó de entrar a clase. Me acerqué hacia él percatándome de cómo su flequillo le tapaba la vista.

-Hola, Hugo.

Suspiró.

-Hola, pesada.

-¡No me hables así!

Él rió.

-¿Qué quieres, Melissa?

Me encogí de hombros.

-Me aburro. Desabúrreme.

Resopló y le seguí hasta su mesa para observar cómo dejó su maleta sobre ella. Y, lo que no me esperé aquel día, fue que nada más voltearse me atacó con cosquillas.

-¿Te desaburres así, Melissa?

Reí descontroladamente, causando así que escasas lágrimas saliesen de mis ojos y suplicase mil veces que parase, pero él no cedía. No nos percatamos de que la clase, a medida que transcurría el tiempo, se iba llenando hasta que llegó la profesora.

-Melissa y Hugo, ¿qué hacéis?

Hugo paró de hacerme cosquillas y miró con temor a nuestra profesora. Por mi parte, miré a mí alrededor y me di cuenta de que todos nos miraban con cierta curiosidad.

-¡Melissa y Hugo son novios!

Todos rieron y Hugo me miró sonrojado.

-¡Yo nunca saldría con ella!

Se escucharon risas y un sentimiento de pena se apoderó de mí. Si todos se reían es que nadie me quería, ¿verdad? Mis mejillas se tornaron rojas mientras la clase gritaba al unísono "¡Melissa y Hugo son novios!", provocando así que llorase.

La profesora mandó callar a todos y, después, se puso de cuclillas limpiando mis lágrimas.

-Yo no soy la novia de Hugo, profe.

El labio inferior me temblaba a causa de la tristeza y sentía sus pulgares limpiar mis lágrimas que se deslizaban por mis mejillas.

-Lo sé, Melissa. No les hagas caso, lo hacen para provocarte.

-Hugo no me quiere, profe.

Ella sonrió.

-Claro que te quiere, Melissa, pero como amiga.

Suspiré.

-Es que no quiero ser su novia y hacerle daño.

Pude observar como intentó reprimir una risa frunciendo sus labios. A los pocos segundos, me dijo que me marchase a mi lugar mientras ella empezaba a impartir clase.

Estaba sentada al lado de Alexia, mi amiga, mientras sentí cómo tocaban mi hombro. Me volteé intentando quejarme, pero una de mis compañeras de clase me entregó un pequeño papel arrugado junto una sonrisa. Fruncí el ceño ante lo que me entregó y me coloqué bien en mi asiento para desdoblar el papel que me había entregado. Miré a la profesora unas cuantas veces para después leer lo que había escrito.

"Le gustas a Hugo ♥."

Me sonrojé de inmediato al leer el contenido escrito por una persona que no conocía. Me volteé y le pregunté a mi compañera quién había sido, a lo que ella me respondió con una sonrisa, así dándome a entender que fue ella.

"Pues a mí no me gusta."

Susúrrame "te quiero". [Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora