Susúrrame "te quiero". [Parte 1]

Capítulo 12.

"A través de los siglos, por nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote." Rafael Alberti.

***

Sus labios sobre los míos provocan que el latir de mi corazón empiece a apresurarse mientras me pongo a horcajadas de él. Sus manos se posan en mi cintura y ascienden hacia el dobladillo de mi ropa.

Sin dejar de besarnos, la ropa va desapareciendo a medida que transcurre el tiempo y nuestros gemidos incrementan en la parte trasera del coche del chico.

Mordidas, chupetones, lamidas y besos cubren mi cuerpo mientras somos en uno. Su boca sobre mi cuello causa que llegue a lo más preciado.

Tras acabar los dos, me visto rápidamente en el pequeño espacio del vehículo mientras el chico hace lo mismo que yo.

-Bueno, nos vemos - digo, mientras abro la puerta del coche para salir.

-¿Cómo que nos vemos? No tengo tu teléfono ni sé dónde vives.

Salgo del vehículo, le observo desde fuera y enarco una ceja.

-Bueno, pues hasta luego.

-¿Cómo que hasta luego? Si no sé cómo comunicarme contigo.

Resoplo.

-¿Adiós?

Él ríe.

-¿No ves que no quiero que te vayas?

Frunzo el ceño.

-¿No se supone que después de hacerlo con un desconocido te marchas?

Sonríe.

-Pero yo no soy así. Si yo me acuesto con alguien, es por algo.

-¿Entonces...?

-Quédate.

Sus ojos azules me miran suplicantes mientras intenta reprimir una pequeña sonrisa. Ruedo los ojos, me vuelvo a adentrar al coche y sus labios se posan sobre los míos.

-David, ¿qué voy a hacer contigo?

Sonríe.

-Ser mi pareja.

Le miro interrogante.

-¿Por qué tú lo digas?

Asiente.

-Porque yo lo digo.

Río y niego con la cabeza.

-Tendrías que ganártelo si tanto quieres.

David y yo, tras aquella conversación, estamos un tiempo en el asiento trasero del coche hablando sin censura para cuando suena mi teléfono.

Lo saco de mi bolsillo del pantalón y lo desbloqueo para después abrir los ojos ante la sorpresa.

Tengo un mensaje de Hugo.

Hugo: Hey, Melissa. ¿Dónde estás?

Miro un segundo a David y tecleo rápidamente.

Melissa: ¿Para qué?

Y, a los segundos, recibo su respuesta.

Hugo: Álvaro lo pregunta.

-¿Me podrías llevar a casa? - le pregunto a David, sacándolo de sus pensamientos.

Sus ojos azules se posan en mí, sonríe y asiente.

Melissa: Dile que se vaya sin mí.

Y su respuesta no tarda en llegar.

Hugo: ¿Pero dónde estás?