-Y entonces el llego del trabajo, aun con el uniforme y me llevo a cenar. Trajo flores, tulipanes. Es tan romántico.- Estábamos en la mesa de la cocina. Yo pelaba zanahorias y mamá nos concedía el grandioso honor de escuchar cómo fue su cita de hoy.
Al parecer, Darrell la llevo a un lujoso restaurant y no ha parado de decir lo asombroso que estuvo.
-Me encantan los tulipanes. ¿Crees que su hijo se igual de encantador que su padre?- preguntó Jenn con un toque de coquetería. Rodee los ojos y pele las zanahorias con más entusiasmo imaginando que era la cabeza de mi hermana. Mamá la miro mal.
-Si algo llega a pasar a futuro con Darrell, quiero que dejes en paz a su hijo, Jenn. No vas a arruinar esto. Además, su hijo tiene novia.- Jenn sonrió como si no hubiese roto un plato en toda su existencia.
-Tranquila mamá, seré buena.
-¿Y cómo te va con James, Lu?- Mamá me miro con las cejas alzadas y ese brillo en sus ojos que tenía desde que conoció a Darrell. No podía decirle que lo había evitado en todo el día y que había rechazado las tres llamadas que había recibido de él y todo por culpa de un montón de chicas celosas que querían a mi novio y yo era lo suficientemente cobarde como para darles su merecido. Así que hable de otra cosa.
-El está bien. Hoy conocí a una chica, nos hicimos amigas.- Cambie de tema no queriendo introducirme más en el tema de mi ficticio novio. Si mi hermana trato de seducirlo en varias ocasiones, era obvio que las demás no se detendrían solo porque yo andaba con él. O algo así. Seguía sin entender qué demonios éramos. No quería ponerle etiquetas pero necesitaba explicaciones.
-¿Y cómo se llama?- Jenn agarro una manzana del frutero y me arrebato el pelador para quitarle la cascara.
Deje la zanahoria dentro de la charola y me giré despacio hacia ellas. Ambas me miraban esperando más detalles, no era un secreto que mi vida social era inexistente.
-Ashley, no se su apellido pero tiene pinta de ruda. Es pelirroja y tiene tatuajes pero yo creo que son falsos.- Jenn dejo caer la manzana al suelo junto con el pelador.
-¡¿Ash la salvaje?!- gritó como una desquiciada.
-No le digas así, se llama Ashley. Es buena gente hoy me salvo de...- Me calle de golpe casi revelando mi secreto. Bueno, no era un secreto en sí pero no quería que mi familia se enterara de que me molestaban en la escuela.
-Mamá, no puede juntarse con ella.- Se puso una mano en el pecho exageradamente.
-Es una mafiosa, escuche que mató a tres profesores y por eso se cambió de escuela. Se droga y tiene armas en su casillero.- Rodee los ojos con fastidio.
-Son los rumores más estúpidos que he escuchado. No la conoces en absoluto y ahora es mi amiga, así que vas a tratarla con respeto.- Agarre las zanahorias y las puse en una vasija para meterlas en el refrigerador.
Cogí la manzana del suelo y el lave antes de metérmela en la boca caminando indignada hasta mi habitación.
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Usual Enfermedad
Ficção Adolescente"El amor es una enfermedad" Me he estado repitiendo eso desde que mi madre decidió que quería que viviera un amor juvenil. Aparte de lo vergonzoso que es que tu madre haga de casamentera, ¿cómo puedo hacerle entender que no quiero el sufrimiento que...