Capítulo 7.

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Dani.

D: Ya que yo soy demasiado vago para buscar una canción que crea que te va a gustar voy a decirte algo yo mismo... Aunque no te lo cante va con todo mi amor, no sabría explicarte por que te amo... Son tantas cosas, tu sonrisa, tu mirada, tu personalidad, esos ojos marrones que aunque sea un color común a mí me encantan... Son tantas las razones, la forma que me haces reír y haces que se me achinen los ojos... Antes de hablarte ese día en clase ya estaba enamorado de ti, desde que entrastes nueva, fue como que ya sentí algo hacia ti, pero cuando me hablastes, mi corazón se paró, no sabía como reaccionar, si ser yo mismo, o ser otro por miedo a que no te gustase mi yo. Fue tan especial la primera vez que te vi, todo parecía un sueño, uno del que no quería irme jamás, la primera vez que quedamos, al vernos, te abracé, y tu muerta de vergüenza, también me abrazastes, aunque ya nos conocíamos de clase y eso, como si nada y mientras que caminábamos solo hacías repetir que no estuviese nervioso, cuando tú lo estabas más que yo, fuimos caminando y hablando poco a poco, apenas nos pegábamos, estábamos separados pero con el tiempo no hacía más que acercarme a ti, buscando alguna señal que al final conseguí, solo que no te atrevías a sacar, cada día estaba más enamorado de ti... cada momento era más especial para mi, los dos callados y mirándonos, has marcado mi corazón y has dejado tu huella como nadie, y por muchas barreras que haya, sé que nada va a cambiar esto, por que nada va a parar el amor que siento hacia ti, mientras seas tú feliz yo lo estaré contigo, mirándote, abrazándote y demás... Cuando necesites llorar tienes un hombro aquí, una persona que le puedas contar todo, estando siempre que me necesites.
Sé que en su momento la cagué, y me arrepiento por ello. Porfavor, perdóname, necesito saber que eres mía, Y poder decir con orgullo "Sí, esta es mi novia".
¿Podemos volver a intentarlo?

Al acabar, ví que las lágrimas se deslizaban por sus suaves mejillas.

A: Dios... Dani... Yo... Claro que sí. Estás perdonado del todo, esto te lo has currado, y dios, lo que me acabas de decir... dios. Podemos volver a intentarlo.

D: Pero hay que hacerlo bien.
Almu, ¿quieres volver a ser mi novia?

Asintió.

No pude aguantarme, y la besé con ganas.

Nos separamos por falta de aire.

De repente, empezó a llover.

A: ¡Corre, nos vamos a mojar!

Empezamos a correr, hasta que llegamos a mi casa, obviamente, estábamos empapados.

Almu.

Llegamos a su casa empapados por la lluvia, y estaba tiritando del frío.

D: Madre mía, cariño, estás helada. Ven, te preparo un bañito caliente, y así también te relajas. Te daré un pijama de mi prima Adri.

A: Gracias.

D: No hay de qué, princesa.

Me dió un beso en la mejilla, y subimos las escaleras.

A: ¿Nos bañamos juntos?

D: Claro. Y tranquila, no intentaré nada, te respeto.

A: Gracias.

D: Nena, deja de darme las gracias por cada cosa que hago por ti. Acostúmbrate.

A: Está bien, está bien. -Dije con una sonrisa divertida.

Entramos al baño, y Dani se empezó a desvestir, y se metió en la bañera.

A continuación, yo hice lo mismo.

Destinados. [Gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora