Capítulo 2.

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Almu.

A: Yo soy así con la gente que me cae mal.

D: ¿Y por qué te caigo mal?

No le contesté, y me puse a dibujar en la libreta, por lo que Dani entonces pasó de seguirme el rollo, y también pasó de mí.

A las horas por fin llegó la hora de irse a casa.

Cuando llegué a casa, mi madre había preparado una de mis comidas preferidas ¡pizza! Con ese quesito derretido, esa masa crujiente... mmm... estoy totalmente enamorada de la pizza.

M: Hija, tengo que decirte una cosa.

A: ¿Qué pasa mamá? Me estás preocupando un poco.

M: Tranquila, no es nada malo.- La miro atenta.- Esta noche vienen a las diez a casa unos antiguos amigos de tu padre, que se ha enterado que han venido a vivir aquí a Madrid. Sus hijos se quedan a dormir. Dormirán en tu cuarto, en el colchón hinchable.

Cuando terminé de comer, ví que tenía un WhatsApp de mi novio, ¡ah! por cierto, no lo he dicho, pero sí, tengo novio, se llama Jaime, y es perfecto. Al menos, eso creía.

WhatsApp.

(Novio: N)

N: Llámame cariño.

A: Vale amor.

Lo llamé y me lo cogió en el primer toque.

Conversación Telefónica.

N: ¿Sí?

A: Tonto, soy yo.- Dije sonriendo.

N: ¿Podemos quedar esta tarde? Tengo que contarte algo importante.

A: Vale cielo, pero poquito tiempo, que tengo que hacer los deberes, y prepararme.

N: ¿Prepararte? ¿Para qué?

A: Nada especial, solo que esta noche vienen a cenar unos amigos de mi padre, y mi madre me ha pedido que me arregle.

N: Ahh vale. Bueno eso, que a las seis y media en el banco del parque de la fuente.

A: Vale, adiós amor.

Eran las cuatro y media mas o menos cuando me quedé dormida.

Al despertarme, eran las.. ¡seis menos cuarto! Dios, se me va a hacer tarde.

Como tenía prisa, me peiné rápido. Menos mal que ni me puse el pijama ni nada, que me dejé puesta la ropa que me puse esta mañana.

Iba de camino al parque y cuando llegué al parque, no me pude creer lo que estaba viendo.. ¡A Jaime besándose con otra chica!

Ya es la segunda vez que veo esta escena, joder...

Salí corriendo de allí y me fuí a mi casa, cuando llegué fui corriendo a mi habitación, me encerré, y lloré, lloré como nunca antes. De tanto llorar me quedé dormida, otra vez.

Cuando me desperté, eran las ocho, y aunque no tenía ganas, me puse a hacer los deberes, los terminé a las ocho y media. Siendo la hora que era, empecé a arreglarme.

Me metí en la ducha, el agua caliente me relajaba mucho. Cuando salí empecé a vestirme, me puse una camiseta blanca de tirantes, junto con unos vaqueros estilo mom jeans, y vans.

Cuando terminé, eran las diez menos cinco, justo a tiempo para la cena.

Bajé y picaron el timbre.

A: ¡Abro yo mamá!

M: ¡Vale!

Abrí la puerta, y... no podía creérmelo ¿Por qué todo me pasa a mí?

(Eva: E/ Juan Carlos: JC)

E: Hola guapa, tú debes de ser Almudena, la hija de Cristina y Pedro ¿no?

A: Sí mucho gusto, señora.

E: Puedes llamarme Eva, y el gusto es mío cielo.

Le di dos besos a Eva y después a Juan Carlos.

JC: Estos son nuestros hijos, Jesús y Daniel.

A: Ya los conocía, están en mi clase.

JC: Anda que bien.

Le dí dos besos a cada gemelo, por educación.

En la cena, los padres hablaban y hablaban, pero nosotros tres... ni una letra.

Estaba en medio de ellos dos, y así de repente, Jesús, me puso una mano en la rodilla, y la iba subiendo cada vez más arrriba, le quité la mano cuando estaba llegando a la parte interna de mis muslos, y lo intentó dos veces más, y las otras dos veces también le quité la mano.

Dieron las doce la noche, y nos fuimos a dormir. Dani se fue directamente para el colchón inchable, y Jesús estaba en el baño poniéndose el pijama. Pero yo no vi que entró.

Entré al baño para ponerme mi pijama, Jesús estaba en bóxers y...

Destinados. [Gemeliers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora