3 años,6 meses y 5 días.

Capítulo 25

Mi vida. Mi amor. Mi razón de ser. Mi alma. Mi corazón. Hera. Hera Riley.
Estoy jodido. Soy un jodido enamorado. Me siento inútil,desesperado.
No me importa que ella tenga novio,que lo ame y que me haya olvidado. Mientras yo la ame,este amor estará a flote. Ella es como Jack y yo como Rose. Es una metáfora estúpida,si se puede llamar así. No lo sé. Estoy ebrio, tirado en la habitación de mi hija.
Ayer,diablos. ¡Que noche! Me enteré que mi ex-esposa ha estado manipulando a mi hija. Me ha robado dinero. Mi propia hija,de 3 años. Increíble.
Mi hija ahora no se donde este,probablemente con Luke o con Elsa. No lo sé. Solo sé que salió huyendo antes de que ella me golpeará. Hera tenía razón. Ella es igual a mi. Odio eso. Debería ser como yo en lo bueno y no en lo malo.

Escuché el timbre de la casa sonar. Una vez y otra. "Camine" hacia la entrada y abrí.

-¿Qué haces aquí?-mis ojos se abrieron.
-No pasaste de llamarme,¿estás bien?
-Bebí como un loco porque mi ex-esposa me ha quitado mucho dinero. Ha manipulado a mi hija y...
Hera me abrazó y me tiré a llorar. Hera acarició mi espalda. Me calme un poco. Llevé a Hera a la sala y se sentó. Me jaló y caí en sus piernas.

-Tú deberías estar en mis piernas,no yo.

Se sonrojo. Volví a abrazarla. Me sentí querido. Me sentía amado.

-¿A qué te referías con ex-esposa?-arruinó mi bello momento.
-Nos divorciamos antes de mudarme a Francia.
-¿Por qué? Ustedes eran la pareja perfecta.
-No vuelvas a decir eso-tape su boca-lo hice para ser feliz.
-¿Eres feliz?
-Ahora,contigo, sí.

Hera me empujó,caí al suelo,ella se levantó.

-¡Hera!-gritó-¡Hera Hemmings!-gritó de nuevo.
-No está aquí.
-¿Dónde está?
-No lo sé.
-¿¡Hablas en serio?!
-Sí.
-Tiene tres años¡Tres años!
-Puede cuidarse sola.

Me miró y salió de la casa. Confundido me levanté y fui por ella. Hera se subió a su auto. Trote hacia la puerta del copiloto y me subí al auto.
Me puse el cinturón, miré para ver si ella tenía el suyo,como no lo tenía me estire un poco para ponérselo. Hera se puso nerviosa cuando pase mi mano por su pecho y freno. Mi cabeza se azotó en el claxon. Gemi del dolor.
Regresé a mi asiento,me sobe. Hera volvió a encender el auto y siguió conduciendo.
Condujo por varias horas. Estaba tensa y desesperada. Me paso su tensión, razone por un momento. Era mi hija. Estabamos buscándola y yo...
Llamé a Elsa y a Luke. No estaba con ninguno de ellos. Mi preocupación aumentó.

Pasaron unas horas más. Nos bajamos del auto para dar un respiro y comer algo.

-¿Dónde puede estar?-le pregunté.
-¿Cómo quieres que lo sepa?
-No lo sé.

Su teléfono vibró. Hera lo tomó y contestó.

-André,cariño. ¿Qué pasa?..¿Hablas en serio?..Estoy con él,vamos para allá...eres el mejor...te amo.

Colgó y sonrió.

-André la encontró. Vámonos.

La tomé de la mano en todo el camino. Abrió el garaje y entramos. Bajamos del auto. Lentamente caminamos. Abrió la puerta, Hera y André estaban viendo caricaturas. El se reía junto a ella.
El amor de mi vida soltó mi mano para ir con el suyo. Beso su cuello y luego sus labios.

-Hola-hablé. Hera, mi hija me miró. Sus hermosos ojos azules brillaron. Se bajó del sillón y corrió hacia mi. Extendí mis brazos, cuando ella llegó a ellos la abracé con fuerza.

-Perdón-dijimos al mismo tiempo.
-No debí haberle hecho caso a Mariela.
-No le digas Mariela, sea como sea,es tu madre.
-Me siento mal. Te quitó mucho.
-No importa-dije calmado.

La cargué y me paré frente a André.

-Gracias-André me sonrió.
-¿Dónde la encontraste?-le preguntó Hera.
-En tu corazón.
-¿Cómo llegó hasta ahí?
-No lo sé. No me dijo.
-¿Qué hacías tú ahí?
-Fui a darme un respiro. Tenías razón, no me doy el tiempo necesario para nosotros. Ahora sólo trabajaré mi turno.
-¿Nada de tiempos extra ni turno nocturno?
-Nada. Ahora me dedicaré a nosotros...y la escuela.

André la beso. Se levantó y me llevó a una de las habitaciones. Me dio algo de ropa para mi y para mi hija. Me pidió que nos quedamos en su casa esta noche. Le rogó a Hera que me dijera todo,y que habláramos de lo que nos molesta del otro. Fue como nuestro psicologo. Se quedó con nosotros todo el tiempo. Nos preguntó cosas y nos hizo recordar buenos momentos.
André se comportó muy bien conmigo, a él le agrada mucho mi hija. El la trata como si fuera su hermana pequeña. Yo no sé si le agrado, es buena persona conmigo pero...