Minho caminaba por uno de los patio de la universidad y una imagen lo dejó gratamente sorprendido. A lo lejos, Kyungsoo estaba sentado con muchas personas rodeándolo. Baekhyun estaba a su lado, con una pierna elegantemente cruzada, mientras prestaba atención a lo que Chanyeol contaba exageradamente. También estaba Jongin y sus respectivas novias. Incluso había personas que no conocía. Su mejor amigo sonreía y eso le hizo sentirse tranquilo. Mientras se aceraba, escuchó la voz de Jongin.
–¡Hyung! ¿Por qué no vienes con nosotros?– le propuso con una sonrisa.
Minho hizo un gesto de saludo y, cuando estuvo lo suficientemente cerca, se dio cuenta que el rostro de Kyungsoo estaba casi curado. Ya no se notaba su ojo golpeado. Habían pasado ya varios días y seguramente Baek lo había maquillado de nuevo. Lo importante es que se veía feliz. Entonces, Minho sintió algo extraño. Baekhyun había logrado en tiempo récord algo que él no había podido conseguir en mucho tiempo. Logró integrar a Kyungsoo en su grupo tan naturalmente, que parecía como si siempre hubiera sido parte. Se sintió un poco celoso porque siempre había sido él quien lo protegía. Pero se dio cuenta que era una tontería. No importaba quién lo hiciera, lo esencial es que su mejor amigo estaba bien.
Se sentó en una esquina, aceptando la invitación de Jongin. Escuchó las conversaciones para entender de qué hablaban. Al parecer, Chanyeol narraba una anécdota de un profesor en una de las juntas a las que asistía como representante estudiantil. Todos se reían por sus exageraciones y sus caras graciosas. Minho no estaba muy atento. No le gustó la forma en la que Mi Cha le dirigía a Kyungsoo.
Su instinto sobre protector salió a flote. Quiso averiguar por qué estaba tan interesada en él, no necesariamente de forma positiva. Le vio decirle algo a Cho Hee en la oreja. Minho lo logró escucharlo, pero era evidente que se refería a Kyungsoo. Aquella niña iba a ser un problema tarde o temprano. No tenía forma de probarlo, pero tendría que estar atento.
* * *
Después de terminar su última clase, Jongin esperaba en uno de los pasillos con un cuaderno sostenido entre su brazo y su cuerpo. Sus manos estaban en sus bolsillos, mientras miraba al piso. Kyungsoo por su parte avanzaba rápido y distraído. Kai lo vio y consiguió llamar su atención.
–Soo, ¡hola! ¿Puedo hablar contigo?– una mano se posó sobre su brazo y el más bajo de los dos se sonrojó al verlo. Hizo todo lo posible para que el otro no se diera cuenta de su nerviosismo.
–Claro– respondió suavemente.
Jongin le invitó a caminar a su lado y hablaron. No hizo su pedido de inmediato, más bien tocó cualquier tema sin mucha importancia. Kyungsoo estaba un poco confundido al respecto. Finalmente, llegaron a la parte de atrás de la universidad, donde no había mucha gente. Kai pateó una piedrita en su camino y se dio la vuelta para hablar, sorprendiendo a su acompañante.
–Seamos amigos– propuso, intentando disimular una sonrisa nerviosa.
–¿Qué?– Kyungsoo no podía salir de su asombro, no se esperaba algo tan repentino.
–Sé que eres cercano a Baek y a otros chicos del coro. También me enteré que Minho es tu mejor amigo desde la infancia. Él me cae muy bien. Pero sería genial si te unes a nuestro grupo y nos vemos siempre. No sé. Es extraño que te lo pida, porque se supone que eso debería darse de forma natural...
–Yo...
–Siento que si no te lo digo, simplemente dejarás de salir con nosotros. Esto te va a sonar raro, pero es refrescante, agradable estar contigo.
Kyungsoo sonrió y alzó la mirada para encontrarse con los ojos suplicantes de Jongin. Su expresión era sincera y hasta pudo distinguir un ligero sonrojo. Estaba a punto de decir que sí, que le encantaría ser parte de su grupo y que prometía no alejarse de ellos. Quería decir que se sentía cómodo y aceptado por primera vez. En realidad tenía mucho qué confesar. Por ejemplo, le hubiera gustado decir que le gustaba y que gracias a él tenía la fuerza para hacer cosas que antes no se atrevía. Le hubiera gustado decirle que le encantaba, que desde hace muchísimos años era su amor imposible, el amor de su vida que ahora estaba dándole una falsa y dolorosa esperanza, que era de todas formas reconfortante.
Sin embargo, no pudo. Un dolor en su brazo, uno que ya conocía, lo hizo callar por el miedo. La gran mano de Kang Dae clavaba sus dedos en la piel de Kyungsoo. No necesitó voltearse para saber que era él y que estaba molesto. Sintió vergüenza porque fue arrastrado sin ser capaz de defenderse, resignándose con facilidad para no hacer una escena. Lo último que quería era ser golpeado y humillado en público, frente a Jongin. Calló y decidió resolver todo eso a solas con su novio.
Lo impresionante fue la reacción de su nuevo amigo, que jamás dejaba de sorprenderlo. Jongin se acercó y ordenó con fuerza: ¡Suéltalo! Al no recibir una respuesta, fue tras ellos y tomó el otro brazo de Kyungsoo y logró evitar que siguiera siendo arrastrado con violencia.
–No te metas– amenazó Kang Dae con voz profunda. Lo miró con odio, porque lo reconoció enseguida de la fotografía.
–¿Quién diablos te crees? ¡No puedes llevártelo así, no puedes arrastrarlo así!– le recriminó Jongin irritado y forcejeaba para que aquel desagradable tipo soltara a Kyungsoo.
–¿Quién eres tú y por qué te metes en algo que no te incumbe?
–¿Que no me incumbe?– Jongin resopló. –Kyungsoo es mi amigo y, así no lo fuera, no voy a dejar que lo trates así– respondió, logrando que lo soltara y protegiendo con su propio cuerpo al otro chico que temblaba asustado. Por primera vez en su vida, estaba feliz por ser defendido.
–¿Me estás engañando con este idiota?
Kang Dae parecía cada vez más enojado y Kyungsoo se sintió fatal cuando escuchó aquellas palabras. Si Kai se iba a enterar que le gustaban los chicos, esa era la peor forma. Pero Jongin no pareció en modo alguno afectado por eso. Todo lo contrario, con una risa burlona desafió al abusivo y lo amenazó.
–No lo creo. Kyungsoo es demasiado inteligente para estar con una persona despreciable como tú.
Kang Dae se enfureció y golpeó a traición a Jongin, quien perdió el equilibrio. Agarró a Kyungsoo en un movimiento rápido, tomándolo del cabello y obligándolo a avanzar. El chico sintió cómo sus lágrimas caían, sintiéndose humillado y patético. No podía hacer nada al respecto, había sido maltratado en público y había puesto a Jongin en una situación comprometedora. Por eso, Kyungsoo nunca logró entender cómo pasó de estar a merced de Kang Dae a curar las heridas de Kai en la enfermería de la universidad.
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Acéptame, acéptanos (Kaisoo)
FanfictionKyungsoo tiene una relación venenosa y necesita sentirse amado. Jongin tiene mucho amor que dar.