Capítulo 1

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Estaba a punto de cursar mi último grado y estaría completamente sola. 

Mientras veía como todos los grupos de compañeros permanecían juntos, yo nisiquiera pertenecía a uno. 

Muchas personas habían pasado por mi vida y ninguna se quedaba. Nunca hiceamigos, no me preocupe por ello hasta que eventualmente me di cuenta de que estabacompletamente sola. 

Mi único consuelo era que mi familia siempre estaba conmigo, aunque creo que mehacían compañía más por lástima que porque en verdad quisieran pasar tiempo a míalrededor. 

Había intentado una vez hacer amigos pero deseche esa idea rápidamente cuandotodo se volvió una catástrofe y después de eso viví muy bien con mi soledad. Meacostumbre a ella. 

Con esos tristes pensamientos en mi mente me estire aun acostada en mi cama yparpadee durante unos segundos hasta que mis ojos se acoplaron a la luz del día. 

Gemí con protesta. Aún no estaba lista para otro año de sufrimiento. 

Unos fuertes golpes en mi puerta hicieron que me despertara por completo y melevante de mala gana arrastrando los pies hasta ella. Di un brinco hacía atrásesquivando la puerta por un pelo cuando esta se abrió abruptamente chocando contrala pared. 

Mi hermana me sonrió como si no hubiese estado a punto de matarme y entro sin mipermiso a la habitación dándome un suave empujón para que saliera de su camino yabrió las puertas de mi armario como si nada. Odiaba que hiciera eso. 

-Necesito algo de tu aburrida ropa. Se rumorea que James quiere probar algodiferente. Mi ropa no me servirá para conquistarlo.- Empezó a desordenar mi armario sin dejar de parlotear. Jamás entendía nada de lo que salía de su boca pero siemprepretendía comprender limitándome a decir: "Claro, tienes razón". 

Era más fácil hacer eso a tener que conversar con mi hermana menor. Aunque soloera más pequeña que yo solo por un año, se ponía increíblemente agresiva si noestaba de acuerdo con ella. 

-Tienes razón, Jenn.- dije por costumbre y me acerque a ella viendo el caos queestaba haciendo con mi ropa. –Pero, ¿por qué no pides permiso? 

Giro su cara hacia mí mirándome sobre su hombro. Su cabello largo y negro semovió con ella. 

-¿Vas a decirme que no? 

Levante las manos en señal de inocencia sin decir ni una palabra. Complacida con elgesto, se dio la vuelta siguió saqueando mi guardarropa. 

Me mordí los labios mirando al suelo. 

-Y a todo esto, ¿quién es James?- pregunté con cautela esperando no hacerla enojartan temprano que era cuando de más mal genio estaba. -¿Otra conquista?- Deje quefluyera mi tono burlón pero ella me miro con aburrimiento. 

-No me molestare en explicarte quien es, no lo conoces.- Me miro de arriba abajoarqueando las cejas con desagrado. –Y dudo mucho que lo hagas. 

Me cruce de brazos molesta por su ofensa. No sé cuál era su afán de hacerme laexistencia miserable. Desde pequeñas siempre estábamos peleando, pero desde quepapá había muerto se había vuelto insufrible. ¿Cuál era su maldito problemaconmigo? 

-Sigo sin entender como sobrevives sin miles de chicas envidiándote y chicos que...

-¿Qué solo se quieren acostar contigo?- Levante mis cejas a lo que ella rodó los ojos.-

Esa clase de pensamientos es la razón por la que le digo a todo el mundo que soyhija única. No vez más allá de tu nariz.- Se acercó a mí dándome un golpecito con sudedo índice en la punta de mi nariz dejando en claro su punto. 

Usual EnfermedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora