Capítulo 32: Tristes confesiones

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Minho y Baekhyun se encargaron de encontrar un médico con especialidad en terapia. Si bien era psiquiatra, tenía la formación para tratar a su amigo y ayudarlo en varios aspectos de su vida. Parecía un buen profesional y, además, accedió a conversar con Jongin después de su primera sesión. El doctor le explicó que Kyungsoo era un buen chico y que estaba seguro de que no iban a tener problemas porque su actitud era buena. De todas formas, lograba identificar algunos asuntos que necesitaba ayuda, pero necesitaría mucho más tiempo antes de dar un diagnóstico. 

Las dolencias de Kyungsoo eran provocadas y, afortunadamente, el muchacho se mostraba muy optimista. Repetía una y otra vez que gracias a su pareja y a sus amigos se sentía bien y confiado de nuevo. El médico le comentó a Jongin que la pareja de su paciente estaba jugando un papel importantísimo en su vida, porque se había convertido en una apoyo incondicional y el pilar de su estabilidad. El único problema, es que Kyungsoo se negaba a llevar con él a dicha persona, entonces quería saber si existía la posibilidad de que esa persona tan maravillosa no fuera real. 

Jongin se puso colorado y su corazón empezó a latir con fuerza. Se apresuró a confirmar la existencia de la pareja de Kyungsoo y pensó en cuánto lo amaba y cómo quería seguir apoyándolo. Entendía que su novio no quisiera decir nada, parte de sus problemas era el miedo a ser rechazado por la sociedad. 

–Creo que no estoy tan mal después de todo– comentó Kyungsoo, cuando los dos tomaban un helado en una tienda cerca del hospital.

–Estás bien. Tal vez sólo necesitabas que alguien confiable te lo dijera– Kai sonrió y robó un poco del helado ajeno. 

–Sé que tengo problemas, pero estoy seguro de que este doctor puede ayudarme. Es amable y se nota que sabe de lo que habla. 

–Es muy positivo que aceptes la terapia con buena voluntad. Lo único que quiere decir esto es que estamos en el mejor de los caminos. 

***
Sehun acercó el cuerpo de Luhan al suyo jalándolo con una pierna porque estaba prácticamente sobre él. Se habían estado viendo a escondidas durante un tiempo y querían mantenerlo así. Todo parecía mejor cuando su vida se limitaba a estar con su rubio y nadie más, pero al mismo tiempo le preocupaba tanto misterio.

–¿Por cuánto tiempo vamos a estar así?– preguntó el menor de los dos, hundiendo su cabeza en la almohada muy cerca del rostro de Luhan.

–Hasta mañana porque ya no quiero levantarme– respondió el chico abrazándose más al cuerpo de Sehun. Tenía los  ojos cerrados y una sonrisa de satisfacción en el rostro.

–No. Hablo de escondernos. No es como si nuestros conocidos no supieran sobre nosotros. No has salido en toda la semana de aquí. 

–Estoy dormido– anunció el rubio e intentó ser cariñoso para distraer a su pequeño-gran novio.

–Luhan, ¿qué me ocultas?

–Nada– el aludido se dio la vuelta en la cama y le dio la espalda, fingiendo acomodarse para dormir. 

–No es un interrogatorio. No quiero que te enojes conmigo, Lu. Pero debes admitir que todo esto es demasiado extraño. Te fuiste y volviste de manera repentina y todavía tengo muchas preguntas. La primera es saber por qué actúas de forma tan sospechosa. No quieres salir del departamento, no quieres ver a nuestros amigos. ¿Está todo bien? ¿Hay algo que debería saber?

–Me escapé, Sehun. Me escapé de casa. 

***

Chanyeol y Baekhyun estaban en medio de una pelea un poco fuerte. El mayor de los dos intentaba darle explicaciones a su pareja de porqué había conversado a sus espaldas con Cho Hee y los acuerdos a los que supuestamente habían llegado. Nada pudo calmar la ira del altísimo muchacho, que mascullaba furioso. 

Acéptame, acéptanos (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora