Capítulo 12

7.6K 580 28
                                    

BAMBI JO


Mi corazón bombea tan estúpidamente fuerte, esto es una agonía celestial. No sé a quién mirar, no sé en quien pensar. Los libros de adolescentes de instituto no te hablan sobre esto, no te dicen que es posible que no te enfrentes a la atracción, no de una, sino de dos personas. Tengo la mano de Caleb en un lado de mi cadera, haciendo círculos imaginarios, apretando pero sin apretar; el aliento de Deon golpea mi nuca. Todas mis terminaciones nerviosas están a la deriva, puedo escuchar el pum pum del latido de mi corazón, fuerte e insaciable, lo noto en mi cuello y en mi muñeca, como cuando tienes miedo, como cuando estas nervioso, o mejor y más concreto, cuando estas excitado.


¿Un poco enfermo por mi parte no?


En realidad sigo limpiando heridas imaginarias de Caleb, como si estuviese dándome tiempo. Pero esto sigue siendo extraño, estos dos son extraños, he escuchado rumores y los he prácticamente confirmado a través de Zoey.


Creo que me estoy poniendo más y más nerviosa a cada minuto que pasa, la entrada de Shine me puso los pelos de punta, de verdad, una mezcla pasado futuro, que no me gusta nada. Fueron buenos tiempos, muy malditamente buenos, pero aquello acabo, soy una mujer responsable, soy quien dicta mi propio destino, soy fuerte, he de serlo, me hicieron dar un salto de madurez a temprana edad, volviéndome loca, actuando sin tener que hacerlo, pero soy confiada, confío en mí. El tiempo me hizo aprender que yo era la única persona que me podría sacar del camino equivocado, la única con la que podría contar. La vida te quita todo lo bueno, te lo arranca sin aviso, sin preguntar y sin meditar las consecuencias de lo que la naturaleza dicta.


Tengo muy claro que mi corta vida se divide en muchas etapas, el antes y después de los servicios sociales, Gael, la adopción de Billy y Katherine, la muerte de la que verdaderamente fue mi madre. No me han tocado las mejores cartas en la vida, pero he tratado, de verdad lo estoy intentando, juego con ellas de la mejor forma que puedo, aparté mi pasado con cosas nuevas, cosas que dejé atrás o simplemente sustituí.


Sin embargo, aquí y ahora, me doy cuenta que estos dos chicos llevan una temporada jodiendo mi cabeza, la amabilidad de Deon, su sonrisa permanentemente incrustada en su cara, esa que dice que podría traerte de cabeza, que podría llevarte al cielo y bajarte en un abrir y cerrar de ojos al infierno. Y Caleb, todo misterio, pero con una capacidad de hacerte temblar a veces insoportable, sus ojos, la cantidad de cosas inconclusas que pueden llegar a transmitir, nunca sé si es excitación, enfado o tiene una capacidad innata para ver tu interior.


No quiero que lo vea, no quiero que sea capaz de ver más allá de mí.


Porque sin palabras sé que lo tengo, que está aquí, no de forma figurada o estrictamente literal. Es más un sentimiento de ardor, no de estómago, obviamente, si no psíquico, puedo sentir esa mano acariciar y quemar, hacer que mi piel se ponga de gallina, pero es lo mismo que Deon, su aliento cálido provoca que el bello de mi nuca se erice. Ambos crean, sin conocerlos realmente, la más extraña y desconocida sensación en mi interior.


Protección.


¿Estoy loca?


Posiblemente.


¿Estoy excitada?

Como mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora