Los corredores del paraíso (Maze Runner fanfic)

Lo sabía

Advierto de que las cosas se van a poner un poco locas. Pero el Destello, como la vida, es así. He leído la precuela de El corredor del laberinto y he podido comprender mejor el loco comportamiento de los que tienen el Destello. O el Nuevo Destello para esta historia. Se avecina el caos.

Un día después, llegó un barco desde el pueblo del mar. Allí, Aris les contó lo que había pasado durante esos seis meses que ellos habían estado fuera. Minho y Tegan estaban muy preocupados.

—Los desérticos han estado atacando a vuestro pueblo durante todo este tiempo y ellos se han defendido, pero la mitad ha muerto—dijo Aris.

—¿Cómo ocurrió lo de Brenda?—preguntó Tegan.

El chico la miró apenado. Parecía que había sido hace un siglo la última vez que se vieron. Sin embargo Tegan, no tenía tiempo ni ganas de preocuparse por Aris.

—Ella dio a luz, pero estaban escasos de medicinas y murió en el parto—dijo mirando al suelo.

Tegan se mordió el labio. La Doctora Shannon le dijo que era muy peligroso que tuviera otro embarazo, pero Brenda, su querida Brenda, siguió adelante.

Minho parecía muy determinado.

—¿Él bebe ha sobrevivido?—preguntó.

Aris asintió.

—Sí, es un niño. Se llama Newt—dijo Aris—.Debéis de tener cuidado, nunca sabremos cuando será el próximo ataque, ni si está extendido el Destello en vuestro pueblo.

***

Minho y Tegan llegaron esa misma noche al campamento, no habían hablado mucho durante el trayecto, pero no tenían mucho que decir salvo que estaban destrozados por la muerte de su amiga. En el todoterreno, Tegan le cogió la mano a Minho para que le infundiese fuerzas. Cuando llegaron, todo el mundo estaba ocupado armándose y no les prestaron atención.

Había fogatas y peleas por todas partes, ciertamente era un caos aquello. Era un ambiente extraño y post apocalíptico.

Cuando llegaron al ayuntamiento, no se podían creer lo que encontraron: había una especie de trono y Pietro estaba sentado en él.

—¡Hola chicos! ¡Me alegro de veros!—dijo mientras saltaba del trono. Aquello parecía una casa de locos.

Minho y Tegan se miraron ¿tenía Pietro el Destello?

—Pietro tienes que parar los ataques—dijo Tegan.

El hombre se acercó a ella, mucho, y le cogió de la mejilla.

—Siempre has sido una molestia. Me has molestado taaaaanto—dijo el hombre mientras sonreía—.Pero al menos eres guapa.

Tegan se apartó y sacó su cuchillo. En efecto, el hombre era probable que tuviera el Destello.

Minho negó con la cabeza mientras la miraba.

—Bueno, será mejor que vayamos a armarnos... ya sabes... para luchar—dijo Minho mientras retrocedía.

Los dos salieron de allí y corrieron a buscar a sus amigos.

—¿Crees que tiene el Destello?—le preguntó Tegan a su compañero.

—Estoy seguro—dijo él—.Ve a buscar a Valentina, yo iré a buscar a Tom, a Newt y a Harriet. Nos vemos en el campo de tiro en quince minutos.

Tegan asintió y le cogió del brazo antes de que se marchara.

—Espera—dijo—, intenta que no te maten.