Capitulo 17: Sinceridad

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Jongin sintió un poco de ternura al ver que a Kyungsoo le temblaban las manos. Su arrebato de seguridad había desaparecido por completo y ambos se quedaron ahí, rojos de la vergüenza. Se sentían incapaces de decir nada y ya habían pasado algunos minutos.   

–Jongin...– intentó hablar el mayor de los dos, pero se quedó callado nuevamente.

–Tenemos que hablar de esto sin que afecte a nuestra amistad–  Jongin decidió romper el silencio que había invadido la habitación.

–Está bien– respondió nervioso el otro chico.

–Vamos, no es necesario que te pongas así– Jongin desacomodó su cabello y sonrió haciendo que Kyungsoo sintiera que daría lo que fuera, hasta su alma al diablo, para verlo así el resto de la vida. 

–¿En serio te gusto?– insistió Kyungsoo, probando su suerte, y Kai suspiró al escucharlo. 

–Sí, Kyungsoo. Me gustas y mucho– admitió el muchacho con una facilidad que sorprendió al otro. –Pero no sé cómo manejar esto. Dudo que pueda descubrirlo pronto. Prometo hacer todo lo posible para que todo salga de la mejor manera. 

–¿Y vas a volver a besarme?– los enormes ojos de Kyungsoo lo interrogaron y Jongin decidió que estaban siendo honestos y debía decir la verdad.

–Sí, es probable que vuelva a besarte, Kyungsoo. Si soy sincero, no creo que pueda resistirme– explicó incluso si estaba avergonzado. 

–¿Sería extraño que te pida que lo hagas ahora?

Aquellas palabras no se las esperaba. Jongin lo miró y se dio cuenta que Kyungsoo estaban tan cerca y tan expectante, que entendió que realmente no sería capaz de resistirse. El muchacho respiró profundamente y  se dio a sí mismo un "fighting" mental mientras colocaba con delicadez sus manos en los hombros del dueño de casa y ambos cerraron los ojos, se sentía un poco extraño. Kyungsoo temblaba y temía que Jongin no se sintiera cómodo debido a sus nervios. Cuando sintió los labios ajenos sobre los suyos, un vacío se apoderó de su estómago y las mariposas empezaron a revolotear sin cansancio. 

Al principio, Kai sólo presionó sus bocas, pero luego atrapó el labio grueso inferior de su hyung. Kyungsoo estaba tan entusiasmado, que pensó que se desmayaría. Sus labios eran tan suaves y dulces, tal como había recordado en sus sueños de sus dos experiencias anteriores. Sin embargo, la cosa mejoró cuando Jongin empezó a besarlo tan intensamente, que la explosión de emociones le hizo actuar un poco torpe. 

Las manos de Jongin viajaron de los hombros de Kyungsoo a su rostro mientras él se aferraba como pudo al cuerpo ajeno sin llegar a restregarse como él, algo que era difícil. El beso avanzó y Kai movió su cabeza y separó sus labios cuando necesitaban respirar. Parecían adictos a los besos del otro, porque sus bocas encajaban a la perfección, jamás se habían sentido de esa forma. Ninguna mujer había logrado causar lo que los deliciosos labios de Kyungsoo consiguieron con un solo beso. 

–Jongin– el suspiro del más bajo de los dos llamó la atención de Kai.

¡Acababan de besarse! ¿Qué podían hacer? Le había dicho que quería que todo se mantuviera normal y luego había reaccionado de esa manera. Su desesperación le hizo actuar de mala manera, porque separó a su hyung bruscamente. El dueño de casa pensó que estaba siendo rechazado y Jongin se sintió verdaderamente mal. 

–¿Qué pasa?–Kyungsoo lo miró con timidez, podía verse que estaba a punto de llorar.

–No, nada. Es sólo que... tengo que hacer una tarea– se excusó el menor de los dos, intentando mejorar el ánimo. 

–Oh, entiendo. Las tareas son importantes. Si debes irte, está bien– Kyungsoo se acomodó la ropa y se fue para la cocina, intentando buscar algo que hacer. 

–No, yo... en realidad, hyung– Jongin fue tras él, sus palabras hicieron que el otro chico se volteara. 

–¿Qué estamos haciendo, Jongin?

–No tengo idea.

–Esto no está bien. Debemos buscar la manera de solucionarlo

***

Desupés de mucho buscar, Cho Hee finalmente encontró a Min Cha. Estaba muy enojada por la escenita que armó frente a los amigos de su novio. Min Cha se negó a decir lo que había pasado entre ella y Kai, pero su amiga la presionó hasta sacarle información.

–Min Cha, tú y yo sabemos que necesitamos a los chicos si queremos conservar nuestra reputación. No será suficiente ser la ex de Kai para sobrevivir en el tedioso mundo de la universidad. Ser sus parejas nos asegura estar en reuniones importantes que pueden influir en nuestro futuro.

–No me importa– contestó la chica, fastidiada.

–Pues a mí sí. Quiero saber qué le dijiste. Chanyeol y Kai son muy buenos amigos y no tenerte de mi lado no es una opción.

–No le dije nada, como siempre no me escuchó y prefirió irse con Kyungsoo.

–¿Qué se traen esos dos?– preguntó furiosa Cho Hee.

–Creo que se gustan– respondió Mi Cha, y la otra se volteó sorprendida.

–¿Qué has dicho?– su expresión varió entre asombro e ira.

–Que se gustan. Creo que tengo las mismas sospechas que tú tienes de Baekhyun, pero mi situación es peor, porque creo que es Kai quien anda detrás de Kyungsoo y no al revés. O tal vez, realmente me estoy volviendo loca con celos que no tienen sentido.

–Pues yo creo que sí. Lo que dices no tiene sentido. Además, sabes perfectamente que Chanyeol demostró que no está interesado en Baekhyun de esa forma– sentenció la novia del gigante, enojada.

–Sí, claro.

Acéptame, acéptanos (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora