Capítulo 21

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Caleb


- Gracias por esta noche, ha sido...interesante – sonrío como un idiota apoyado en su puerta abierta viéndola salir de mi coche.


- Sí, no fue exactamente lo que planee, ya sabes quería llevarte a otro sitio para demostrar mi hombría y esas cosas, pero ha sido la mejor cita de la historia- me quedo un par de segundos pensativo- bueno, en realidad ha sido la única cita en la que he estado- digo caminando a su lado hacia la casa- pero creo que tenía que llegar esta chica un tanto misteriosa y alocada para que diese el paso- termino haciéndola reír.


- ¿Eso significa que empezarás a tener citas a diestro y siniestro?- no me gusta como ha dicho eso.


- Bueno si, por supuesto me encantaría, pero creo que esta chica primero tendría que darme un sí, ya sabes solo ha sido la primera cita que he tenido con ella, tengo que pensar bien como pedirle otra, mi pequeño y dulce corazón se desgarraría si dice que no- Marica.


- Zalamero...


- ¿Eso es un sí?- pregunto un poco demasiado rápido y atropellado haciéndola reír otra vez, me encanta.


- No lo sé, a este chico extraño le falta probar una última cosa antes de irse ¿no?- giro rápidamente hacia ella, tropezando un poco en el último escalón de su porche iluminado, giro la cabeza a los lados y veo que están todas la luces de la casa apagadas menos la bombilla exterior que nos alumbra. Mis ojos se dirigen a ella nuevamente, ¿está diciendo lo que creo que está diciendo? Si es así creo que me he puesto un poco cachondo por su gran directa.


- ¡Oye! No te me adelantes a los acontecimientos, me harás quedar mal, quiero dar buena impresión- se apoya en la parte frontal de la casa cruzando los brazos sobre sus increíbles te...pechos, sus...buenos...proporcionados...¡Pechos!¡Solo pechos! Me acerco a ella quedando de frente, la coronilla de su cabeza a la altura de mi barbilla, mis manos en los bolsillos de mis pantalones- ¿Entonces? ¿Si beso a esta chica...- comienzo bajando mi tono de voz- ...crees que ella no se apartará, me abofeteará, o tendré la escopeta de su padre presionando mi frente?


- Deberías de comprobarlo- gira su cabeza hacia el lado como un pajarillo mirándome con esos increíbles y maravillosos ojos.


- Entonces...


- ¡Oh Caleb cállate ya!.


Y su boca literalmente se come la mía, no sé qué hacer, todavía tengo los ojos abiertos del impacto y las manos extendidas, ahora tensas de la impresión, pero joder, su lengua está perfilando mis labios y dejando pequeños rastros de saliva.


¡Reacciona joder!


Y ahí voy, definitivamente ella no va a ser la que bese, abriendo mi boca aparto su lengua con la mía para poder explorar, saborear y degustar. Mis manos se ponen inquietas y no sé por dónde empezar a apretar, así que como las suyas están en las solapas de mi chaqueta, que por ende están en mi pecho, le devuelvo el favor.

Como mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora