Capítulo 25

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Me desperté un poco confundida en cuanto al lugar donde estaba. Me talle los ojos y mire a mí alrededor encandilada por la luz. Gemí comenzando a levantarme.

Estire los brazos por encima de mi cabeza para despertar a mis músculos y camine hasta el baño.

Me lave la cara y los dientes. Mi reflejo me devolvió la mirada con gran decepción.

Chasquee la lengua y me puse las botas. Solo quería irme de aquí lo antes posible, no quería toparme con Evelyn y que descubriera lo mal que estaba, probablemente me haría hablar de ello y no quería ser la portadora de malas noticias. No era mi deber decirle que todo entre su hijo y yo todo había terminado, eso era asunto de James.

Abrí la puerta lista para salir, despedirme e irme lo más rápido que me sea posible pero choque contra un pequeño cuerpo. De inmediato note su rubia cabellera y esos ojos azules como el hielo.

Avanzo hacia mí haciendo que retrocediera, adentrándonos a ambas de vuelta a la habitación.

-¿Cómo te atreves a venir aquí? ¿No puedes simplemente dejarnos en paz?- Me empujo y caí sentada sobre la cama.

No tenía ganas de armar un escándalo y mucho menos darle la satisfacción de pelearme con ella. Apreté las manos tensando mi cuerpo, intentando contenerme.

-Él fue quien me busco.

Algo cruzo su rostro, pero rápidamente se recompuso. Había tanta rabia en ella que parecía temblar.

-¿Y no puedes negarte? ¿Tan fácil eres que al primer comentario dices; si? Esto se estaba saliendo de control demasiado rápido.

Antes de que me diera cuenta de lo que hacía, mi mano impacto contra su cara y su rostro giro por el impacto.

Se sentía tan bien.

Me levante de la cama y esta vez fue mi turno de empujarla.

-¡¿Y tú?! ¡Deja ya de fingir, ni siquiera lo quieres, deja de hacerte la victima!

-¿Victima? ¡Por supuesto que soy la víctima en esto!- Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas y me obligue a no sentir compasión por ella. -¿Qué pasaría si de un día a otro te quitaran al amor de tu vida?- Se acercó a mí. – ¿Cómo te sentirías si perdieras a quien más amas?

-Se lo que se siente.- le respondí pensando en mi padre. –Pero el que él haya muerto, no significa que tú también.

-¡No tienes ni idea de lo que se siente!- grito golpeándose el pecho. Parecía una desquiciada.

-Kyle no quisiera verte de esta„

Su pequeña mano golpeo mi torso empujándome hacia la cama.

-No te atrevas a decir su nombre. Una parte del sigue aquí y él es mío.- Me levante lista para sacar la mierda fuera de ella. –No me conoces, no sabes de lo que soy capaz.

Usual EnfermedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora