Solo unos minutos más de historia universal y tocaría el timbre. Miraba resentidamente al reloj deseando que no avanzara más.
James me había dicho que nos veríamos después, y se llegaba la hora del almuerzo pero no quería tener problemas con nadie y por la manera que una de esas chicas me estaba viendo, podía decir que definitivamente no me encontraría con mi novio falso.
No es que no haya peleado antes pero chicas como aquellas no jugaban limpio. Podrían hacer más cosas que rebajarse a golpearme. Podrían humillarme, eso es lo que hacían las chicas como ellas.
El profesor reviso su reloj y después nos dio permiso de irnos. Por su puesto que toda la clase se apresuró a guardar sus libros y correr como zombis hambrientos.
Mire hacia la perta y en seguida sentí un golpe en la nuca. Cuando levante la vista pude ver a otra chica completamente diferente de las que me habían amenazado mirarme con burla y enfado. Se reajusto la mochila, que es con lo que me había golpeado, y salió al igual que el resto.
¿Pero qué demonios les pasaba? ¿Es que una ya no puede salir con quien quiera?
Debí de suponer que el circulo de James no estaría de acuerdo con que el saliera con alguien de categoría baja. Yo era una don nadie y él era una estrella aquí. Solo era cuestión de tiempo para que encontraran la forma de separarnos y que el mundo de los populares volviera a estabilizarse.
Tenía miedo de lo que pudieran hacer pero me aterraba más perder a James por su culpa. Una parte de mi quería ser valiente e ignorarlas pero esa no era mi naturaleza.
-¿Usted no va a salir, señorita Johnson?- El profesor me miro con rareza. Era la única que quedaba. Mire a la puerta con horror y me resigne a guardar mis cosas dentro de la mochila.
Lo hice de una en una y lo más lento posible escuchando de fondo los golpes que el profesor daba con el pie en señal de impaciencia.
-Necesito cerrar el salón, dese prisa.-Metí lo último de sopetón y cerré enojada la mochila.
Necesitaba ocultarme.
Salí del salón y mire a mis costados como si me persiguieran. Quizá debería llamar a la policía. ¿Pero qué diría? ¿Qué un grupo de adolescentes enamoradas de James me estaban amenazando por salir con su esposo modelo a futuro?
En baño no era una opción, las chicas iban a cada rato para retocarse el maquillaje. La sala del conserje era una mejor idea.
Camine lo más rápido que pude ocultándome la cara con el cabello, lo que me causo tropesar varias veces con las personas al no ver por donde iba. Tenía la esperanza de que James se olvidara de mí y así no tener que explicarle que no estaría con él porque sus amigas me lo prohibieron. Sí, eso sonaba patético. Incluso para mí.
No quería mostrarme débil ante nadie pero ¿a quién quería engañar? Yo era dedil, mucho. Me dejaba influenciar, aceptaba cosas que no quería y me callaba lo que quería decir. Siempre fui muy dejada y eso no estaba bien. Yo quería ser valiente, quería hablar sin temor a que me dijeran que eso no era lo correcto. Quería ser fuerte.
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Usual Enfermedad
Novela Juvenil"El amor es una enfermedad" Me he estado repitiendo eso desde que mi madre decidió que quería que viviera un amor juvenil. Aparte de lo vergonzoso que es que tu madre haga de casamentera, ¿cómo puedo hacerle entender que no quiero el sufrimiento que...