Capitulo 6: Me siento culpable

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Kyungsoo estaba nervioso de bailar con Kai a tan escasos centímetros. Tenerlo tan cerca no le ayudaba a mantener su estabilidad mental. Todavía no comprendía cómo había logrado Baekhyun juntarlos de esa forma, a veces su amigo era evidente, pero lo que más le sorprendía era cómo hizo él mismo para mantenerse tanto tiempo cerca de Jongin sin intentar huir. 

Tal vez se debía a que en la pista de baila había tanta gente, que nadie notaba lo cerca que estaban. Y, como además era un bar liberal, no eran la única pareja de chicos bailando. Aún así, era imposible para Kyungsoo no sentirse, como mínimo, incómodo. ¿Y si Jongin se daba cuenta que le gustaba? ¿Estaría divirtiéndose y bailando con él de esa manera?

El chico estaba tan metido en sus pensamientos, que se sorprendió cuando una canción especialmente movida empezó a sonar. Ahí fue cuando Kai se robó el show. El hábil muchacho se movía de tal forma, que muchas personas se detuvieron para verlos, impresionados por sus pasos. Hipnotizaba con su baile y eso le traía de vuelta a Kyungsoo maravillosos recuerdos. 

Con facilidad, Jongin logró que su torpe compañero se moviera junto con él y el chico pasó de estar tenso a estar nervioso. Aquella situación, tal como Baekhyun había previsto, hizo que ambos estuvieran más cómodos y se volvieran aunque sea un poco más cercanos. Se olvidaron del mundo y se divirtieron juntos. 

En medio de su entretenido momento, Kyungsoo notó que Chanyeol salía del baño de hombres con el cabello desordenado y la ropa desacomodada. Poco después, Baek le pisaba los talones, pero estaba más arreglado que cuando se fue. Eso le hizo mucha gracia. Pensó que ese par no se veían mal juntos, todo lo contrario, pero todavía le costaba imaginarse que el famoso Park Chanyeol tuviera gustos tan diferentes a lo que se decía de él. 

Minho casi no bailó. No quería ser grosero, pero se despidió casi enseguida de la chica que Baek le presentó. Tenía buenas razones para marcharse. La primera, porque ya no soportaba los galanteos de un tipo de chaqueta negra que le ofrecía tragos desde el bar. La segunda, es que le había prometido a su novia hacer video llamada esa noche. La tercera, que Kyungsoo parecía estar bien. Además, cuando se despidió, Baek le aseguró que no dejaría a su amigo solo y que lo dejara divertirse.  

Kyungsoo no estaba acostumbrado a ese estilo de vida, así que no mucho después, se sintió cansado, mientras tanto Jongin parecía tener una energía inagotable. Afortunadamente, se dio cuenta que su compañero de baile ya no podía seguir saltando y le propuso descansar un momento, pidió un par de cervezas y se sentaron. Kyungsoo le dio un sorbo a la suya, pero no quería seguir bebiendo. Tenía mucho calor y el lugar le estaba sofocando. Kai se había tomado varias cervezas ya, incluyendo la que su nuevo amigo había dejado. 

Ambos tenían sus propias razones para querer ignorar dónde y qué cosas estaban haciendo Chanyeol y Baekhyun, así que Jongin aprovechó que estaban solos y le preguntó a Kyungsoo si podían tomar un poco de aire fresco. Se ganó una sonrisa. 

–Vamos afuera. Aquí hace calor. Además, en cuánto noten que no estamos, seguro Baek nos llamará como loco y sabremos que es hora de regresar. 

–Creo que es un buen plan– respondió un tanto inseguro Kyungsoo, pero su expresión demostraba que estaba dispuesto a acompañarlo. 

Avanzaron entre la gente hasta que lograron salir al estacionamiento del bar. Kyungsoo metió sus manos en los bolsillos, no quería que se notara que estaba temblando. Jongin era un chico realmente guapo y le resultaba difícil concentrase a su lado, como si su cerebro no pudiera funcionar bien cuando estaba tan cerca. 

–No sabía que bailabas– comentó Kyungsoo para romper el incómodo silencio. 

–Y yo no sabía que cantabas– le respondió Kai con una sonrisa burlona. Ese pequeño gesto, Kyungsoo lo sabría más tarde, significaba algo importante.

–¿En serio? Como estoy en el coro, hay mucha gente que me conoce por eso– Kyungsoo, a pesar de su timidez, se atrevió a quejarse por esa afirmación. 

–¡Qué curioso! Yo estaba en el club de baile y hay mucha gente que todavía lo recuerdo– Jongin le guió un ojo. –En fin, estaba jugando. Debo confesar que he ido a varios conciertos de la universidad. Ya había escuchado tu voz con música de verdad y cantas muy bien. 

Un violento sonrojo hizo que Kyungsoo bajara la cabeza, arrepentido por su arranque. Jongin caminó hasta donde estaba su auto y se apoyó en él, haciendo un gesto para que Kyungsoo lo imitara.

–¿Te llevas bien con Baek– preguntó de repente el bailarín.

–Sí, creo que sí. Somos compañeros en pocas materias, pero nos hicimos amigos en el coro– respondió el más bajo de los dos. 

–Pero esta es la primera vez que salen– supuso Kai, intentando confirmar aquella información. 

–Sí, es la primera vez. Es curioso, ¿cómo lo sabes?

–Porque estoy en incluido en casi todas las cosa que organiza Baekhyun. Creo que te hubiera visto antes. ¿Sabes? Me caes bien, Kyungsoo. Pareces una buena persona– Jongin suspiró y miró al cielo. El ambiente era nublado, con el típico aspecto que tenía la madrugada. 

–Bueno también me gu...– en cuánto empezó a hablar, Jongin lo miró con gracia, como si sospechara lo que vendría luego. –También me gusta tu... ¡personalidad!– exclamó nervioso el muchacho. Eso le causó gracia a su acompañante, que no pudo evitar sentir ternura al verlo tan ansioso. 

Ninguno de los dos añadió nada más. Kyungsoo pudo notar que Jongin estaba un tanto mareado, seguramente por las cervezas. Cada cierto tiempo, su lengua se trababa un poco, era apenas perceptible. Por suerte el silencio ya no era incómodo. 

–¿Qué tipo de cosas te gustan hacer, Kyungsoo?–preguntó con curiosidad el chico.

–Bueno, me gusta cantar. Me gusta la carrera que sigo, aunque hubiera preferido estudiar cualquier tema relacionado con la música. Me gusta cocinar también, y leer. Me encanta leer.

–Suena interesantes– Kai sonrió con una de esas sonrisas que sólo le había visto dedicar a Mi Cha, aunque se veía mucho mejor de cerca.

El corazón de Kyungsoo dio un vuelco y latió con fuerza. Su teléfono empezó a sonar y Baekhyun, incluso después de llamar a Kyungsoo, le gritó a Jongin por haberse llevado lejos a su niño. Su niño no le sonó muy bien al aludido y hasta odió un poquito a Baek y a Minho por tratarlo de manera tan infantil. Jongin se estaba riendo de él por el repentino apodo. 

–Creo que es hora de entrar, tu niñera te busca– le dijo el más alto, cuando Kyungsoo cortó la llamada.

–Supongo– respondió el otro, cansado.

–Vamos.

Los chicos empezaron a caminar. Kyungsoo iba detrás de Jongin sintiéndose un poco ansioso. Entonces, de la nada, Jongin se detuvo en seco repentinamente, el otro muchacho se golpeó contra él. Luego, se volteó con rapidez y rozó los labios de Kyungsoo en una fracción de segundo. De inmediato, continuó su camino hacia el bar. 

Kyungsoo sintió como los latidos de su corazón eran tan fuertes, que lo ensordecieron. Pudo sentir un vacío extraño en su estómago seguido por un temblor de su cuerpo de pies a cabeza. Un hormigueo en sus labios por la sensación de los labios ajenos sobre los propios, lo llenaba de calor. Si Jongin supiera lo que le provocaba. Si supiera que acaba de conmocionar su cuerpo, alteraba su mente y todo su ser. Si Jongin supiera que tenía novio.

Se sentía terrible. Acaba de engañar a su novio con el amor de su vida.Porque Kim Jongin había pasado de ser su amor platónico a ser el amor imposible que le daba falsas esperanzas y con el que no podía hacer nada al respecto.

Acéptame, acéptanos (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora